Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
Desde hace 10 días, un paro nacional con bloqueos de caminos y grandes movilizaciones, conmueve a Ecuador. El gobierno patronal liberal y proimperialista de Lasso responde con una violentísima represión.
La Organización Nacional Indígena de Ecuador (Conaie), convocó al paro general y bloqueos de caminos desde el lunes13 de junio. Este llamado fue respaldado por organizaciones de estudiantes, barriales, por la Unión Nacional de Educadores y el Frente Unido de Trabajadores (FUT) .
Decenas de miles de indígenas, trabajadores y sectores populares ganan las calles en la capital Quito, Guayaquil y otras ciudades contra el gobierno de Lasso, contra sus medidas económicas y represivas. También la organización política Somos Agua, encabezada por Yaku Pérez, manifestó su apoyo a la protesta popular y repudio a la represión y participó en las marchas.
El hecho que desató las protestas fue, como en la rebelión popular indígena del 2019, el aumento de los combustibles de más del 50%. Los precios internos de los combustibles están “liberados” por orden del FMI. Aunque Ecuador un país productor y exportador de petróleo importa una parte menor de las naftas y gasolinas que consume.
El país vive una crisis económica, con aumento de productos de primera necesidad, y el impacto de la minería saqueadora y contaminante del ambiente, en manos de las transnacionales, que está destruyendo bosques y fuentes de agua. Todo un plan de saqueo con aumento de la pobreza, abandono de la salud y la educación, desocupación, flexibilización e informalidad laboral, salarios míseros en un país que dejó de tener moneda propia, y donde los precios y salarios son en dólares. Y también una crisis social con mafias que controlan el narcotráfico, violencia en las cárceles con 400 muertos en un año y medio.
Como sucede en otros países latinoamericanos, el gobierno del banquero Guillermo Lasso acata órdenes del FMI para pagar deuda externa y preservar ganancias de empresarios, banqueros y multinacionales, y descarga la crisis sobre el pueblo trabajador.
Para imponer esa política implementó medidas represivas, como una reciente “Ley de Uso legítimo de la Violencia” que fue incluso aprobada en la Asamblea Nacional (donde Lasso está en minoría) con apoyo de la oposición de falsa izquierda correista, que autoriza la represión militar e incluso el uso de armas de fuego para reprimir protestas populares que el gobierno llama “terrorismo”.
Durante los últimos 10 días de movilizaciones fueron asesinados 4 manifestantes por la violenta represión policial, hay más de 100 heridos y centenares de presos, incluso algunos desde antes de las movilizaciones acusados de “terroristas”. También detuvieron por un día a Leónidas Iza, dirigente de la Conaie.
Las marchas y bloqueos exigen que baje el precio de los combustibles en primer lugar. Otros reclamos son reducir los precios de los alimentos, que se han elevado de forma desmesurada, y el control eficaz a los especuladores; no a la minería saqueadora de las multinacionales que destruye la naturaleza; no a la privatización de empresas estatales; moratoria de 1 año en el sistema financiero para que las familias paguen sus deudas; precios justos en los productos del campo; empleo y derechos laborales; no a la minería en territorios indígenas ni fuentes de agua; no a la privatización de los sectores estratégicos; aumento urgente del presupuesto para salud y educación; libre ingreso a universidades públicas; no más endeudamiento; no al pago de la deuda externa. También se reclama contra las leyes represivas y por la libertad de los presos por luchar. En las protestas callejeras se escucha la consigna “¡que se vayan todos!” y «¡Fuera Lasso, fuera!».
El pueblo trabajador e indígena ecuatoriano protagonizó poderosas rebeliones encabezadas por la Conaie, en 1997, 2002 y 2005 derrocando a tres gobiernos. En el 2019 hubo otro gran levantamiento que obligó al gobierno de Lenin Moreno (quien había sido vicepresidente del anterior gobierno de Rafael Correa) a derogar el aumento de combustibles, después de 10 días con la ciudad de Quito ocupada por el levantamiento indígena.
Para vencer y lograr cambios de fondo que solucionen el desastre económico que vive el pueblo, los cuales no se lograron en anteriores rebeliones populares, es urgente unificar y coordinar esta poderosa movilización del pueblo trabajador. Es necesaria la unidad de las organizaciones en lucha y elaborar un programa común de demandas obreras, populares, indígenas y estudiantiles, y un plan económico que permita lograrlas. En ese sentido Ecuador cuenta con la importante tradición del Parlamento de los Pueblos, que con representantes de las organizaciones indígenas, populares y obreras, se ha reunido en los momentos de crisis política como en el 2005 y 2019. Hay que impulsar desde las bases, de la Conaie, el FUT, la UNE, organizaciones estudiantiles, y demás organizaciones en lucha, el reclamo a los dirigentes para concretar esta unidad, y que convoquen al Parlamento de los Pueblos, y formular un programa para echar al gobierno de Lasso y el FMI, y gobernar Ecuador con el pueblo trabajador e indígena.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores -Cuarta Internacional (UIT-CI) damos nuestro apoyo incondicional y llamamos a la solidaridad internacional con la rebelión del pueblo trabajador e indígena ecuatoriano.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores -Cuarta Internacional (UIT-CI)
23 de junio de 2022