Por Prensa UIT-CI
A partir del 11 de julio del 2021, y durante los días siguientes, se produjeron masivas e inéditas protestas populares en La Habana y la mayoría de las ciudades de Cuba. De inmediato se desató una dura represión por parte del gobierno contra los manifestantes, con un saldo de cientos de detenidos, heridos, y una persona fallecida.
Meses después de las protestas del 11J cientos de cubanos y cubanas fueron acusados falsamente de desacato, desorden público, ultraje a los símbolos de la patria, incitación a delinquir, atentado, hurto e incluso sedición. Por información de los familiares, se estima que más de 1000 personas fueron detenidas en las protestas, y entre 600 y 700 están siendo enjuiciadas.
El gobierno de partido único de Díaz Canel acusó a los manifestantes de estar financiados por Estados Unidos, y que Cuba era objeto del “terrorismo mediático”. Tuvo que admitir la existencia de problemas sociales y económicos, pero los atribuyó al bloqueo y las agresiones imperialistas. En realidad esta es otra mentira del gobierno de partido único de Díaz Canel.
La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional ha denunciado desde hace años el criminal bloqueo imperialista a Cuba. Sin ninguna duda el bloqueo tiene su parte de responsabilidad en los graves problemas sociales que sufre Cuba pero no es la razón única ni lo fundamental. La burocracia cubana se ha escudado siempre en el bloqueo para no mostrar las verdaderas razones de la crisis social en la isla.
Condenas infames contra el pueblo y la juventud
El Tribunal Provincial Popular de La Habana llevó a cabo entre el 14 de diciembre de 2021 y el 3 de febrero de 2022, los juicios contra las personas detenidas en una zona de La Habana entre el 11 y el 12 de julio de 2021. Hasta esa fecha se habían juzgado a 129 personas, de los que uno fue absuelto y otro recibió una pena de 4 años. Las penas máximas son dos condenas de 30 años, seguidas por una de 26, tres de 25, ocho de 23, tres de 22, tres de 21, 11 de 20, cuatro de 19, once de 18, seis de 16 y 9 de 15 años de cárcel. Además, diez personas fueron condenadas a 14 años de prisión, seis personas a 13 años, 17 personas a 12 años, cinco a once años, diez a 10 años, cuatro a 9 años, ocho a 8 años, cuatro a 7 años y dos a 6 años. Entre los juzgados habría muchos menores de edad desde los 16 años.
El pasado mes de marzo, 17 personas fueron condenadas a penas que oscilan entre 3 y 10 años de cárcel por participar en las movilizaciones en la localidad de San Antonio de los Baños, en el occidente de Cuba, lugar en el cual se desataron las primeras protestas.
Según la Fiscalía General de la República, fueron procesadas en total 790 personas, incluyendo 55 entre 16 y 17 años.
Un caso emblemático es el de Yoan de la Cruz Cruz, condenado por el simple hecho de transmitir por las redes en directo las protestas. Lo cual pone en evidencia que en Cuba no existe ni el más elemental derecho a la libertad de expresión y comunicación.
El 31 de marzo, fue condenado a 6 años de cárcel el joven artista Abel Lescay. Acusado de “desacato agravado”, “desórdenes públicos” y “desacato de la figura básica”. Lescay fue detenido el 11 de julio en su domicilio, en su oportunidad desde la UIT-CI exigimos su liberación. Posteriormente fue liberado, pero fue arrestado nuevamente el 2 de febrero.
Son juicios totalmente montados en base a acusaciones falsas, el gobierno del Partido Comunista de Cuba (PCC) dijo que las protestas fueron “orquestadas y financiadas desde los Estados Unidos”. Esto no es cierto. Sin ninguna duda, el imperialismo norteamericano intentó utilizar las protestas a su favor. Pero las causas de fondo hay que buscarlas en las políticas ajustadoras del gobierno que profundizaron la desigualdad social.
Las protestas fueron la reacción al ajuste y la desigualdad social
Las protestas del 11 de julio del 2021 se produjeron como reacción a las consecuencias del brutal ajuste económico que se comenzó a aplicar en enero del pasado año, al cual el gobierno, en aquel momento encabezado por Raúl Castro, le dio el nombre eufemístico de “Tarea de Ordenamiento”.
Las protestas fueron genuinas e involucraron a personas provenientes de los barrios más pobres de La Habana y de las otras ciudades donde la gente se movilizó. Las mismas son en rechazo a los miserables salarios, a la inflación de los productos de primera necesidad, los constantes apagones de luz, la escasez de bienes básicos, el deterioro de la salud y de la educación, todo agravado por las consecuencias de la pandemia y la falta de libertades democráticas.
La movilización de miles de cubanas y cubanos se explica por la tremenda desigualdad que se ha venido desarrollando en Cuba desde hace años. Con trabajadoras y trabajadores que ganan salarios de 30 dólares. Mientras una minoría privilegiada de nuevos ricos, funcionarios del gobierno y militares se enriquecieron, disfrutando de toda clase prebendas y acceso a tiendas especiales donde adquieren productos importados. Beneficiándose de los negocios con las transnacionales que participan en sociedad con el gobierno en las empresas mixtas.
Apoyo a iniciativa de la izquierda crítica cubana dirigida al pueblo cubano y la izquierda mundial
Desde la UIT-CI, llamamos a la solidaridad internacional para reclamar por la inmediata libertad plena de las y los presos del 11J, el fin de los falsos procesos judiciales y por la libertad de expresión, de manifestación callejera y de organización.
En ese marco, la UIT-CI se suma a la campaña de solidaridad con los condenados y por la libertad de todas y todos los detenidos del 11J, impulsada por distintas organizaciones e individualidades de la izquierda crítica cubana. Respaldamos el petitorio y participamos activamente en la recolección de firmas de dirigentes sociales, sindicales y políticos en distintos países.