Por: Uníos Perú
1)La crisis política trazada por la corrupción abrió –por motivos distintos- el proceso de vacancia con Pedro Pablo Kuczynski. Para los neoliberales el problema era como salir de la crisis por un cauce institucional, con impunidad sin desborde popular, teniendo al frente a un gobierno débil y moralmente cuestionado. El apro-fujimorismo creía que no era posible lograrlo con Ppk al frente y por ese apoyó la primera vacancia promovida por el frente Amplio, la cual no prosperó por la abstención del MNP y por el negociado indulto de Fujimori.
2)Ppk se vio forzado recién a renunciar ante el escándalo de los Mamani-videos y el inmenso repudio popular que crecía. Pero nunca reconoció sus mentiras ni fechorías. En relación con la vacancia, la renuncia del Ppk fue la salida políticamente menos riesgosa para el modelo económico. Por eso el parlamento terminó aceptando la renuncia y los medios de manipulación labraron el camino para una salida constitucional segura, contraria a la demanda popular para que se vayan todos.
3)La caída del Ppk representa el fracaso de los tecnócratas y el agotamiento del modelo de acumulación corrupto a favor de los de arriba, de los Odebrecht y de los grandes grupos empresariales nacionales y extranjeros; a pesar de ello, Vizcarra continuará aplicando las mismas recetas neoliberales, serviles al imperialismo y contrarias a los intereses de los trabajadores, de los sectores populares y del país.
4)Vizcarra tiene un pasado y no es casual que ahora lo presenten como el más exitoso gobernador regional (2011-2014) en Moquegua, ocultando que como Ministro de Transporte y Comunicaciones (2016-2017) fue duramente cuestionado por su corrupta intervención en la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cusco), debiendo renunciar para evitar su censura para luego marcharse a Canadá como Embajador. Por ello, creemos que Vizcarra hará lo que no podía hacer Ppk: allanar el camino de la impunidad al apro-keikismo y al empresariado vinculado en los casos de Odebrecht, Lava jato y las constructoras de la corrupción.
5)La crisis política no ha terminado, por el momento se avizora un escenario de aparente gobernabilidad y ello durará mientras Vizcarra sea funcionalmente útil al apro-keikismo, a los intereses neoliberales y a las multinacionales. Pero tampoco se descarta que aparezcan nuevas denuncias que pongan en jaque a Vizcarra y ello explicaría la negativa de Araoz para renunciar a la segunda vicepresidencia. Denunciamos que la presión preventiva de Humala, la extradición de Toledo, la investigación sobre Keiko y el impedimento de salida por 18 meses del país del Ppk, responden más a la presión social que a una real búsqueda de justicia y busca evitar 6) que la indignación no se convierta en movilización popular.
6)En las calles sigue vigente la demanda popular de que se vayan todos y, por el momento, el repudio popular corrió hacia el parlamento. La continuidad del modelo de corrupción, injusticia y desigualdad llevará-tarde o temprano- a que Vizcarra se vea enfrentado con la lucha del pueblo peruano. Desde Uníos creemos que no cabe ninguna confianza al nuevo gobierno y revindicamos el acuerdo del Frente Amplio para que, caiga quien caiga, se vayan todos los corruptos a la cárcel y que se convoquen a nuevas elecciones sin participación de candidatos corruptos. Que no hay cabida para los mismos partidos que han gobernado el país y están envueltos hasta el cuello en la corrupción y en políticas contra el pueblo. Que es necesario organizarnos políticamente, revindicando las banderas del socialismo revolucionario, por un gobierno de los trabajadoras y trabajadoras que libere y forje el desarrollo de nuestro país.