16/04/2012
Declaración del CEI sobre el Encuentro de Estambul de los amigos falsos de Siria
(Comité de Enlace Internacional: Lucha Internacionalista del Estado español y Frente Obrero de Turquía).
La ONU y Bashar contra la revolución Siria
29 de marzo de 2012
El segundo encuentro de los «Amigos de Siria» se realiza el 1 de abril en Estambul, Turquía. Encabezado por los EE.UU., UE, Liga Árabe y Turquía, los «Amigos de Siria» se constituyó después del veto de Rusia y China en la ONU a la resolución de condenar a Siria y tuvo su primera reunión el mes pasado en Túnez.
Los países imperialistas y sus colaboradores en la región, que forman el grupo llamado los «Amigos de Siria», fueron sorprendidos por el estallido de las revoluciones árabes. En la primera fase de las revoluciones esos países dieron su apoyo a los dictadores que eran sus aliados fieles; pero en el momento en que se dieron cuenta que las dictaduras no podían aguantar la revolución, empezaron a pretender apoyar las revueltas, pero en realidad, intentando mantenerlas bajo su dominio. El proceso revolucionario en Siria ha sido otro ejemplo en la misma línea. Después de que empezaran las revueltas en Siria el imperialismo ha esperado que el régimen de Assad controlara la situación.
El objetivo verdadero de los falsos «Amigos de Siria», bajo tales lemas de parar las matanzas o ayuda humanitaria, es reestablecer el orden en el país y robar la revolución al pueblo. El miedo que siente el imperialismo a la revolución está muy bien reflejado en las palabras del primer ministro británico, David Cameron, que decía que «la mejor vía para acabar con la violencia en Siria sería un cambio del Gobierno sin Assad, y no una revolución desde abajo».
Esta estrategia del imperialismo de «construcción democrática ordenada» en realidad tiene el fin de apagar la revolución con pequeños cambios en el régimen sin tocarle en fondo. El acuerdo de seis puntos entre el representante de la ONU y el régimen asesino de Bashar hoy es una realidad. Este acuerdo no contempla la salida de Bashar ni el castigo a los represores. Este acuerdo deja a las claras la política del imperialismo que no es otra que acabar con la revolución. Hasta este momento iel imperialismo no ve las condiciones suficientemente maduras para organizar una intervención militar, sin embargo después de más de un año de revolución se ve a las claras lo que pretende: acabar con la revolución.
El Gobierno turco, organizador del encuentro, asumió una actitud bastante activa desde el principio del proceso sirio. Antes de las revueltas Siria y el régimen de Assad tenían una importancia estratégica para Turquía en sus intenciones de penetrar en los mercados del Oriente Medio y de incrementar su hegemonía política en la región. Por eso, el estallido revolucionario hizo sonar las alarmas en Ankara y en el primer momento el Gobierno turco dio su apoyo al régimen de Assad actuando como un consejero para el dictador. Pero cuando le quedo claro que el régimen no pudiera controlar la revuelta y que las intervenciones diplomáticas no daría resultado, y junto con la llamada del imperialismo a que Assad se retirara, cambió su política asumió una posición activa para facilitar la derrota de la régimen para poder tener un rol importante en la era posterior de Assad.
El Consejo Nacional de Siria (CNS), una coalición pro-imperialista y burguesa compuesta por los Hermanos Musulmanes y corrientes liberales, se ha construido bajo el control de Turquía y el imperialismo. El Gobierno turco hospedó los comandantes del Ejercito Libre de Siria (ELS) y les ayudó tanto financieramente como armamentísticamente – aunque no lo reconocería oficialmente-. Apoyó las sanciones económicas contra Siria y albergo en su territorio los refugiados sirios. Toda esta intervención el Gobierno turco le llevó a cabo bajo el lema de democracia y derechos humanos, y que no podía quedar quieto ante la represión y violencia del régimen sirio. Pero en el mismo momento seguía reprimiendo brutal y permanentemente el pueblo kurdo dentro de sus fronteras, deteniendo miles de activistas políticas kurdos bajo la acusación de «terrorista». No puede dar lecciones de democracia un gobierno que no las cumple. Lo que si puede dar es ejemplo de cómo negociar con los militares golpistas y asesinos. Y ese ejemplo es el que Erdogán quiere para Siria.
Mientras tanto la revolución siria, que ya cumplió su primer año, está pasando de un momento muy difícil. Las masas que luchan bajo de una matanza y represión muy violenta del régimen, aunque pudieron fracasar la estrategia de la dictadura de aplastar la revolución con sangre y fuego, no ha alcanzado de un punto de poder acabar con él. La falta de la intervención activa de la clase obrera en la revolución y la carencia de una dirección política revolucionaria crea una situación de «empate» y hace que los que buscan la salida en una intervención del imperialismo ganen terreno dentro de la oposición. Si la oposición Siria aceptara el plan de la ONU y del régimen asesino de Bashar solo podríamos llamarlos traidores.
En estas condiciones la responsabilidad de las organizaciones obreras y el movimiento socialista internacional en la solidaridad con la Revolución siria asume una importancia determinante. Construcción de comités de solidaridad con la Revolución siria; cooperación de estos comités de solidaridad con los Comités Regionales de Coordinación, que son auto organizaciones de masas que lideran las movilizaciones; suministrar armas, munición y material de sanidad a las fuerzas revolucionarias; daría un impulso enorme a la Revolución siria.
Para parar la intervención de falsos amigos de Siria y ayudar en avanzar la Revolución siria, los verdaderos amigos del pueblo sirio tienen que ocupar el escenario.
24 de marzo 2012, Comité Internacional de Enlace