Por: UIT-CI
28 de septiembre – Día internacional por la despenalización y legalización del aborto
En el mundo, 1424 millones de las mujeres viven en países donde el acceso al aborto legal presenta algún tipo de restricción. En las regiones más pobres y desiguales como África y América Latina, las mujeres se encuentran con mayores limitaciones para decidir sobre sus propios cuerpos, llegando incluso a países como Nicaragua o El Salvador, donde el aborto es punible en todas las causales. La ilegalidad del aborto es otra medida más del sistema capitalista y patriarcal que pretende mantenernos sumisas y controladas para exacerbar nuestra superexplotación.
Sin embargo, a pesar de la prohibición, anualmente 46 millones de mujeres de todo el mundo deciden interrumpir sus embarazos por diversas causas. Por eso, más de la mitad de los embarazos del mundo terminan en abortos. Pero a causa de la criminalización de la práctica, 47 mil mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas a los abortos clandestinos. Son las mujeres trabajadoras, pobres, jóvenes y migrantes, las que terminan pagando con sus vidas. Como consecuencia, en la mayoría de los países donde no hay aborto legal, el aborto representa la principal causa de muerte de mujeres gestantes. Y esto es así porque mientras grandes laboratorios y clínicas privadas lucran con las costosas prácticas ilegales, los gobiernos patronales e imperialistas encabezados por Donald Trump, de la mano de El Vaticano y otras iglesias, se empeñan en controlar y perseguir a las mujeres que pretenden decidir sobre su maternidad, persiguiéndolas y condenándolas a abortos en las peores condiciones.
Más aun, con su doble moral, la misma Iglesia que defiende a curas pedófilos, que se asocia a gobiernos genocidas y que se opone a los métodos anticonceptivos, es la principal encargada de perseguir y estigmatizar a las mujeres que quieren decidir sobre sus cuerpos y las condenan incluso cuando de se trata de aberrantes violaciones. Tal es el machismo y la persecución a las mujeres que, por ejemplo, en El Salvador, Evelyn Hernández (19 años) fue condenada a 30 años de prisión luego de ser violada y de sufrir un aborto espontáneo. Aquí, junto con el gobierno local y la justicia misógina, fue la iglesia católica la principal institución en condenar socialmente a esta mujer, aleccionando así al resto de las mujeres.
Pero los ataques a los cuerpos y las vidas de las mujeres no solo se dan en los países donde no es legal el aborto voluntario, sino que también, en países donde el aborto tiene largas décadas conquistado, la iglesia «progresista» del Papa Francisco pretende dar su zarpazo contra este importante derecho conquistado, aprovechando la crisis económica y las políticas de ajustes en salud, educación y seguridad social. Tal es así que, en Polonia, en 2016 hubo un gran intento de revertir el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Lo mismo ocurre en Francia y en Italia con muchos médicos que se declaran objetores de conciencia y se niegan a realizar las prácticas. Pero la movilización de las mujeres pudo más. Al igual que las mujeres del Estado Español en 2014, las polacas amenazaron con un gran paro que frenó este nuevo intento de golpe a los derechos de las mujeres. Y recientemente en Chile se dio un gran paso al recuperar la despenalización del aborto frente a algunas causales.
Hoy, en un momento en donde los pueblos del mundo salen a luchar contra los ajustes de los gobiernos capitalistas de todo el mundo y donde las mujeres están encabezando las masivas movilizaciones por #NiUnaMenos, contra la violencia patriarcal y los femicidios, contra la discriminación y la violencia laboral, desde la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional, somos parte del grito global por el aborto legal y llamamos a todas las organizaciones revolucionarias, de mujeres y trabajadores, a sumarse a la jornada mundial de lucha por la despenalización y legalización del aborto.
Este 28 de septiembre, seamos miles en las calles de todo el mundo con el grito global por el aborto legal. Reclamamos educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. Inmediata separación de las Iglesias de los Estados. Los gobiernos capitalistas son responsables de la situación precaria y violenta que vivimos la mayoría de las mujeres. Basta de planes de ajuste que atentan contra la salud y la vida de las mujeres.
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
12 de setiembre de 2017
Para ver video relacionado ir a: https://www.youtube.com/watch?v=FlgTsph5VjU