25/04/2012 – Por Miguel Lamas
El gobierno ha dicho que, ante el fracaso de Repsol, Petrobrás es el «modelo» a seguir para Argentina. Es más. Hubo anuncios públicos de que Petrobrás aumentará su participación en el negocio petrolero de Argentina. ¿Es así?
Cristina, De Vido y Kicillof dicen que Petrobrás es una empresa exitosa, que ha invertido y que aumentó las reservas petroleras de Brasil. En ese sentido es distinta a Repsol, que se limitó a aprovechar los yacimientos en actividad de YPF, que Menem le vendió a precio de gallina flaca. Petrobrás tiene un valor de mercado de 210 mil millones de dólares (la segunda de América y la cuarta del mundo) y ganancias anuales en sus balances por 28 mil millones.
Pero tras el disfraz de «empresa exitosa», se ocultan poderosos intereses imperialistas y del empresariado brasileño, y una enorme burocracia de funcionarios vinculados al PT, partido de gobierno, y a sus aliados.
En Brasil no hubo una privatización total, sino parcial. El Estado tiene el 51% de las acciones, pero el otro 49% cotiza en Bolsa y está en manos de muchos inversionistas, entre ellos multinacionales yanquis y europeas. Una típica empresa capitalista de «economía mixta». Actúa internacionalmente con la lógica de una multinacional y, en Argentina y Bolivia, por ejemplo, actuó igual que Repsol, con escasa inversión a largo plazo, sin explorar y buscando maximizar ganancias a costa de saquear las riquezas y el medio ambiente. En Bolivia controla el 60% del negocio de hidrocarburos y decidió no producir naftas, que Bolivia debe importar. Además, ha obligado a Bolivia, gracias a la «amistad» de Lula con Evo, a venderle el gas sin separación de líquidos (que se hace en todas las petroleras del mundo) y se queda gratis con las gasolinas y gas licuado que salen del gas natural.
También en Brasil, la sociedad con las multinacionales y bancos, hizo que Petrobrás se convirtiera en una agencia de corrupción a escala gigantesca, que involucra a gran cantidad de funcionarios y, por supuesto, a los grandes empresarios y multinacionales.
La entrega «mais grande do mundo»
El mayor escándalo de corrupción se produjo justamente después del mayor descubrimiento de petróleo en la historia de Petrobrás, el llamado «Pre-sal», en la costa brasileña, que ocupa un área submarina de casi 800 kilómetros cuadrados y está a unos 7.000 metros de profundidad, en una región hasta ahora no explorada bajo capas de sal, (por eso su denominación), que se extiende desde cerca de las costas de los estados de Espíritu Santo hasta Santa Catarina, en el sudeste del país. Se calcula que tiene 10 mil millones de barriles de petróleo. Para hacer una comparación, las reservas de Estados Unidos son de 29 mil millones de barriles, y Petrobrás, en toda su historia, descubrió otros 20 mil millones de barriles.
Gracias a los nexos de los empresarios con funcionarios de Petrobrás y el gobierno -a los que suelen contratar como consultores por millones de dólares-, una empresa formada en 2007, OGX, propiedad de Eike Batista, se quedó con el enorme yacimiento ¡Ahora Eike Batista tiene 10 mil millones de barriles! (que en realidad descubrió Petrobrás), es el 8º más rico del mundo y anuncia que producirá 1,4 millones de barriles por día (lo que hoy produce Libia). Esto lo denuncia nada menos que Ildo Sauer, un científico e ingeniero en petróleo que fuera director de gas y energía de Petrobrás entre 2003 y 2007, bajo el primer gobierno de Lula. Sauer dice sin vueltas: «Es el acto más entreguista de la historia brasileña en términos económicos» (entrevista publicada en revista de la Asociación de Docentes de la Universidad de San Pablo).
Evidentemente, esta riqueza que Petrobrás extrae en Brasil y Latinoamérica no beneficia al pueblo brasileño, sino sólo a multinacionales y grandes empresarios y a sus «consultores» actuales o ex funcionarios, no a mejorar la vida del pueblo brasileño. Imaginamos a los «muchachos» de «La Cámpora» refregándose las manos pensando en reproducir en YPF el gran «ejemplo» de Petrobrás.