Crisis económica y política, lucha obrera y popular
La crisis económica genera crisis políticas. El repudio popular a los ajustes está hundiendo a los gobierno de Europa. En Grecia se rompió el tradicional régimen bipartidista. Gobernantes y empresarios están aterrorizados ante las nuevas elecciones griegas del 17 de junio, donde podría ganar la izquierda que le dice NO al ajuste de la Unión Europea.
Mientras se reunían en Berlín el recién electo presidente francés François Hollande y la “dama de hierro” alemana, Angela Merkel, diciendo que iban a acentuar el “olvidado” aspecto del crecimiento, los ministros de la Zona Euro insistían, según el diario inglés The Guardian, en que no se aflojará en lo más mínimo con las duras condiciones a Grecia, que el gobierno griego aceptó el año pasado, para obtener el paquete de “rescate” de la Unión Europea por 130.000 millones de dólares.
¿Pero a quién fueron finalmente esos miles de millones? En gran medida a los bancos alemanes, los acreedores, porque prestaron al gobierno griego para que “rescatara” a sus bancos, que a su vez están asociados a sus pares alemanes, para estafar a los pueblos de Europa. Pero la crisis y el consiguiente ajuste se extienden a casi todos los países, comenzando por Italia, España y Portugal, para que le paguen a los grandes bancos alemanes.
Inestabilidad política
Aunque los trabajadores no cuentan con una dirección para la lucha -traicionados una y otra vez por las burocracias sindicales-, la resistencia obrera y popular ante el ajuste permanente se expresa en huelgas parciales, huelgas generales, en enormes marchas de protesta de sindicatos e “indignados”, y también en un “voto castigo” a los gobiernos del ajuste.
Esta es una cuenta incompleta de gobiernos derrotados en los últimos meses: Portugal (Sócrates), Irlanda (Cowen), Gran Bretaña (Brown), Checoslovaquia (Topolanek), España (Zapatero), Hungría (Gyurcsány), Dinamarca (Rasmussen), Eslovenia (Pahor), Eslovaquia (Radicova), Italia (Berlusconi), Grecia (Papandreu) y Francia (Sarkozy). En las últimas semanas fueron derrotados en elecciones locales el partido Conservador de Camerón en Gran Bretaña y el partido de Berlusconi en las municipales italianas. El gobierno italiano del “técnico” Monti es repudiado masivamente. Y en Alemania fue derrotado el partido demócrata cristiano de Angela Merkel en las elecciones de lands (estados). El diario conservador Bild, de gran circulación, considera que la Canciller ya no tiene “el poder” para imponer su visión en tanto que gobernante de Alemania. ¡Y Merkel es la conducción principal de la Unión Europea!
Capitalistas aterrorizados por Grecia
En Grecia, después de 17 huelgas generales en los últimos dos años, las elecciones dejaron a los dos partidos tradicionales reducidos al 32% de la votación (en elecciones anteriores habían sacado el 77%), y no lograron formar gobierno, por lo cual habrá nuevas elecciones a diputados (que eligen al gobierno) el 17 de junio. El favorito para ganarlas es hasta ahora SYRIZA, la “izquierda radical”, que está contra el memorándum de la Unión Europea, contra un nuevo ajuste y por una moratoria de la deuda. Este partido obtuvo el 17% de los votos en la elección de mayo y el conjunto de la izquierda sumada el 33%.
El caso griego aterroriza a la burguesía, aunque Grecia es un país pequeño (tiene el 2% del PBI de la UE). Temen a su efecto “contagio”, no sólo económico, sino también político, que pueda irradiar a España, Portugal e Italia.
La lucha en Grecia, así como la profundidad de la crisis, es la expresión más avanzada de un fenómeno que ocurre en toda Europa. Contra al freno de las burocracias sindicales y las direcciones reformistas, miles de activistas surgen al frente de las luchas que continúan, esta semana, con una huelga general de centenares de miles de profesores, maestros y estudiantes en el Estado español, y otra huelga de maestros en Francia. La semana pasada pararon 400.000 trabajadores estatales británicos. En cada país es necesario agruparse para imponer en los sindicatos y en las centrales sindicales planes de lucha que unan a los trabajadores y a los “indignados” hasta derrotar al ajuste y exigir, como el pueblo griego, el No pago de la deuda, que la crisis la paguen los capitalistas.
Lo que ocurría años atrás en Latinoamérica (planes de ajustes, luchas enncarnizadas contra los gobiernos de turno), se está trasladando a los pesos pesados del movimiento obrero mundial. La lucha de los trabajadores europeos es clave, porque se dan en el corazón de los países imperialistas. Esa es la importancia, para los trabajadores y pueblos de esos países como para los obreros del mundo. Por eso hay que darles todo el apoyo y solidaridad en esta dura pelea. Y para que impongan un programa obrero y popular ante la crisis.