Publicamos esta declaracion del 1° de mayo del PSL, que se redacto antes del intento del golpe del 30 de abril
Partido Socialismo y Libertad/Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma
Este 1ro de Mayo, fecha de lucha de los trabajadores, cuando se conmemoran 133 años de la masacre de Chicago, los trabajadores venezolanos y sus familias viven una gran tragedia, producto del brutal ajuste y de la pavorosa crisis económica y social impuesta por el gobierno. El trabajador no alcanza a vivir, con un salario destruido. El trabajo como mecanismo reproductor de la fuerza de trabajo, ha perdido su función. Los trabajadores en Venezuela se sienten esclavos y sin futuro, por tal razón se van del país. En hospitales, escuelas, universidades, empresas públicas y privadas por miles renuncian. Los servicios están destruidos. En estados con el Zulia, Mérida y Lara los servicios, eléctrico y de agua, no existen. El Metro de CCS está colapsado, con escaleras dañadas, torniquetes que no giran, y debes estar prevenido a quedarte, si no hay luz. Los sistemas de salud y educación están en crisis, y todo esto no es a consecuencia de ningún ataque. Esta es la vil coartada del gobierno para ocultar su responsabilidad en la destrucción del país, en toda su infraestructura y servicios.
No se discuten los contratos, se persiguen, despiden, aterrorizan y detienen a los trabajadores que protestan o disienten, como hemos visto en el Metro de Ccs, Ferrominera Orinoco, -FMO- y Venalum y en el Hospital Universitario de Ccs, -HUC-.
Las medidas del gobierno son contra todos los trabajadores
Con el memorando 2792, el gobierno ha impuesto un retroceso de 90 años a las luchas de los trabajadores. El más brutal ataque al salario, sus escalas y le ha liquidado todas sus incidencias, reflejándose negativamente en las utilidades, las vacaciones, los intereses de prestaciones sociales y la antigüedad muy importante al término de la relación laboral. El gobierno ha destruido las convenciones colectivas y los sindicatos, como herramienta de lucha.
También ha inventado una Sala Técnica cuyo objetivo es atacar los procedimientos legales que facultan el derecho a huelga. Como vemos, el gobierno liquida derechos laborales y las herramientas de lucha de los trabajadores, a la vez que otorga fortalezas al Estado como aparato al servicio de los patronos públicos y privados. Faculta a la Sala Técnica, a devolver los contratos colectivo, siempre que se sospeche que el monto de sus cálculos, “atenta contra la fuente de trabajo”. Al imponer estas reaccionarias medidas el gobierno cuenta con el aval de los “dirigentes” de la CSBT, y el resto del movimiento sindical que se niegan a denunciarlo.
Para el Partido Socialismo y Libertad y la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma, el gobierno les ha arrebatado a los trabajadores sus conquistas fundamentales. Diezmado el poder de compra del salario. Es imposible alcanzar la canasta básica, hoy se encuentra en 2 millones y medio de bolívares, y ha reducido al trabajador a la condición de esclavos, que trabajan por un plato de comida.
Maduro: reprime, detiene, desaparece y despide trabajadores
Pero además este gobierno, encarcela y persigue a dirigentes sindicales y desaparece trabajadores. Los cuerpos represivos entran a las empresas y hacen detenciones, como en el caso de Rodney Álvarez, Alfonzo Román y los compañeros de Venalum y FMO. Triste ha sido el caso del trabajador Ángel Sequea, de Corpoelec, quien fue detenido luego al apagón del 7 de marzo, y apareció muerto un día después en la celda en la que se confinó, y Alí Domínguez, quien también fallece en dudosas circunstancias. El Estado no presenta explicación sobre lo ocurrido, ni ofrece garantías a los detenido. También despide a dirigente sindicales como ha Daillily Rodríguez del Metro de Ccs y José Patines y Jesús Serrano de la Cancillería. Todo esto se oculta y en su afán de popularidad, Nicolás Maduro se sigue presentando como el presidente obrero.
Repudiamos la injerencia imperialista
En marco de la tragedia que viven los trabajadores ocasionada por el falso socialismo chavista, el imperialismo aprovecha la debacle y acecha. Son 20 años de robo, corrupción, entrega de los recursos a las transnacionales petroleras, a la banca y las telecomunicaciones, y del pago de la deuda externa. Es este el marco, en el que el imperialismo y Trump, lanzan una contraofensiva valiéndose del odio del pueblo, al gobierno hambredor y represivo de Maduro, intentando dar un golpe de Estado y amenazando insolentemente con una eventual intervención militar. Nosotros denunciamos y repudiamos la injerencia de Trump, y su marioneta y protegido Juan Guaidó.
El Plan País, anunciado por Guaido y el Frente Amplio, -FA- tienen como propósito un conjunto de medidas contra el pueblo aumentando el desempleo y la miseria. La fantochada de un salario de 30$ anunciada por José Guerra, es la continuación del memorando 2792 del gobierno, es decir: matarnos de hambre. Y la invocada ayuda humanitaria tiene como propósito dividir las FAN y propiciar un golpe de estado. Su objetivo primordial es evitar la acción autónoma e independiente de los trabajadores, para por sus propias fuerzas salir de Maduro y que sigamos pagando la crisis.
Los trabajadores no podemos marchar detrás de verdugos patronales
Ambas marchas son opciones patronales. De un lado Nicolás Maduro, el patrón-estado, responsable de la aplicación del memorando 2792, con el que se imponen una política de ajustes hambreador y represivo. Junto a Maduro, y cuidando sus intereses en el Arco Minero y la Faja Petrolífera del Orinoco los secundan los gobierno de Putin y Erdogán, la CSBT, sirviendo de soporte a la permanencia de Maduro en Miraflores.
Del otro lado, está la convocatoria de Juan Guaidó, con el respaldo del FA, la AN, sectores empresariales y su propuesta de Plan País, el Grupo de Lima, la Comunidad Europea, la ITV y demás centrales, y el tutelaje del imperialismo y Donald Trump.
Ambas opciones pretenden hacer marchar a los trabajadores tras sus verdugos y planes de ajustes. Si algo caracterizó a la gesta de los mártires de Chicago, fue la total independencia política de los patronos y sus partidos y que no podemos marchar detrás de opciones que defienden intereses patronales.
Por eso, somos del criterio que la ITV, que pudo erigirse en una alternativa autónoma e independiente de cualquier variante burguesa, opto por una opción claramente burguesa y pro imperialista encabezada por Guaido, Trump, el Grupo de Lima, y a abandonado la movilización unitaria por los derechos de los trabajadores. Queda claro que no basta con la autonomía frente al gobierno. Ellos olvidan, que los empresarios privados son patronos también, y que es necesario mantener la independencia de los trabajadores, tanto en el terreno sindical como el terreno político.
Hay que salir de este gobierno con la movilización obrera y popular
Quienes militamos en el PSL-Ccura, pensamos que hay que salir de este gobierno, y que esta es tarea primordial de los trabajadores. Y por ello hay que reactivar las movilizaciones de forma unitaria y autónoma de los polos burgueses y empresariales que se disputan la renta petrolera y las riquezas del Arco Minero. Para nosotros no es con la movilización convocada por Maduro y respaldada por Putin y Erdogán y sus planes de hambre o seguir detrás de Guaidó, el FA, en la búsqueda de algún militar corrupto o con ínfulas de empresario o aspirante a golpista y todos protegidos por Donald Trump, que saldremos de Maduro y la tragedia que nos imponen sus políticas. Para nosotros ambas propuestas son burguesas y antiobreras.
Los trabajadores son los convocados acabar con esta pesadilla, y para lograrlo debemos retomar las calles con movilizaciones autónomas e independientes de ambos polos. En ese marco, proponemos la necesidad de levantar una alianza político-sindical de los trabajadores y trabajadoras, independiente de Guaidó y cualquier variante patronal. Que desde ella llamemos a todo el pueblo a movilizarse contra el gobierno de Maduro. Debemos seguir los ejemplos de lucha de Sudan y Argelia. Es hora del debate democrático entre las bases trabajadoras. Hay que hacer un plan de lucha que comprenda las defensa del salario, de los contratos colectivos, los sindicatos, e impongamos la democracia de las bases con asambleas en cada centro de trabajo, discutiendo como nos afecta el moderando 2792 las nefasta política del gobierno.
Debemos acudir a las bases, en cada fábrica, en cada puesto de trabajo y propiciar el debate en asambleas, democráticas y participativas como útil instrumento de unidad de los trabajadores. Debemos pasar a la movilización unitaria, a los piquetes, a los paros, y a todas las formas de lucha que arrojen el debate. Las huelgas, ni los paros, se decretan. Nosotros estamos en contra de convocar a formas de lucha sin la consulta de los trabajadores, como ha sido práctica de muchos, en los últimos años. Somos partidarios de que las formas de lucha incluidas las huelgas sean votadas en asambleas de trabajadores, con la más amplia democracia, para que surjan con el arraigo desde las bases, como hecho consiente. La democracia de las bases es una herramienta educadora, que lleva a la participación y el fortalecimiento de los sindicatos. No hay otra salida, sino la movilización de los trabajadores. Ni Guiado, tutelado por Trump, ni Maduro tutelado por Erdogan y Putin, son alternativas. Solo la movilización obrera y popular puede sacar a Nicolás Maduro. Llamamos al sindicalismo combativo, al activismo de izquierda, hartos de este desastre, a Eduardo Sánchez y a los dirigentes sindicales de izquierda que participaron en la ITV, entre ellos a Marea Socialista, a conformar un polo alternativo que se postule como dirección política de los trabajadores.
Los trabajadores debemos gobernar
Por último, estamos por un gobierno de los trabajadores. Los trabajadores deben gobernar y que el rescate del país, solo estará al servicio de los trabajadores si como clase trabajadora, somos gobierno. Nosotros pensamos que los trabajadores, debemos levantar un Plan de gobierno económico popular, que ponga el país a producir, en el agro y en la industria, siempre guiados por la voluntad de los trabajadores. Donde el petróleo, este en su totalidad en manos de los trabajadores, sin empresas mixtas, ni transnacionales. Fuera todos aquellos que se roban nuestro subsuelo. No al Arco Minero. Se impulse la reforma agraria, y se entreguen las tierras a los campesinos pobres. Se rescaten la educación y el sistema de Salud, Corpoelec y las empresas básicas con el concurso y control de sus trabajadores. Se confisquen y repatrien los capitales y bienes de la corrupción. Libertad para todos los trabajadores presos, empezando por Rodney Álvarez, Alfonso Román y Rubén González, la reincorporación de Deillily Rodríguez, José Patines y Jesús Serrano a sus puestos de trabajo.