Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional
El 2 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU avaló el despliegue de una misión militar contra Haití. La resolución impulsada por el imperialismo estadounidense se adoptó con 13 votos favorables y con la complicidad de Rusia y China, que se abstuvieron para permitir su aprobación. El aval del Consejo de Seguridad pretende darle un barniz de legalidad a este nuevo ataque contra el derecho a la autodeterminación del pueblo haitiano. Llamamos a una campaña internacional en solidaridad con el pueblo haitiano, por la expulsión de las tropas extranjeras, la BINUH y el Core Group, y por una salida obrera y popular a la crisis.
La misión, que estará encabezada por el gobierno pro-yanqui de Kenia, no solucionará ninguno de los problemas que atraviesa Haití. De hecho la intervención e injerencia imperialista ha sido una de las principales causas de la crisis, avalando fraudes electorales y apoyando gobiernos derechistas y mafiosos. La abstención de China y Rusia demostró una vez más su complicidad con el imperialismo estadounidense en la agresión contra Haití. Ambos gobiernos permitieron las sucesivas extensiones del mandato de la BINUH, la oficina permanente de la ONU en Haití, y China además participó directamente con cientos de policías en la MINUSTAH.
El imperialismo estadounidense, luego de las derrotas políticas y militares sufridas en Irak y Afganistán, y atemorizado por la fuerza del estallido social de 2020 de la juventud afrodescendiente, ha decidido no enviar tropas directamente a Haití sino convencer a otros gobiernos para que las provean. No logró que Canadá encabezara la misión y finalmente, a cambio de 200 millones de dólares en ayuda militar, logró que Kenia enviara apenas mil policías. Otros gobiernos proimperialistas como los de Jamaica, Antigua y Barbuda y las Bahamas, estarían dispuestos a enviar contingentes mucho más pequeños. Se perfila un contingente mucho más pequeño que el de la MINUSTAH, que llegó a tener más de 12 mil efectivos entre tropas y policías.
El tráfico de drogas hacia EEUU financia en buena medida la compra de armas que fluyen de EEUU a Haití para armar a las pandillas que controlan la mayor parte de la capital haitiana. Muchas de estas armas pasan por República Dominicana, cuyo régimen es un lacayo incondicional de los EEUU y también ha venido solicitando en la OEA y la ONU una invasión contra Haití.
Haití ha padecido la presencia de tropas extranjeras y misiones de la ONU durante la mayor parte de los últimos treinta años. Esta será la décima misión aprobada en este tiempo, incluyendo 13 años de ocupación por parte de la MINUSTAH, que dejaron miles de muertos producto de la represión y la generación de una epidemia de cólera por parte de soldados nepalíes. Todas estas misiones han consumido miles de millones de dólares, que serían necesarios para inversiones urgentes en garantizar la producción de alimentos y el acceso a agua y electricidad para millones de personas, pero solo han servido para apuntalar el poder de una pequeña oligarquía de capitalistas mafiosos, hoy representada por el gobierno de facto de Ariel Henry.
El pueblo haitiano rechaza la intervención imperialista, que solo tiene respaldo en algunos sectores burgueses. Creemos que la solución a los problemas de fondo del pueblo haitiano vendrá de la mano de un gobierno de las organizaciones obreras y populares haitianas.
Apoyamos las exigencias de las organizaciones populares y de izquierda haitianas como el Movimiento Socialista de Trabajadores Haitianos, de que cese la injerencia imperialista y se disuelvan la BINUH y el Core Group. En tal sentido, especialmente denunciamos la hipocresía proimperialista del gobierno de Lula en Brasil, que sigue formando parte del Core Group, del que fue fundador por su rol dirigente en la Minustah. Exigimos que la ONU pague indemnizaciones por los asesinatos, torturas, abusos sexuales y la diseminación del cólera por parte de la MINUSTAH. Exigimos que EEUU y Francia paguen reparaciones por las extorsiones y ocupaciones militares desde el siglo XIX hasta la actualidad. Apoyamos la exigencia de que se ponga fin al gobierno de facto de Ariel Henry y reafirmamos que las soluciones a los problemas de fondo del pueblo haitiano, que son el resultado de largas décadas de gobiernos oligárquicos e intervención imperialista, están en manos del propio pueblo haitiano con la solidaridad con los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Reiteramos nuestro llamado desde la UIT-CI a una campaña internacional de solidaridad con el pueblo haitiano y contra el envío de tropas de ocupación a Haití.