Por Prensa PSL
19/08/2025. El gobierno ultraderechista de Donald Trump anunció desde hace varios días una operación militar en aguas del Caribe sur, supuestamente con el fin de enfrentar el narcotráfico.
En tal sentido desplegó tres buques de guerra, a los cuales se suma un submarino nuclear, presente desde hace dos semanas en la zona, que cuenta con capacidad misilística y operaciones de inteligencia, junto a aeronaves de patrulla marítima P-8 Poseidón. El contingente militar incluye además más de 4000 marines.
Está previsto que en las próximas 36 horas, los tres destructores estadounidenses equipados con el sistema Aegis, una tecnología de defensa diseñada para rastrear múltiples objetivos y neutralizar amenazas aéreas o marítimas de forma simultánea, llegarán frente a las costas de Venezuela.
Según el Departamento de Estado, los recursos desplegados buscan “contrarrestar amenazas contra la seguridad nacional de Estados Unidos provenientes de organizaciones narco-terroristas designadas en la región”.
El movimiento de tropas es consecuencia de la orden de Trump del pasado 8 de agosto, para emplear a las Fuerzas Armadas contra carteles de drogas extranjeros.
Este operativo es una nueva amenaza imperialista contra los pueblos del Caribe y América Latina. El mismo gobierno norteamericano a través de sus portavoces ha dicho que se trata de mostrar el poder militar imperialista como disuasión. Es decir, mostrar los dientes, desplegando buques, submarinos y marines en un supuesto enfrentamiento al narcotráfico, con recursos que son propios de un conflicto bélico o de una invasión militar.
El imperialista Trump apela a la zanahoria y el garrote, particularmente contra Venezuela. Primero negocia con Maduro el intercambio de presos norteamericanos con migrantes venezolanos retenidos en la cárcel de Bukele en El Salvador y le otorga una nueva licencia a Chevron para operar en el país, y pocos días después aumenta la recompensa por Maduro, declara al Cartel de los Soles como organización terrorista y despliega tropa frente a nuestras costas.
Esto le brinda a Maduro una oportunidad de oro para presentarse como antiimperialista, el mismo gobierno que entrega nuestra soberanía a empresas extranjeras en el Arco Minero y defiende a capa y espada a la transnacional sionista Chevron.
Por su parte María Corina Machado y sus seguidores aplauden el despliegue militar imperialista, mientras generan expectativas en una eventual acción contra Maduro y el país, mostrando su rostro sumiso y arrodillado a los designios de Estados Unidos.
Desde el Partido Socialismo y Libertad repudiamos la presencia norteamericana en el Caribe y decimos ¡Fuera yankis de América Latina y el Caribe!
Al imperialismo no lo vamos a enfrentar con discursos altisonantes, ni con milicianos, sino afectando sus intereses económicos en el país, expulsando a las transnacionales y empresas mixtas de Pdvsa y del Arco Minero, y demás empresas norteamericanas y de otros países. Haciendo que el petróleo sea 100% venezolano sin transnacionales y gestionado por sus propios trabajadores y trabajadoras, y colocando todos esos recursos al servicio de las necesidades de los trabajadores y sectores populares.