Por: Laclase.info
Ante la escalada represiva del gobierno de Kuczynski, que declaró ilegal la huelga emprendida por las bases de los maestros a mediados de junio, la mayoría de las asambleas de base en lucha adoptó el viernes primero de septiembre la decisión de levantar retomar las clases. La terquedad del gobierno al mantener sus ataques contra la educación pública habían obligado a realizar una huelga que afectaba a dos millones de niños.
El conflicto comenzó en la región del Cusco, para luego cobrar un carácter nacional. Hubo numerosas movilizaciones desde el interior a la capital, Lima, con cortes de ruta e incluso un intento de tomar el aeropuerto de Cusco. La propatronal burocracia sindical maoísta de Patria Roja, contraria a la huelga, fue totalmente desbordada por las bases.
La UIT-CI desarrolló una campaña internacional de solidaridad, difundiendo un manifiesto al que adhirieron dirigentes sindicales y de izquierda de Brasil, Bolivia, Venezuela, Chile, Argentina, México, EE.UU., Turquía, Estado Español, República Dominicana y Reino Unido. El profesor José Luis Quispe, secretario de base del distrito Uchuraccay y militante de Uníos (sección peruana de la UIT-CI), destacó desde Lima la importancia de la lucha librada: «La clase de hoy se llama dignidad, es una de las frases que agitamos en las marchas, ya que de esta forma enseñamos con el ejemplo a nuestros alumnos a luchar por sus derechos en este caso a luchar por la defensa de una educación pública gratuita y de calidad».