Por Corresponsal de la UIT-CI en Siria
22/8/2025. Una delegación de la UIT-CI realizó una amplia visita en julio de casi dos semanas en Siria. La delegación, que recorrió numerosas provincias del país, sostuvo encuentros con revolucionarios, activistas políticos e intelectuales, y llevó a cabo reuniones muy fructíferas para desarrollar colaboraciones políticas y actividades conjuntas tanto en Siria como a escala regional.
La UIT-CI siempre estuvo del lado de las revoluciones de África del Norte y Medio Oriente apoyando las rebeliones de los pueblos contra los regímenes dictatoriales. En este marco, a diferencia de las corrientes socialistas reformistas que apoyaron al régimen burgués y dictatorial de Bashar Al Assad u otras que permanecieron neutrales, también apoyamos la lucha del pueblo sirio contra el dictador Assad. Lo hicimos desde una posición independiente, sin dar apoyo político a las direcciones rebeldes burguesas islámicas o laicas en la perspectiva de lograr un gobierno de las y los trabajadores y una Siria Socialista.
En consecuencia, la UIT-CI encabezó o participó en numerosas campañas internacionales de solidaridad. Tras el derrocamiento del régimen de Assad, la UIT-CI continúa siendo uno de los más firmes apoyos a la lucha que ahora libra el pueblo sirio contra el nuevo gobierno de Shara, en defensa de las demandas de libertad y dignidad que defendió desde el comienzo. A continuación, se presentan las observaciones de nuestros camaradas durante el viaje.
De Alepo a Damasco, por las sendas de una Siria sin Assad
Llegamos aterrizando en el aeropuerto de Alepo, recientemente abierto al uso. Tras abrazarnos con nuestras camaradas que nos esperaban allí, visitamos, con su guía, el antiguo centro devastado de Alepo y la ciudadela. Aunque habíamos seguido de cerca cómo los bombardeos de aviones rusos y los barriles explosivos lanzados por helicópteros del régimen de Assad destruyeron Alepo, ver por primera vez con nuestros propios ojos aquella destrucción fue igualmente espeluznante. A la tristeza del momento se sumaba el justo orgullo de haber estado siempre junto al pueblo que luchaba contra una de las dictaduras más crueles de la historia mundial, así como la indignación frente a la gran parte de la izquierda que, con diversas excusas, se posicionó junto a este régimen asesino.
Tras las reuniones con las camaradas y amigos en Alepo y Manbij, llegamos a Homs, conocida como “la capital de la revolución”. Aunque el nivel de destrucción en Homs era comparable al de Alepo, nos encontramos con una ciudad más viva y dinámicamente política. Después de las reuniones allí, visitamos también Salamiyah, Misyaf y Qadmus, ciudades en las que el movimiento de izquierda siempre ha sido fuerte junto con Homs. En todas estas ciudades escuchamos las experiencias inmensas acumuladas desde 2011, debatimos sobre la situación política actual y las perspectivas para el futuro.
De Latakia a Damasco y la búsqueda de construir una alternativa socialista revolucionaria
Luego nos dirigimos a la región costera. En Latakia nos reunimos tanto con socialistas veteranos como con jóvenes activistas. Estos últimos eran camaradas que habían visto y padecido la opresión del régimen de Assad, habían luchado contra él, habían sido encarcelados, y que hoy trataban de impulsar la lucha política contra el nuevo gobierno, participando además en campañas de solidaridad. La masacre perpetrada en marzo por milicias progubernamentales contra aldeas alauitas seguía siendo el tema central en la región. Frente a la farsa de investigación del gobierno, las demandas principales de los activistas continuaban siendo que todos los responsables de la masacre fueran juzgados y castigados, y que las personas secuestradas fueran liberadas.
Después de Latakia emprendimos camino hacia la capital, Damasco. Al acercarnos, vivimos sentimientos similares a los que experimentamos al ir de Alepo a Hama. Igual que allí, en las afueras de Damasco, desde Douma hasta la terminal de autobuses de la capital, fuimos testigos de la inmensa destrucción causada por los bombardeos aéreos. Sin embargo, al llegar al centro de Damasco, en tanto capital política, tuvimos la oportunidad de sostener animados debates con numerosos revolucionarios y activistas de diferentes tendencias. El último destino planificado de nuestro viaje era Sweida, pero primero el cierre de las carreteras, luego el estallido de los enfrentamientos y la sangrienta intervención del gobierno impidieron la visita. Ante las masacres perpetradas por fuerzas progubernamentales que recordaban a las matanzas de marzo en la costa, desde ese momento participamos como militantes de la UIT-CI, tanto política como materialmente, en actividades de solidaridad con el pueblo de Sweida.
A pesar del desgaste y la devastación dejados por 14 años de revolución y guerra civil, la energía y curiosidad de los jóvenes activistas, así como la tenacidad y la lucidez de los revolucionarios experimentados, nos transmitieron gran esperanza y optimismo. Tras 54 años de una sangrienta dictadura, las cárceles llenas de presos políticos se han vaciado. Por primera vez, la gente puede debatir abiertamente de política y organizar reuniones políticas. Al mismo tiempo, especialmente en Damasco y en otros lugares donde la izquierda ha sido históricamente fuerte, es posible desarrollar actividades políticas y otras organizaciones sociales o por el juicio y castigo a los crímenes de la dictadura. Todo esto abre la posibilidad de dar pasos en la construcción de una organización socialista revolucionaria.