Por Prensa UIT-CI
16/7/2025. El 19 de abril de 2025 se realizó en San Pablo (Brasil) un acto unitario de homenaje a la dirigente y fundadora de la corriente trotskista morenista internacional y en Brasil, Zezé Lourenco da Silva, recientemente fallecida. Entre los oradores, que gran parte de ellos reivindicaron a Nahuel Moreno, estuvo Mercedes Petit, dirigente de larga trayectoria en nuestras filas. Posteriormente la dirección de la CST de Brasil le realizó una entrevista. Reproducimos las dos preguntas y respuestas específicas sobre la vigencia actual del legado teórico y político de Moreno.
CST: En un mundo en desorden mundial con Trump, con un genocidio en Gaza y una resistencia todavía en pie, una dictadura capitalista liderada por un partido “comunista” en la China… ¿sigue vigente el legado teórico y político de Nahuel Moreno?
Mercedes Petit: Moreno falleció en enero de 1987.Han pasado casi 40 años. Es indudable que entre fines del siglo XX y comienzos de XXI, se han producidos nuevos fenómenos y hechos políticos inmensos que Moreno no vivió. Como, por ejemplo, la caída del Muro de Berlín, la disolución de la antigua URSS y la restauración capitalista en los países donde se había expropiado a la burguesía. También el crecimiento de la ultraderecha en el mundo o el avance de la destrucción ambiental capitalista. Pero, en lo grueso, el legado teórico y político de Nahuel Moreno sigue vigente. Sus elaboraciones políticas y teóricas, dentro del marxismo revolucionario, siguen teniendo gran actualidad para las nuevas generaciones de revolucionares.
En toda su obra escrita, por ejemplo, siempre combatió a los sectores de la izquierda y del trotskismo oportunista y revisionista, como Ernest Mandel, que pronosticaban que el capitalismo podía aún crecer y desarrollarse. Moreno insistía en lo opuesto, en que el sistema capitalista-imperialista seguía en plena época de la decadencia que ya habían analizado Lenin y Trotsky desde la primera guerra. Y que desde 1968, esa decadencia se había agravado, y se había instalado una crisis crónica de su economía. A décadas de su fallecimiento vemos que la humanidad sufre una hecatombe por la superexplotación, la miseria y hasta hubo una pandemia mundial. El capitalismo vive la peor crisis de su historia. La consecuencia la sufren las masas con miles de millones de personas en la pobreza absoluta. Moreno ratificó la vigencia de la ley de Carlos Marx de la tendencia a la miseria creciente. En el siglo XXI se suma el agravamiento del desastre ambiental capitalista. Por eso Moreno mantuvo y enfatizó la advertencia de Trotsky de ¡Socialismo o Barbarie/Catástrofe! Alternativa que sigue vigente.
Otro aspecto clave de su legado es que Moreno ratificó que los pilares de la fundación de la Cuarta Internacional (1938) seguían vigentes y que la gran tarea es superar la crisis de dirección revolucionaria construyendo partidos revolucionarios en todo el mundo, al calor e interviniendo en las luchas obreras y populares. (1)
CST: Hay sectores que provienen del morenismo y tienen otra visión sobre su legado y consideran que se debe reelaborar y repensar todo de nuevo, desde la Segunda guerra mundial. ¿Qué piensas tú?
MP: Siempre hay que reelaborar y repensar, esto es lo nos enseñó Moreno. El insistía que el marxismo es abierto y que ante nuevas realidades no podemos actuar con esquemas. Pero siempre que esas nuevas elaboraciones tengan una base metodológica marxista correcta.
A la luz de los nuevos fenómenos que Moreno no vivió, por ejemplo, hubo hipótesis suyas que no se dieron. Moreno barajó la posibilidad que con la crisis y caída del estalinismo surgieran corrientes revolucionarias de masas y que eso pudiera contribuir al surgimiento de grandes partidos revolucionarios. Lamentablemente ese pronóstico, por ahora, no se cumplió.
Como este caso puede haber otros puntuales. Pero no modifica en nada la vigencia global de su legado teórico y político. Y esto lo asumimos con más fuerza aun al calor de la dispersión del morenismo desde los años noventa. Fueron los errores de todas y todos los que fuimos la dirección sin Moreno que llevaron a ese retroceso. Así lo asumimos nosotros, en nuestra corriente la UIT-CI, luego de bastante tiempo de discusión, cuando aprobamos un balance autocrítico sobre el período 87-92, en 1997, y que lo hicimos público hace años. Hasta donde conocemos fuimos las y los únicos de la dirección de aquellos años de crisis posteriores a la muerte de Moreno que hicimos una autocrítica respecto de nuestros errores, de nuestras políticas y métodos equivocados.
Por eso, por ejemplo, considero muy equivocados los cuestionamientos a gran parte de la elaboración de Moreno que está haciendo la corriente que se quedó con el nombre de la LIT-CI luego del estallido y división de inicio de los noventa y que aún se presenta como “morenista”.
La dirección de esta corriente publicó un largo texto en su página web titulado “Sobre las situaciones de la lucha de clases nacional y mundial”, en el cual pone en cuestión gran parte de la importante elaboración de Nahuel Moreno.
Desde ya que no tengo espacio aquí para responder a todo lo que, sorprendentemente, señalan en su texto. Solo voy a tomar dos puntos para mostrar las distorsiones y la falta de sustentación de sus críticas y revisiones. Luego de la segunda guerra mundial se fue dando el hecho nuevo de que direcciones no revolucionarias encabezaron revoluciones que avanzaron a la expropiación de la burguesía (Yugoeslavia, China, Cuba o Vietnam). También se avanzó en ese sentido por la ocupación del Ejército Rojo en Europa del Este (Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Checoeslovaquia, Alemania Oriental). En ninguno de esos procesos el sujeto social fue la clase obrera ni tuvieron a un partido revolucionario marxista a la cabeza, tal cual como lo planteaba el marxismo revolucionario. Trotsky, en el Programa de Transición, había señalado que esa posibilidad “era la variante poco probable” o sea un caso excepcional. Pero ocurrió lo opuesto. Ante la confusión generalizada ante los nuevos hechos en el trotskismo de pos guerra, Moreno tuvo el acierto de reconocer esas realidades imprevistas y darle una interpretación correcta sin claudicar a las direcciones estalinistas contrarrevolucionarias o pequeño burguesas (Cuba). Moreno señaló que “la realidad fue más trotskista de lo que los trotskistas habíamos pensado”. Moreno destacó la fuerza de la movilización revolucionaria de las masas en ese período, que dio lugar a las nuevas situaciones, en las cuales se dio el hecho de que lo que Trotsky previa como “poco probable” fue la “norma” o “ley” de las nuevas expropiaciones en la inmediata posguerra. Sin caer ni en el sectarismo (negar los triunfos revolucionarios y las expropiaciones), o el oportunismo (embellecer a las direcciones contrarrevolucionarias), analizó esas realidades y las explicó por una combinación de causas. Ahora, los dirigentes de la LIT-CI, en su texto, distorsionan lo que dijo Moreno al hacer una interpretación falsa de que “fue ley” (citado en punto 14 del texto). Y antes dicen que Moreno criticó a Trotsky por ese pronóstico no cumplido. Esto es falso, nunca Moreno criticó por ese pronóstico a Trotsky, quien, además, había sido asesinado cinco años antes de los hechos. Solo señaló la contradicción y dio su interpretación marxista.
Segundo, los actuales dirigentes de la LIT-CI, afirman que Moreno sacó la conclusión “equivocada” de que era una “ley” y que proponía “proyectar la continuidad necesaria de ese proceso hacia el futuro” (punto 15 texto mencionado). Esto es doblemente falso ya que nunca Moreno escribió en sus textos la palabra “ley”. Y tampoco que eso era lo que iba a predominar o “proyectar” en adelante. Solo lo dijo en una intervención oral (cuya desgrabación se publicó luego de su fallecimiento y sin que la hubiera revisado) como opuesto a “excepción”. Pero lo más importante es que es falso que Moreno hablara de una “ley” en el sentido que daría por descartada nuestra lucha por dirigir a la clase obrera hacia revoluciones socialistas y su triunfo y, menos aún, dejaríamos de construir partidos revolucionarios ya que según esa “ley” el poder obrero y la expropiación lo harían el estalinismo y direcciones reformistas. Es increíble que esta distorsión o falsificación del pensamiento y del programa impulsado por Nahuel Moreno la escriban quienes aún se digan que son morenistas. En los hechos le abren el camino a quienes como el PTS (FracciónTrotskista-FT) o PO, quienes falsifican a Moreno para acusarlo de que se hizo “etapista”, revisando la teoría de la revolución, permanente.
En otra parte de su texto, la dirección de la LIT-CI critica o “descubre”, luego de más de 40 años, como “objetivista” a Moreno y que esa habría sido la causa de “graves errores de análisis y caracterización (punto 91 del texto citado). Según los dirigentes de la LIT-CI el objetivismo “abrió espacio a la expectativa de una rápida superación de la crisis de dirección revolucionaria y masificación de los partidos revolucionarios” (…) “basta imaginar la cantidad de errores en las definiciones de nuestras tareas que debimos haber cometido”. Pero, llamativamente, casi no mencionan ninguno, de la etapa de Moreno vivo. Solo mencionan las Tesis del 90, pero cuando ya no vivía Moreno. Le están echando a Moreno la culpa por los errores posteriores a su fallecimiento. Como decimos en nuestro balance autocrítico, nuestro pecado fue ir contra las enseñanzas de Moreno. Y, además, sinceramente, el texto da toda la impresión de que la dirección de la LIT-CI, quiere atribuirle a Moreno, luego de casi 40 años de su desaparición, sus propias crisis, fracasos y retrocesos como corriente. Más de una vez hemos señalado sus errores sectarios y autoproclamatorios. No fue Moreno el que autoproclamó sectariamente a la LIT-CI desde los años noventa como la única corriente revolucionaria rechazando a otros sectores revolucionarios, incluso provenientes del morenismo. Moreno proponía la unidad de los revolucionarios, el frente único revolucionario, para intentar reconstruir o refundar la Cuarta Internacional. Moreno combatía el sectarismo y la autoproclamación tanto como al oportunismo.
CST: Dinos en pocas palabras ¿qué es ser trotskista hoy?
MP: Hoy en primer lugar es mantener con coherencia y claridad una continuidad con la larga lucha de la clase obrera y los sectores populares y de los socialistas revolucionarios contra el capitalismo imperialista y por el triunfo de los gobiernos de las y los trabajadores y los sectores oprimidos y del socialismo en cada país y en el mundo. Hay más de un siglo y medio de experiencias, algunas exitosas, otras fallidas, desde Marx y Engels y el Manifiesto Comunista hasta la dura realidad actual, cuando vivimos y sufrimos la crisis y derrumbe capitalista más grande de su historia. Ante esto, los trotskistas morenistas decimos que hay que impulsar y apoyar todas las luchas justas, democráticas y anticapitalistas, y pelear por construir nuevas alternativas de dirección, uniendo a los revolucionarios, en la perspectiva de reconstruir la Cuarta Internacional. No es nada fácil, porque la alternativa es socialismo o catástrofe, pero vale la pena dedicar los más grandes esfuerzos con esos objetivos, que para mí son la razón de ser del trotskismo.
1 – Ver tesis 1 de Actualización del Programa de Transición: “Las bases fundacionales de la Cuarta Internacional han sido confirmadas por la historia”-
14/7/2025