Por: Mercedes Trimarchi (Izquierda Socialista, Argentina)
El 28 de septiembre es el Día Internacional por la Despenalización y Legalización del Aborto, jornada que se expresará este año en varias ciudades del mundo con la consigna de #UnGritoGlobal por el #AbortoLegal. En Buenos Aires, desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto se convocó a una marcha federal para el viernes 29 de septiembre a las 17 desde Plaza de Mayo a Congreso.
Si miramos el mapa mundial, el 61% de las mujeres vive en lugares donde el aborto está permitido. El 39% restante tiene restricciones para poder interrumpir de manera voluntaria el embarazo. Este último porcentaje se da en las regiones más pobres del mundo, como África y América latina. El aborto clandestino es la principal causa de muerte de mujeres gestantes y cerca de 47.000 mueren en el mundo cada año por complicaciones relacionadas con la ilegalidad de esta práctica.
La jornada #UnGritoGlobal por el #AbortoLegal se está convocando simultáneamente en varias ciudades del mundo, incluso desde los países en los que ya está conquistado este derecho desde hace décadas, porque los gobiernos en alianza con las iglesias pretenden arrebatarlo amparándose en las políticas de ajustes en salud. Como pretendieron hacerlo en Polonia (2016) y en el Estado Español (2014), intentos que fueron frenados gracias a la movilización de las mujeres.
Otro dato es que en el mundo se producen 46 millones de abortos al año. Es decir que la mitad de los embarazos terminan en abortos. Las causas que llevan a una mujer a interrumpir su embarazo son muchas y personales. Los gobiernos deben garantizar que las mujeres que así lo requieran lo puedan hacer de manera segura.
En la Argentina el aborto está permitido cuando corre peligro la vida o la salud de la mujer, o cuando el embarazo es producto de una violación. Sin embargo, la decisión voluntaria de la mujer de no continuar con un embarazo hoy está prohibida y severamente penalizada. De esta forma, las mujeres tenemos un derecho vulnerado, que es el de decidir sobre nuestro propio cuerpo.
En nuestro país se producen alrededor de 500.000 abortos al año. Las mujeres que cuentan con recursos económicos pueden hacerlo de manera segura en una clínica privada, pero quien no cuenta con 15.000 pesos que aproximadamente cuesta, recurre a métodos insalubres, que dejan secuelas importantes en su salud y cientos de mujeres muertas al año, la mayoría pobres.
Por estas razones, en nuestro país y en el mundo entero tenemos que ser miles en las calles exigiendo aborto legal, seguro y gratuito, tal como lo plantea el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto presentado por sexta vez en el Congreso y que los diputados de Cambiemos, radicales, peronistas, del FPV y massistas se niegan a tratar. Junto con el reclamo del aborto legal seguimos exigiendo educación sexual para decidir y anticonceptivos para no abortar.