“Nuestra base programática no puede dejar de basarse en un principio: el rescate de la independencia política de los trabajadores y excluidos. No estamos formando un nuevo partido para fomentar la conciliación de clases. Nuestras alianzas para construir un proyecto alternativo tienen que ser aquellas que busquen soldar la unidad entre todos los sectores del pueblo trabajador […] Por eso nuestro partido rechaza gobiernos comunes con la clase dominante […] Lula se rindió a sus antiguos adversarios, y se volvió de espaldas a sus combativas bases sociales históricas. Se convirtió en un agente en la defensa de los intereses del gran capital financiero” (Programa Nacional PSOL, Votado en el I Encuentro Nacional, junio 2004)
“El PSOL es parte de la base del gobierno, seguirá siendo de la base del gobierno […] votará la reforma tributaria, votará el conjunto de agendas de gobierno […] no se puede hacer tempestad en un vaso de agua” (Diputado federal Guilherme Boulos, dirección del PSOL, en el programa Estúdio i, Globo News, mayo de 2023)
La CST (Corriente Socialista de Trabajadoras e Trabajadores), una de las tendencias fundadoras del PSOL, decidió abandonar el partido. Salimos, porque el PSOL rechazó definitivamente la independencia política de la clase trabajadora. El PSOL rasgó su programa socialista para apoyar y componer el gobierno de Lula/Alckmin junto a representantes de banqueros, agronegocios, multinacionales y sectores de extrema derecha, como el ministro de Defensa José Múcio Monteiro (PTB), la ministra de Turismo Daniela do Waguinho y otros bolsonaristas. Por decisión de su Dirección Nacional y política de sus tendencias mayoritarias, el PSOL ocupa cargos en los ministerios, en la vicedirección del gobierno en la Cámara Federal e integra gobiernos estaduales (provinciales) de frente amplio. El gobierno de Lula/Alckmin acaba de votar en el Congreso Nacional un “arcabouço” fiscal (Marco Fiscal, conjunto de medidas y reglas a la que se tiene que atener la conducción de la política fiscal), con votos de partidos de extrema derecha, y varios de sus ministros apoyan los retrocesos ambientales, como el ministro de Agricultura Carlos Fávaro, defensor del Marco Temporal (PL490). Antes el PSOL rechazaba los gobiernos de conciliación con la clase dominante, hoy los integra y los apoya. La CST mantiene la coherencia con el programa que siempre hemos defendido. No fundamos el PSOL para fomentar la conciliación con la patronal, sino para combatirla. Precisamente por eso, hoy rompemos con PSOL.
El PSOL apoya y sustenta el gobierno Lula/Alckmin, que aplica un duro ajuste fiscal que favorece los banqueros y el sistema financiero
Sabemos que hay muchos trabajadores y jóvenes que tienen expectativas en el gobierno y pueden encontrar nuestra posición “demasiado extrema”. Queremos seguir este debate y, para eso, necesitamos comparar las expectativas con la realidad. Veamos: en lugar de acabar con el tope de gasto como prometieron en la campaña electoral, Lula/Alckmin aprobaron el Marco Fiscal que limita los fondos para salud, educación, creación de empleo, políticas ambientales, feministas y antirracistas, etc. Es un proyecto que orienta la política económica hasta el final del mandato para pagar la deuda del capital financiero, que hoy consume la mayoría de los recursos nacionales, perjudicando todos los ámbitos sociales. Sintomáticamente, la exposición de motivos de ese Marco Fiscal, lleva la firma de un banquero, el secretario del Ministerio de Hacienda, Gabriel Galípolo (del Banco Fator y asesor de la FIESP). Las direcciones mayoritarias de la CUT y CTB alegan que el problema del Marco son las enmiendas hechas por el relator. Es un hecho que el legislador ponente empeoró el proyecto, pero eso no borra el “marco original” nació como un plan de austeridad. Este mecanismo aparece en el discurso de los 100 días de Lula y en una carta del Ministerio de Hacienda enviada al FMI y al Banco Mundial. El empeoramiento del proyecto ocurrió debido al pacto de gobernabilidad con el “centrão” (diputados que pertenecen a diversos partidos y responden a políticas de centro derecha), que nombró al relator del proyecto y aún recibió R$ 3 mil millones en enmiendas parlamentarias. Lejos de disminuir el “poder imperial” de Arthur Lira (presidente de la Cámara de Diputados) y enfrentar el “presupuesto secreto” como se dijo en la campaña, el gobierno apoyó a Lira y mantuvo la liberación de enmiendas. La sustitución fue pactada con el gobierno, tanto que el PT y Fernando Haddad (ministro de Hacienda) celebraron la aprobación. La Bovespa (Bolsa de Valores de Sao Paulo), Febraban (Federación Brasilera de Bancos) y las multinacionales están felices. El FMI y el Banco Mundial, órganos del saqueo imperialista, aplauden. Incluso Bolsonaro apoyó el marco fiscal de Lula/Alckmin. Lamentablemente, el PSOL es parte del gobierno que aplica este ajuste, que mantiene la política económica al servicio de los bancos, del sistema financiero, de las grandes empresas y de las multinacionales imperialistas.
La vinculación al gobierno impidió la lucha contra el Marco Fiscal
La participación y apoyo al gobierno de Lula/Alckmin por parte de los dirigentes de la CUT, CTB, MST, MTST y UNE llevó a que no existiera una protesta nacional contra el Marco Fiscal. No hubo Plenario de Luchas Populares, reunión ampliada del Foro de Centrales Sindicales, CONEG de la UNE, etc. La tesis de las “enmiendas”, presentada en la nota de las centrales sindicales, resultó inmovilista. Los pocos actos que se realizaron fueron boicoteados por las direcciones mayoritarias. El mismo problema se manifestó en el PSOL, que no puso su peso parlamentario al servicio de la lucha contra este ataque. La línea del PSOL con REDE (partido de Marina Silva, ministra de Ambiente del actual gobierno, con el que mantiene un bloque) fue proponer “modificaciones” para mejorar el proyecto original. Sólo después que el relator agregó sus propuestas y rechazó sus enmiendas, el PSOL votó en contra del proyecto, pero sin impulsar la movilización. Al votar en contra del Marco, el PSOL no hizo más que su obligación, es decir, lo mínimo para los que dicen ser de izquierda. Pero llama la atención que el PSOL necesitó justificar su voto ante el frente amplio. Todo para no perder espacio de gobierno y en las coaliciones de 2024. La conclusión es que para organizar las luchas contra el Marco Fiscal y defender las agendas de la clase obrera, es necesario ser independiente del gobierno de Lula/Alckmin.
El gobierno Lula/Alckmin favorece el agronegocio y las multinacionales del campo
Tras la aprobación del Marco Fiscal, se entusiasmaron para pasar otros temas. Con el aval de los líderes del gobierno Lula/Alckmin en la Cámara y el Senado, de los ministros Rui Costa y Alexandre Padilha, fueron alcanzados los siguientes acuerdos: a) Liberación del voto del gobierno en la deliberación sobre el régimen de urgencia en el » Marco Temporal” que ataca a los pueblos indígenas; b) Librar a su suerte el Ministerio de los Pueblos Indígenas, cuyo principal cargo lo ocupa Sonia Guajajara del PSOL, quien puede perder la prerrogativa de demarcación de tierras; c) Retirar del Ministerio de Medio Ambiente el Registro Ambiental Rural, la Agencia del Agua y el Sistema de Recursos Hídricos. Y eso fue organizado por el relator de la MP (Medida Provisoria) 1154, Isnaldo Bulhões del MDB, integrante de la base aliada, para favorecer a los terratenientes, ganaderos, mineras y madereras. El hecho de que algunas de estas medidas puedan revertirse no niega el hecho de que el gobierno las haya aceptado. Anteriormente, los movimientos campesinos y ambientalistas criticaron la liberación desenfrenada de agrotóxicos, que benefician a la agroindustria y a las empresas estadounidenses, europeas y chinas que fabrican estos productos. Fueron más de 100 liberaciones, bajo la responsabilidad del Ministro de Agricultura, el productor de soja Carlos Fávaro/PSD. Algo que fortalece a los enemigos de los sin tierra que quieren utilizar la CPI para criminalizar las ocupaciones de tierras por parte del MST y las FNL. Y, en este momento, el propio gobierno Lula/Alckmin está considerando cambiar su opinión sobre la explotación petrolera en el estado de Amapá. La federación PSOL-REDE conforma el gobierno y supo de todo esto de primera mano.
Guardar silencio sobre estos negociados y no denunciarlos en su momento es grave. Y esto se explica por la realidad gubernamental: cuando un partido de izquierda entra en un gobierno capitalista, no cambia ese gobierno ni lo lleva a la izquierda. En realidad, se convierte en un partido que legitima el orden capitalista y la alianza con los patrones. Los “palacios” condicionan la política y la acción del PSOL. Este proceso es el que lo llevó a la aprobación del “Marco Temporal” en la Cámara de Diputados.
El gobierno de Lula/Alckmin no combate a fondo la extrema derecha
Estos ejemplos, los retrocesos económicos y socioambientales, expresan el carácter de clase del actual gobierno. Al mismo tiempo, demuestran la sumisión del gobierno de Lula/Alckmin a los planes imperialistas y multinacionales. Sin embargo, ninguna voz de la bancada del PSOL ni de sus principales tendencias defiende la salida del gobierno y la vicepresidencia en la Cámara. El presidente del PSOL y el diputado Boulos reafirmaron que el PSOL es de la base aliada. Y justifican la participación del PSOL en el gobierno por la necesidad de “enfrentar el bolsonarismo”. No estamos de acuerdo. Veamos este tema con detenimiento, ya que muchos trabajadores y jóvenes creen honestamente en esta tesis. El gobierno de Lula/Alckmin no usó su fuerza para llamar a movilizaciones masivas contra la extrema derecha y canalizó todo por la vía institucional, tratando de hacernos creer que los jueces reaccionarios del STF combatirían hasta el fin la extrema derecha.
Jair Bolsonaro y el general Augusto Heleno (Ministro de Estado Jefe del Gabinete de Seguridad Institucional del gobierno bolsonarista) siguen libres. No hay ningún gran empresario bolsonarista con bienes confiscados. En lugar de acabar con el GSI (Gabinete de Seguridad Institucional) el organismo que acogió a los golpistas el 8 de enero, sólo hubo unos pocos despidos. De acuerdo con el Alto Mando del Ejército, un General volvió a comandar el GSI. La tesis de la incorporación al frente amplio para derrotar a la extrema derecha es falsa porque el gobierno Lula/Alckmin no pretende aplastarlos, sino a lo sumo aislarlos y negociar con ellos, buscando acuerdos y pactos. Es decir, el frente amplio lidera un gobierno en colaboración con nuestros enemigos de clase e incluye a un sector de la extrema derecha en su gobernabilidad conservadora. Lógicamente, ante un atentado bolsonarista contra el gobierno de Lula/Alckmin, nosotros, desde la CST, lo defenderemos, como lo hicimos el 08/01, pero sin apoyar políticamente al gobierno ni perder la independencia. Creemos que es imprescindible retomar el camino de las movilizaciones en las calles por la detención de Bolsonaro y los golpistas del 8 de enero, contra la amnistía de la dirección neofascista de las Fuerzas Armadas, algo que, como hemos visto, va en contra la política defendida por el gobierno de frente amplio. Solo así podremos luchar por aplastar al bolsonarismo y luchar por tirarlo al basurero de la Historia.
El PSOL nació en la lucha contra el ajuste fiscal de Lula y del PT en 2003
El PSOL no podría vacilar ante un gobierno de este tipo. Ya es el tercer gobierno de Lula y el quinto del PT. El PSOL se fundó en 2004, desde entonces han pasado 19 años. Nos expulsaron del PT por luchar contra el mantenimiento de la política económica proimperialista de FHC expresada en el Plan Real, por no aceptar las políticas sociales focalizadas del FMI y el Banco Mundial y por votar en contra de la reforma jubilatoria que atacaba a los servidores públicos. Nuestro compañero Babá, dirigente de la CST y en la época diputado federal del PT, junto con Luciana Genro y la senadora Heloísa Helena (entonces senadora por el PT) se negaron a votar por la privatización de la jubilación de los trabajadores de los servicios públicos y apoyaron la huelga del Servicio Público Federal. Se hicieron conocidos en ese momento como los “radicalizados del PT”, y así desencadenaron la fundación del PSOL. En ese momento, expresando la gobernabilidad con franqueza, el propio Lula afirmó que le gustaría “cambiar” al disidente Geddel (Diputado del PMDB) por el “radicalizado Babá”. Esto ocurrió porque una de las primeras críticas a su gobierno fue el pronunciamiento del diputado Babá afirmando que no confiaba en el ministro Palocci ni como “médico”, ya que el “ajuste fiscal pondría al país en la UTI”. Este fue el perfil fundacional del PSOL, que Babá y CST mantienen hasta el día de hoy. La propia campaña de legalización del PSOL contó con nuestras fuerzas militantes, garantizando el 40% de las fichas de afiliación necesarias, campaña organizada por nuestra compañera Silvia Santos, Pestaña, quien nos dejó recientemente y otros miembros de nuestra dirección, como Mariza Santos, del PSOL PA.
El PSOL, entonces, nació combatiendo medidas como las altas tasas de interés, superávit primario, “autonomía del Banco Central”, liberación de transgénicos, pactos con Sarney, Jader Barbalho, Benedito Lira y los mecanismos corruptos del régimen burgués. El PSOL luchó contra los recortes presupuestarios, la destrucción del código forestal y la represa de Belo Monte. Luchamos contra la represión de los huelguistas en Jirau/Santo Antônio, las invasiones militares en la Maré (comunidad popular de Río de Janeiro), la ley antiterrorista, además de denunciar el ajuste Dilma/Levy. No aceptamos la represión de las jornadas de junio de 2013. Los pactos del PT con el PL, el PP, la IURD, el agronegocio y el MDB, de Sérgio Cabral, Eduardo Cunha o Michel Temer, fortalecieron sectores de derecha y extrema derecha, la mismos ex aliados que llevaron a cabo el juicio político contra Dilma. Muchos de los cuales integraron el gobierno de Bolsonaro, como los militares que lideraron la invasión de Haití en alianza con el imperialismo en los gobiernos del PT. Lula y el PT repiten los mismos errores con la estrategia de colaboración de clases, que genera desmovilización y derrotas para la clase obrera, favoreciendo a la derecha y la extrema derecha. Desde el punto de vista de su organización, el proyecto fundacional del PSOL se expresaba en un partido de militantes, núcleos de base y congresos democráticos, algo cada vez más abandonado.
Al ingresar en el gobierno, el PSOL abandonó definitivamente su independencia
Habrá sectores del PSOL que podrán decir que estamos actuando precipitadamente. Pero están en juego principios no negociables para la clase trabajadora. Por otro lado, la lucha en el PSOL viene de mucho tiempo y la CST siempre ha defendido la independencia de clase en el PSOL. En el último año y medio luchamos para que el PSOL no formara parte del frente amplio de Lula/Alckmin. Nuestra compañera Rosi Messias, coordinadora nacional de la CST, fundadora del PSOL, militante del 8M y militante de las luchas obreras y populares, presentó sistemáticamente esta resolución en todos los foros del Partido, incluso habiendo entregado su cargo en la Dirección Nacional en protesta por incorporarse al frente amplio. En las reuniones de directorio de diciembre y abril de 2023, nos opusimos a la entrada del PSOL en el gobierno de Lula/Alckmin con Ministerios y Cargos y la integración en los gobiernos estatales. Pero, lamentablemente, el nuevo perfil del partido se consolidó en el frente amplio y en el gobierno de Lula/Alckmin. Sabemos que todavía hay valiosos compañeros y compañeras de izquierda que se reivindican socialistas dentro del PSOL. Pero lo cierto es que la entrada del PSOL en el Ministerio fue, y sigue siendo, un tema que no está en debate entre prácticamente todas las fuerzas. No hay ningún bloque que exija la salida del gobierno y el traspaso de cargos. Y, desafortunadamente, todas las fuerzas principales están en el frente amplio de negociaciones para 2024 (que incluye a Eduardo Paes, Barbalho, PSD, MDB y União Brasil). Esta política ya se está poniendo en práctica en Belém do Pará, la capital gobernada por el PSOL, donde la alcaldía es “socia” del gobernador Helder Barbalho. Por otro lado, el próximo congreso del partido legaliza los fraudes de la mayoría e impide el debate democrático. Los plenarios de debate en todo el país se realizarán en un solo mes, lo que impide una supervisión real. En estas sesiones plenarias, los afiliados no necesitan participar en el debate político, y solo pueden llegar cuando sea el momento de votar. Además, no se requerirá ningún documento de identificación al momento de votar. Todo ello permeado por afiliaciones masivas apoyadas por los gobiernos estaduales (provinciales) del amplio frente que conforma el PSOL.
En este escenario estructural -integración al gobierno central, órgano de dominación de clase de la burguesía- ya no existe una verdadera lucha interna. El PSOL selló irreversiblemente su destino al unirse y apoyar al gobierno capitalista de Lula/Alckmin. Cristaliza en la institucionalización, sin eje en la lucha de clases, como partido de escritorios y asesorías. El PSOL está atado a la lógica parlamentaria, al peso del monumental y millonario fondo del partido y de los punteros electorales pagados. Sabemos que el PSOL actual seguirá eligiendo mandatos, pero nunca más jugará el papel que jugó en su fundación como herramienta de la izquierda independiente.
¡La lucha continúa! ¡Seguir en las luchas y en la batalla por una izquierda socialista independiente de los patrones!
La CST (Corriente Socialista de Trabajadoras y Trabajadores), como organización socialista y revolucionaria independiente, no aprueba este proyecto y no se deja engañar por este tipo de crecimiento ligado a los gobernantes y alianzas con los patrones. Seguiremos en los paros, como los de la educación que se están dando ahora y necesitan apoyo, en los paros por el salario y otras luchas de la clase obrera, los jóvenes, las mujeres, los negros y negras, en las luchas ambientales, LGBTQIA+, de los pueblos indígenas y de todos los explotados y oprimidos para hacer crecer nuestras luchas contra el ajuste fiscal y el Marco Temporal, por nuestros derechos económicos y sociales y contra la extrema derecha, fomentando la unidad en las luchas. La CST sigue proponiendo una amplia unidad de acción, uniendo a quienes quieren frenar el Marco Fiscal (Arcabouço), el Marco Temporal, apoyar a los educadores y las agendas obreras y populares. Exigimos a la CUT, CTB, UNE, MST, MTST, Frente Popular Povo Sem Medo y BrasilPopular, a realizar una jornada de lucha (con volantes, asambleas, retrasos de turnos y paros). Al mismo tiempo, seguiremos en las marchas, fábricas, congresos sindicales y estudiantiles, luchando por la independencia de la izquierda, sindicatos y movimientos del gobierno de Lula/Alckmin, gobernadores y alcaldes, en busca de una nueva dirección democrática y de lucha. para la clase obrera y los sectores populares. Esta es la batalla que nuestros dirigentes sindicales de CSP-CONLUTAS, Diego Vitello (Metroviário de SP) y Adriano Dias (de Correios RJ), están dando ahora junto a todos los demás dirigentes de Combate Sindical que luchan en SINTUFF, SINTSEP-PA, SINDTIFES, en Asseio, SEPE, Apeoesp, Sind-UTE, SINDIFES, CPERS, bancarios, viales y otros rubros. Y es lo que también está haciendo nuestra directora de la UNE, Cindy Ishida, y toda la juventud revolucionaria de Vamos à Luta en la base de universidades y escuelas.
Seguiremos defendiendo las banderas fundacionales del PSOL, ahora abandonadas; seguiremos luchando contra los gobiernos burgueses y por la independencia política de la clase obrera. Al mismo tiempo, seguiremos luchando por fortalecer y ampliar un programa de izquierda clasista y consecuente, como las propuestas que nuestra compañera Bárbara Sinedino, dirigente de la CST y del SEPE-RJ, defiende en las luchas y defendió en la última campaña por la Senado en Río de Janeiro. En lugar de un frente amplio con empresarios, banqueros, viejos zorros de la política capitalista, defendemos la necesidad de construir un Frente de Izquierda y Socialista con todas y todos los que no forman parte del gobierno de conciliación de clases encabezado por Lula/Alckmin para actuar juntos en las luchas y también en las elecciones de 2024. Seguimos defendiendo que los mandatos de la izquierda socialista sean puntos de apoyo a las luchas y al clasismo, tal como lo hicimos en el parlamento cuando nuestro compañero Babá ocupaba ese cargo. Huyendo de toda autoproclamación, seguiremos intentando unir a los revolucionarios en Brasil y en el mundo junto a la Unidad Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras – Cuarta Internacional (UIT-FI). Seguimos luchando por un gobierno obrero, sin patrones, por Brasil, América Latina y un mundo socialista. Los invitamos a discutir nuestra visión y conversar sobre la propuesta socialista y revolucionaria que aquí presentamos, participando en las reuniones y plenarios de la CST, dando a conocer nuestro periódico, ayudando a financiar nuestra organización y construyendo junto a nosotros este proyecto político de izquierda independiente.
Brasil, 5 de Junio de 2023
Corriente Socialista de Trabajadoras y Trabajadores (CST), Sección en Brasil de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI)