Por Miguel Ángel Hernández, dirigente del PSL de Venezuela y de la UIT-CI
22/9/2025. Desde hace dos semanas Francia ha sido escenario de grandes protestas contra el nuevo ajuste que pretende implementar el gobierno de Emmanuelle Macron. Miles salieron a las calles el pasado 10 de septiembre con la consigna «Bloqueemos todo».
Las protestas que han tenido su epicentro en París se producen contra el plan presupuestario para 2026 presentado por el ex primer ministro François Bayrou, que preveé recortes de hasta 44. 000 millones de euros y la supresión de dos días feriados.
Como consecuencia de las fuertes protestas, el primer ministro cayó en el parlamento, siendo sustituido por Sébastien Lecornu, quien ha mantenido los ajustes, suprimiendo la eliminación de los días feriados.
El jueves 18 se produjo una huelga general con movilizaciones en las principales ciudades del país, convocada por todas las centrales sindicales (CFDT, CGT, FO, CFE-CGC, CFTC, Unsa, FSU y Solidaires).
La CGT, el más grande sindicato del país, informó que más de 1 millón de personas participaron en las protestas en toda Francia. La marcha más grande se realizó en París, donde se habrían movilizado cerca de 60 mil personas. La misma partió de la emblemática plaza de la Bastilla, símbolo de la Revolución Francesa, y concluyó en la plaza de la Nación.
Se produjeron centenares de bloqueos en calles e instituciones educativas del país, similar a la acción del 10 de septiembre, así como enfrentamientos con la policía especialmente en París, Lyon, Rennes, Marsella y Nantes.
El paro fue seguido ampliamente en el sector educativo, también tuvo repercusión en sitios turísticos de la capital. La Torre Eiffel cerró al público, así como también el Museo del Louvre. También se paralizaron 18.000 de las 20.000 farmacias de Francia.
Por otra parte, un grupo de trabajadores y sindicalistas con bengalas y banderas de Palestina, tomó por 10 minutos la sede del Ministerio de Economía, en el barrio parisino de Bercy, en protesta por las medidas económicas de austeridad adoptadas por el gobierno, que afectan fundamentalmente a los trabajadores, trabajadoras y sus familias.
Los sindicatos exigen la eliminación de los recortes, que incluyen la cancelación del seguro de paro forzoso, el aumento de las medicinas, y la desvinculación de las pensiones de la inflación. Además de pedir la supresión de los recortes planteados por el ajuste de Bayrou, los sindicatos reclaman derogar la impopular reforma de las pensiones de 2023, así como más presupuesto para los servicios públicos y eliminación de impuestos.
Francia atraviesa por una grave crisis económica, como sucede con la mayoría de los países de la Unión Europea. El déficit del año pasado alcanzó el 5,8% del PIB, casi el doble del límite del 3% establecido por la Unión Europea, mientras que la deuda nacional asciende a más de 3,3 billones de euros, aproximadamente el 114% del PIB. pero como es costumbre, los gobiernos descargan la crisis sobre los trabajadores y sectores populares, reduciendo el gasto social y los salarios, todo en beneficio de los empresarios y las finanzas gubernamentales.
Para el próximo 26 de septiembre, el principal sindicato de agricultores (FNSEA) ha convocado a una nueva movilización contra el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI), nos solidarizamos incondicionalmente con las movilizaciones que se vienen realizando en Francia contra el brutal ajuste que el gobierno de Macron-Lecornu pretende descargar sobre los hombros del pueblo trabajador de ese país.
Las protestas en Francia coinciden con las rebeliones en Indonesia y Nepal contra los ajustes que aplican los gobiernos a sus pueblos, en el afán de salvar los negocios de los empresarios y transnacionales, en medio de la profunda crisis económica y política que atraviesa el capitalismo en su fase decadente imperialista.