Por secciones de la UIT-CI en Europa
24/11/2025. Con la amenaza rusa como excusa, la Unión Europea se rearma. En marzo de 2025 la Unión Europea aprueba el Plan ReArm, por el que los 27 países miembros acuerdan un aumento del gasto en defensa de 800.000 millones de euros. 150.000 del fondo común de la UE en préstamos con bajo interés, pero a devolver, 650.000 de aumento del gasto por estados. El plan establece que todos los países de la UE deben comprar al menos la mitad de su armamento dentro del propio bloque para 2030 (hoy compra el 80% en el mercado exterior y el 64% directamente a los EE.UU.). Realizar como mínimo el 40% de sus compras de forma conjunta (en la actualidad apenas el 18%) y elevar el peso del mercado interno hasta al menos el 35% de todo el negocio europeo de armas.
Los gastos aumentarán la deuda pública, aunque no serán computados a efectos de la contabilidad de los déficits, viendo el cinismo de la supuesta ortodoxia económica que sirvió como mantra incuestionable cuando de lo que se trataba era de imponer a Grecia los memorándums, o al estado español medidas de austeridad que hundieron las condiciones de vida de la clase trabajadora.
24 de junio de este año 2025 se reunió la OTAN en La Haya, presidida por Trump. La OTAN estaba en “muerte cerebral” como la definió Macron hace apenas tres años. Putin agitó la amenaza de la OTAN para justificar la invasión de Ucrania. Hoy la OTAN se ha ampliado a Suecia y Finlandia y crece su presupuesto militar. Del objetivo fijado en la cumbre de Madrid del 2022, que era alcanzar el gasto del 2% del PIB para 2029 a fijarlo en el La Haya en el 5% del PIB en gasto militar de los 32 países miembros en el año 2035, como exigía Trump. Un 3,5% destinado a defensa militar y un 1,5% destinado a seguridad militar. Las amenazas de Putin a la OTAN y viceversa engrasan las maquinarias de guerra de los dos mientras imponen a los pueblos recortes en su bienestar.
Pero los aumentos de los gastos militares no tienen que ver con el apoyo a Ucrania, pues lo entregado en ayuda a Ucrania por parte de la UE no alcanza ni a la mitad del aumento de los presupuestos de defensa en los últimos tres años, que fue del 30%. Los imperialismos europeos y el norteamericano han regulado el flujo de armas a Ucrania con el objetivo de permitir una negociación con un Putin debilitado, no derrotado. Estamos con la resistencia del pueblo ucraniano ante la invasión del imperialismo ruso y defendemos su derecho a armarse para hacerle frente. Lo hacemos desde una posición contraria a la OTAN y a los imperialismos e independiente del gobierno neoliberal de Zelenzky.
Una enorme inyección de dinero público a las industrias de armamento. Que la producción interna no tenga un peso importante en el esquema de abastecimiento comunitario, no quiere decir que la industria armamentística europea no sea importante. Al contrario, cerca de un tercio de las exportaciones de armas del mundo son protagonizadas por países europeos, que figuran con cinco en la lista de los 10 países que venden más armamento. La Unión Europea tiene 27 empresas de armamento entre las cien mayores del mundo. EE.UU. 41. Las principales europeas son Airbus franco-alemana, la italiana Leonardo, la francesa Thales o la alemana Rheinmetall. Fuera de la EU, Reino Unido dispone BAE Systems y está la Sueca Saab. Las acciones de las empresas de armamento suben como la espuma, alimentadas por los vientos de guerra y planes astronómicos de rearme. Todos los gobiernos justifican estos aumentos en armamento argumentando la necesidad no sólo de la seguridad, sino de impulsar la economía y mantener puestos de trabajo. Pero la realidad es que la economía de armamento es parasitaria e inflacionista.
Si en el 2009 la UE y los gobiernos rescataron con miles de millones a la banca, ahora lo hacen con la metalurgia y las empresas relacionadas con el armamento, mientras se carga la factura sobre la clase obrera y los sectores populares. La militarización es una respuesta a la crisis profunda del capitalismo. Instalaciones destinadas a construir automóviles se preparan –como ya no lo hicieron en la Gran Depresión de los 30- para una readaptación a la industria de guerra. Con Alemania en recesión, arrastrada por un sector industrial que no levanta cabeza y Francia con graves problemas presupuestarios, las potencias europeas ven como retroceden posiciones en el concierto imperialista mundial. Y, con ese marco de fondo, la inestabilidad política de Francia con la caída de varios gobiernos en cuestión de meses y de Alemania son consecuencia de la división burguesa profunda en los dos pilares de la UE para hacer frente a la situación. Con un sector creciente de la burguesía impulsando la extrema derecha como salida para endurecer la represión e imponer duros planes a las masas.
La Unión Europea, un gigante con pies de barro. Trump exigía parte de ese enorme pastel, y para ello amenazó con aranceles del 30% a los productos de la UE. La Comisión europea rápidamente cedió. El 21 de agosto Trump y Von der Leyen firmaron un acuerdo que consagra la dependencia energética, militar y comercial de EE.UU. 750.000 millones de dólares en energía fósil estadounidense hasta el 2028 (gas natural liquado, petróleo y energía nuclear). 600.000 millones de inversiones de empresas europeas en industrias estratégicas en los EE.UU. Trump se limita a reducir los aranceles al 15%, pero el arancel de las empresas norteamericanas en Europa será de 0. Y obliga a rectificar el plan inicial de rearme que buscaba reducir la dependencia de los EE.UU. pues hay un compromiso de compra militar que se cifra en unos 500.000 millones de dólares.
El acuerdo impuesto por Trump a la UE, demuestra la subordinación de los imperialismos europeos al norteamericano y la pérdida de peso específico de los imperialismos europeos en el concierto imperialista mundial. Cae la cuota de mercado de los imperialismos europeos. Si la UE creció en los cinco últimos años un 5’5%, los EE.UU lo hicieron un 14’8% y China el 33’1%.
Francia es el primer país europeo por gasto en defensa en la 7ª posición, Italia estaría en 10ª, Alemania en la 15ª y Estado español 17ª. Sumados los 27 el cómputo colocaría la UE como segunda potencia mundial. Según el Instituto de Estudios Estratégicos la UE, con 1,97 millones de soldados, la segunda potencia militar del planeta por número de tropa tras China. Es la primera en profesionalización de sus huestes, la mayor fuerza en tanques y blindados, en submarinos y fragatas, y la segunda potencia aérea del globo. No faltan armas, al contrario, sobran. Pero la suma no es real, porque no existe un imperialismo europeo (ni una burguesía europea) que pueda imponer un plan centralizado al conjunto, sino varios imperialismos, muchos de ellos que se desarrollaron enfrentados entre sí. Las empresas europeas compiten entre sí, lo que crea muchas duplicidades y evitan que sus productos sean compatibles. Los intereses de cada burguesía en su estado se imponen a unos supuestos intereses comunes para competir económica o en industria militar con los grandes imperialismos EE.UU. o China.
Una factura que pagará la clase obrera europea y los pueblos oprimidos.
Para que el discurso del rearme sea aceptado desde la UE y los gobiernos han impulsado un discurso de miedo. Advertencias sobre ataques rusos y hasta una tercera guerra mundial, o la necesidad de que se tenga a mano dinero por supuestos ataques informáticos y un kit para poder sobrevivir al menos tres días. Esta política del miedo les permite a la vez que militarizar, justificar el recorte en las libertades y el aumento de la represión interna, como hemos visto en Alemania, Francia o Reunido Unido criminalizando la solidaridad con el pueblo palestino.
Esos enormes gastos en armamento hacen subir la deuda pública y sus intereses. En el primer trimestre de 2025 la deuda de los 27 estados de la UE, alcanzaba los 14’82 billones de euros, un 4’5% más que el año anterior, mientras el PIB lo hacía en 1’5%. Los intereses aun crecían más rápidamente alcanzando casi los 177.000 millones en ese semestre de 2025, un 11’5% más. El pago de la deuda era sagrado y había obligado a establecer su prioridad con reformas de la constitución como en el caso del estado español.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió que el aumento en defensa obligará a hacer sacrificios. El Reino Unido fue el primero en aplicar esa receta, y el primer ministro, Keir Starmer, propuso recortar en el presupuesto del 2025, 5.700 millones en asistencia a discapacitados, salud y ayudas a familias dependientes, y reducirá 10.000 puestos de trabajo público. En Francia ya van varios gobiernos que presentan planes de recortes sociales mientras elevan los gastos de defensa y ante el rechazo popular, caen. En Alemania, la ministra de Economía propuso atrasar la jubilación a los 70 años. El estado español intenta cambiar los nombres para que el rearme cuele con su supuesta política progresista, pero es más que evidente que el dinero que va armamento se quita de los servicios públicos.
Según el informe de Eurostat el 21% de la población, es decir 93,3 millones de personas en la UE estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en 2024, Cada céntimo que va a la defensa es uno de menos que tiene la educación pública, la sanidad, en vivienda digna, en las pensiones, en la lucha contra la pobreza, en la creación de empleo público estable…
El rearme imperialista es una amenaza contra los pueblos del mundo.
Alemania vende a Israel el 30% de sus importaciones de armamento con las que se comete el genocidio del pueblo palestino. Las otras potencias europeas también lo hacen en menor medida. Países de EU también utilizan el pretexto de la seguridad europea para profundizar sus relaciones con el gobierno autoritario de Erdoğan en Turquía. Se instala el debate sobre la posibilidad de emplear al ejército turco, integrante de la OTAN, para garantizar la seguridad de Europa. Se firman nuevos contratos de armamento por miles de millones de dólares con el gobierno turco. La venta de armas es una forma también de apoyar dictaduras que permiten la expoliación de sus recursos a través de multinacionales europeas. El estado español vendía armas a Arabia Saudí en plena ofensiva militar criminal en Yemen. Armas que se ponen al servicio del empobrecimiento y la opresión de los pueblos. Defendemos la resistencia de los pueblos contra los imperialismos y los gobiernos opresores.
Las políticas de rearme también aumentan la militarización de las fronteras de la UE. Es la otra cara de la misma moneda, con una mano se apoya a dictaduras que permiten la expoliación de los pueblos a manos de las multinacionales y se imponen dramáticos planes para la población a través de la deuda, mientras con la otra mano imperialista se reprime a los que huyen de esa miseria y se les criminaliza con leyes de extranjería, para que los que lleguen a la Unión Europea lo hagan desposeídos de derechos laborales y políticos, que permitan a la patronal su explotación brutal en el mercado laboral.
El reciente Pacto de migración y asilo de hace un año endurece las condiciones de entrada, facilita las deportaciones, externaliza las fronteras con acuerdos bilaterales que financian con miles de millones regímenes opresores, como Turquía, Libia, Marruecos, Egipto o Mauritania. La construcción de la Europa fortaleza ha provocado más de 30.000 migrantes muertos o desaparecidos en los últimos 10 años en el Mediterráneo. El presupuesto de 2024 de la UE para Frontex, los operativos de militarización de fronteras, alcanzó los 922 millones euros, con un aumento del 22% en los dos últimos ejercicios. Hay programas de control y detención de la migración con más de 22 países. Sólo Turquía recibió casi 10.000 millones en los últimos años de la UE para reprimir y frenar la inmigración. La Comisión europea ha anunciado que triplicará para el periodo 2028-34 los fondos para migración, gestión de fronteras y seguridad interior hasta los 81.000 M€. Esta política racista y xenófoba da alas a los discursos de la extrema derecha.
Movilizar para derrotar el plan de rearme imperialista.
La lucha contra el rearme imperialista debe poner en pie de guerra la clase obrera, con sus organizaciones políticas y sindicales, a la juventud junto a los sectores populares. Denunciar la política de rearme y su aplicación en cada uno de los presupuestos estatales, contraponiendo las necesidades sociales. La más amplia movilización por:
Ni un euro para el rearme imperialista. Dinero público para salarios, pensiones, puestos de trabajo y servicios públicos.
Abajo la Europa fortaleza: no al Pacto de migración y asilo y las leyes de extranjería.
Basta de complicidad de la UE y los gobiernos europeos con el genocidio sionista en Palestina. Embargo inmediato de armas y ruptura total relaciones con Israel.
Abajo la UE y los imperialismos europeos. Solidaridad con los pueblos que luchan contra la opresión imperialista: con la resistencia palestina y ucraniana.
No a la Unión Europea imperialista al servicio del gran capital, por una Europa unida de los trabajadores/as y los pueblos, por unos Estados Unidos Socialistas de Europa.
19 noviembre de 2025
Militantes de la UIT-Ci en Alemania,
Movimiento por la Liga Marxista Revolucionaria MLMR (Italia),
Partido de la Democracia Obrera IDP (Turquía),
Trabajadores Unidos TU (Portugal),
Lucha Internacionalista LI (Estado español)

































