Por: Partido Socialismo y Libertad (PSL)
De acuerdo con el primer boletín del Consejo Nacional Electoral, el Psuv ganó 196 de las 257 alcaldías cuyos resultados fueron anunciados, y la MUD habría ganado 53. Faltaría la publicación de los resultados de 78 municipios. El partido de gobierno obtuvo además, 22 de las 24 capitales del país. Según estas cifras habría votado más de 9 millones de personas, que representan un 47,3% de los electores, con una abstención de 53%.
No obstante, fue evidente la ausencia de electores en los centros de votación, reflejando que la jornada estuvo marcada por una elevada abstención, que diversas fuentes independientes calculan en más del 70% del padrón electoral.
Distintos comentaristas inventan toda clase de argumentos para explicar la «victoria» del gobierno en las elecciones municipales realizadas ayer 10 de diciembre. Muchos terminan responsabilizando al pueblo que decidió abstenerse. Tal como han hecho previamente el gobierno y los partidos de la moribunda MUD, cuando han sido derrotados.
Pero la realidad que está a la vista de todos es que el gobierno instrumentó un nuevo fraude. Se ratificó lo que ya afirmábamos en una declaración que publicamos previa a las elecciones: «el gobierno se apresta a ejecutar un nuevo fraude electoral, siguiendo el guión instrumentado con la Constituyente y en las elecciones de gobernadores».
El gobierno antes de julio tomó la decisión de retomar las elecciones después de asegurarse el dispositivo fraudulento. No iban a repetir el desastre de las elecciones parlamentarias de diciembre del 2015. A partir de la elección fraudulenta de la Asamblea Nacional Constituyente, se inauguró un nuevo régimen en el cual las elecciones no son un mecanismo para dirimir quién gobierna. El derecho a elegir libremente no está garantizado, pues la ANC tiene la potestad de destituir a cualquier cargo electo y ordenar nuevas elecciones, como lo hizo en el caso de la gobernción del Zulia. El control absoluto del CNE, así como de las instancias del voto automatizado, permiten al gobierno moificar a conveniencia los resultados electorales y perpetrar fraudes masivos. Además de la utilización abusiva de los recursos del Estado, las instituciones y las fuerzas represivas, así como el uso del Carnet de la Patria, como mecanismo de manipulación, control y presión hacia el pueblo.
Estamos en presencia de un gobierno claramente dictatorial, arbitrario, que restringe las libertades democráticas. Sin escrúpulos, tal como lo reflejan la OLP y la brutal represión en las protestas de abril a julio.
Por otra parte, la MUD es una direccion nefasta, que además no tiene nada que ver con los intereses populares. Es una alianza de partidos patronales sin ninguna conexión con el pueblo trabajador. Y lo demostraron hasta la saciedad entre el 2016 y este año. En este proceso electoral mantuvieron una posición ambigüa. No llamaban a votar por ningún candidato, pero tampoco planteaban abiertamente la abstención. No postularon candidaturas pero sí lo hicieron por debajo de cuerda las organizaciones que integran la colación patronal. Todo esto es un reflejo de su crisis y capitulación al gobierno.
El pueblo venezolano está harto de ambos bloques partidistas. Repudia al gobierno que destruyó su nivel de vida y a la oposición burguesa agrupada en la MUD. Los disidentes del chavismo aglutinaron una franja significativa de la votación, un 10% en Caracas, aunque lamentablemente hicieron campañas anodinas, de un oportunismo rampante, sin mencionar a Maduro, sin denunciar su ajuste hambreador ni sus políticas represivas, creando expectativas en que es posible resolver los problemas del pueblo trabajador en el nivel local sin luchar contra el gobierno. En el municipio Simón Planas del estado Lara, el dirigente campesino Ángel Prado derrotó al candidato del PSUV pero el gobierno le arrebató la alcaldía mediante el fraude. Es necesaria una nítida ruptura con este gobierno ajustador y represivo y el reagrupamiento de la izquierda y los trabajadores para levantar una alternativa independiente.
En la mayoría de las ciudades y pueblos del país, los centros de votación lucieron desolados, como era de esperarse ante un escenario de fraude por parte del CNE; rechazo a los candidatos, tanto del gobierno como de los partidos de la MUD. La gente está esperando algo distinto y busca una alternativa para luchar. Hacer una lectura de la jornada de hoy desde lo electoral es limitado. Hay que ir más allá, oír el rumor de descontento que viene desde lo profundo del tejido social.
Ganó la abstención, preparemos la movilización
Nuestro partido en el período previo a las elecciones llamó a no convalidar un nuevo fraude. Exhortamos al pueblo trabajador a abstenerse y a organizarse en sus comunidades y centros de trabajo, para retomar la protesta en la calle contra el gobierno y el brutal paquetazo de ajuste.
Ante la evidencia del fraude y la profundización de nuestra tragedia, insistimos en la necesidad de enfrentar al gobierno con la movilización. Hoy las elecciones sólo son un mecanismo utilizado por el gobierno para mantenerse a toda costa en el poder, seguir aplicando su ajuste patronal, y continuar saqueando las riquezas del país.
Sólo movilizados podremos construir una alternativa política de los trabajadores y los sectores populares e imponer un Plan Económico y Social Alternativo que parta del no pago de la deuda externa, la nacionalización del 100% de la industria petrolera, la confiscación de las propiedades de la boliburguesía y los empresarios de maletín que sobrefacturaron importaciones, reforma agraria y entrega de tierras a campesinos pobres; aumento general de salarios y escala móvil de salarios, contra las restricciones a las libertades democráticas, por la libertad de los presos por luchar y por elecciones libres y democráticas.