Por Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
13/03/2025. Donald Trump, con su giro político de avalar la invasión de Vladimir Putín a Ucrania y lanzar una “guerra” de aranceles contra sus viejos aliados capitalistas (Canadá, México y la Unión Europea), está provocando una mayor crisis en el orden mundial capitalista-imperialista. Intenta recuperar todo el poder absolutista de saqueo y sometimiento del mundo del imperialismo norteamericano. En ese marco, intenta derrotar a los pueblos de Ucrania y Palestina.
También está amenazando al pueblo trabajador norteamericano con quitarle sus conquistas, la salud pública y avanzar contra la democracia y todos los derechos ciudadanos. Además, anunció la expulsión de trabajadores migrantes que hace años trabajan explotados con bajos salarios en Estados Unidos.
El objetivo sería intentar superar la crisis de dominación de los Estados Unidos y el “desorden mundial”. Aunque sigue siendo el imperialismo hegemónico desde el fin de la segunda guerra mundial, está muy debilitado. En particular desde sus retrocesos militares, con la histórica derrota en Vietnam en 1975, y los reiterados fracasos posteriores, como la desastrosa retirada de Afganistán después de 20 años de ocupación, sin ningún resultado favorable. Esto se combina con la agudización de la crisis económica capitalista a partir de la crisis del 2007-2008, que no han logrado superar. El propio Trump dijo al asumir: “hoy terminó el declive de los Estados Unidos”, reconociendo la crisis que vienen sufriendo, mientras que afirmó que él va a solucionarla. Esta “solución” es una amenaza de invasiones y saqueos por todo el mundo. Pero con este giro está logrando que se incentive el “desorden mundial” y una mayor crisis del sistema capitalista-imperialista.
El pacto con Putín para repartirse Ucrania
Trump inició una negociación directa con Putin, desconociendo a Volodimir Zelenski, acusándolo de “dictador” y “responsable de la guerra”. Intenta ocultar la invasión rusa del 24 de febrero de 2022, y presiona para repartirse Ucrania entre Rusia y su país, dejando de lado al imperialismo europeo, que quedaría fuera del reparto.
De esta forma, Trump patea el tablero y rompe los acuerdos interimperialistas que vienen de la pos Segunda Guerra Mundial, y hasta pone en cuestión a la misma OTAN. Trump intentaría un pacto con Putin y Rusia para establecer nuevas zonas de influencia, mientras siguen sus choques comerciales con China.
Rusia se quedaría con el 20% del territorio que ya ha tomado, más Crimea, que tomó en el 2014, y Estados Unidos transformaría a Ucrania en una semicolonia propia, planteando ya un contrato para quedarse con los minerales de las “tierras raras” y otros, diciendo que es para cobrarse la limitada ayuda militar que habría dado en estos tres años de guerra, y desconociendo totalmente a la Unión Europea (UE).
De esta forma, Trump se convierte en un cómplice directo de la invasión de Putín a Ucrania y de las masacres, opresión y saqueo del pueblo ucraniano.
Trump apoya el plan genocida del “Gran Israel” de Netanyahu
Pese a los casi 50.000 muertos en Gaza, fruto de los criminales bombardeos y la invasión sionista, el pueblo palestino sigue resistiendo. Israel lleva más de un año de ocupación y bombardeos en busca de una “limpieza étnica”. Pero el sionismo expansionista no ha logrado sus objetivos de terminar con Hamas y la resistencia. Israel tuvo que negociar un “cese del fuego” y liberar más de 600 presos palestinos, de los 10 mil que tiene retenidos, a cambio de 90 presos israelíes en Gaza. Esto fue un triunfo de la heroica resistencia palestina.
También Israel tuvo que retroceder en el Líbano con sus tropas, pese a los golpes que logró infligir a Hezbollah y al pueblo libanés.
Lógicamente esa tregua es frágil. La lucha sigue abierta y ahora Israel ha lanzado una contraofensiva en Cisjordania, en su plan de lograr el “Gran Israel”. Y Trump se sumó a Benjamín Netanyahu impulsando la política de desplazar la población palestina a los países árabes como Egipto y Jordania. Cínicamente dijo que convertirían a Gaza en un lugar turístico.
Ha sido el pueblo palestino de Gaza quien con hechos ya le respondió a Trump que no piensan irse de la Franja. Y centenares de miles, familias completas, volvieron a sus casas, muchas destruidas, del norte de Gaza, de donde los había expulsado Israel. “Gaza es nuestro hogar”, afirman abiertamente los palestinos. Su vuelta es la derrota del sionismo y de Trump. Esto es expresión de la heroica resistencia palestina.
Los gobiernos burgueses árabes, Egipto, Jordania, Arabia Saudita, han rechazado la expulsión de palestinos de Gaza, que tiene el repudio de su población.
La política de Trump del “Gran Israel” abandona la política imperialista denominada de “los dos estados”, mantenida desde la fundación de Israel. Esta fue la política imperialista para dominar Medio Oriente. Aunque esa política de los “dos estados” es falsa, fue para legalizar la existencia de Israel. Nunca Israel aceptó un Estado palestino, y encerraron a los palestinos en Gaza y Cisjordania (un 22% de su territorio histórico). Netanyahu y Trump, ahora con su “Gran Israel”, quieren expulsar a todos los palestinos de Gaza y Cisjordania.
Solidaridad con los pueblos palestino y ucraniano
Contra esta ofensiva de la ultra derecha imperialista internacional encabezada por Trump, hay fuertes resistencias populares que hay que seguir impulsando.
Mantenemos nuestra campaña de solidaridad con la resistencia del pueblo ucraniano, sin dar apoyo político a Zelenski y diciendo: ¡No a la OTAN! ¡Fuera tropas rusas de Ucrania! ¡No al saqueo imperialista de Ucrania!
Solidaridad con la resistencia palestina en Gaza y Cisjordania. ¡No a la amenaza de Trump de intervenir militarmente en Gaza! ¡Repudio total a la limpieza étnica anunciada por Trump! Llamamos a la más amplia unidad de acción internacional, para recuperar las grandes movilizaciones internacionales. Por una Palestina Libre del río al mar.