Por Laclase.info
Como es ya público, recientemente se conformó una alianza de sindicatos, corrientes políticas y sindicales, para luchar por los derechos de los trabajadores de forma independiente y autónoma a la oposición patronal, encabezada por Guaidó.
Su objetivo es enfrentar la brutal política antiobrera del gobierno de Maduro y repudiar la injerencia imperialista.
En la misma participan Eduardo Sánchez, presidente de SinatraUCV y Fetraesuv, del sector de empleados universitarios, José Bodas, secretario general de la Futpv, Jairo Colmenares, directivo sindical del Metro de Caracas, despedido, Thony Navas, presidente de Sirtrasalud Distrito Capital, Deyanira Romero, secretaria general del sindicato de empleados del núcleo Maracay de la UCV, Horacio Silva, del sector petrolero, Orlando Chirino, coordinador de la corriente sindical C-cura, así como las organizaciones Marea Socialista, Lucha de Clases, LTS, Izquierda Revolucionaria y el Partido Socialismo y Libertad.
La agrupación político-sindical adoptó el nombre de «Trabajadores en Lucha».
A continuación presentamos una declaración pública unitaria, acordada por los integrantes de dicha instancia de trabajadores.
Las trabajadoras, trabajadores y los sectores populares venezolano, atravesamos por la más pavorosa crisis económica y social de las últimas décadas. La industria petrolera está hecha pedazos. La producción de nuestro principal recurso desciende aceleradamente, al nivel que tenía a mediados de la década del 20 del siglo pasado. Las industrias básicas de Guayana están por el suelo, los servicios públicos destruidos. No hay agua ni luz en buena parte del país. El transporte público es un desastre.
Padecemos una hiperinflación indetenible, que destruye nuestros salarios. No se discuten los contratos colectivos. El gobierno aplica un brutal paquete de ajuste, que incluye una mega devaluación, aplicando al mismo tiempo, el Memorándum 2792, mediante el cual beneficia y complace al sector privado, pulveriza el salario, flexibiliza los despidos, intenta desconocer los sindicatos, y las convenciones colectivas. Aplica unas tablas salariales unilaterales e inconsultas, sometiéndonos a salarios de hambre.
Por su parte, la oposición patronal encabezada por Guaidó, apoyada por Trump y el imperialismo norteamericano, busca sacar provecho de esta situación para imponer su política de sometimiento y entreguismo, recurriendo al golpismo y haciendo la peor de las demagogias. El imperialismo ha aplicado sanciones económicas que no hacen más que aumentar los sufrimientos del pueblo, confiscó cuentas del Estado venezolano y activos de Pdvsa/Citgo, dándole el control de miles de millones de dólares. Y desde enero, intentan dar un golpe militar para hacerse con el poder, y aplicar su Plan País, que es más ajuste, privatizaciones, bajos salarios y entrega a los capitales transnacionales.
Ante esta terrible tragedia el gobierno optó por los empresarios, y subastar el país a sectores transnacionales. El gobierno de Maduro es antiobrero, autoritario, antidemocrático y represivo. Es un gobierno que no tiene nada que ver con el socialismo y los intereses de los trabajadores y el pueblo.
Tanto la oposición de derecha y el gobierno nacional tributan al capital, están subordinados a intereses extranjeros, y pretenden mantener los privilegios de sus respectivas élites contra las necesidades del pueblo. Que negocian en función de sus intereses a espalda del pueblo trabajador.
En ese contexto, llamamos a conformar la más amplia unidad de la clase trabajadora en defensa de nuestros intereses y derechos. Para construir una alternativa político-sindical para los trabajadores, autónoma del gobierno, de los partidos de la oposición de derecha encabezados por Guaidó y cualquier otra variante patronal.
Una alternativa de lucha, antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal, que enfrente con la organización y la movilización la intervención imperialista, el golpismo que encabeza Guaidó y demás partidos de la derecha patronal tradicional y la nefasta política del gobierno de Maduro. Que rechace categóricamente la injerencia del imperialismo norteamericano y del Grupo de Lima, pero que también repudie la injerencia de China y Rusia, y cualquier negociación de las grandes potencias a espaldas del pueblo trabajador venezolano.
Estamos por la construcción de un plan de lucha de carácter nacional que se corresponda con los conflictos de los trabajadores que se vienen produciendo a nivel nacional, para enfrentar el paquetazo de ajuste del gobierno de Maduro así como de cualquier variante, como el Plan País que propone Guaidó.
Los trabajadores y trabajadoras debemos salir a luchar por nuestras reivindicaciones fundamentales. Hay que pelear por un salario igual a la canasta básica indexado a la inflación, por nuestras contrataciones colectivas, por un Plan de Emergencia obrero y popular que parta en lo inmediato de importación masiva de alimentos, medicinas e insumos para la producción, y por medidas de fondo como no pagar la deuda externa, que el petróleo sea estatal sin transnacionales ni empresas mixtas, la confiscación de los bienes de los corruptos y de todos los empresarios que han saqueado al país, y por una reforma agraria estructural democrática para terminar con el latifundio, que otorgue tierras, insumos y apoyo técnico a los campesinos pobres.
Exigimos el cumplimiento de los Art. 89 – 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Crbv) y la Ley Orgánica del Trabajo que establecen que los salarios, pensiones, jubilaciones y prestaciones sociales sean indexados a la canasta básica familiar.
Denunciamos la injerencia del CNE y Ministerio del Trabajo en las elecciones sindicales, como obstáculos para la legitimación de los sindicatos, federaciones y asociaciones gremiales.
Exigimos el reconocimiento de los dirigentes sindicales sin ningún tipo de condicionamiento político.
Exigimos la derogación del Memorándum 2792 del 11-10-2018 que pretende coartar la libre negociación de las convenciones colectivas, actas convenios y normativas laborales anteriores y la posición del ministerio para convertirse en el gendarme del capital.
Condenamos la persecución, hostigamiento, acoso y amedrentamiento patronal contra los trabajadores, y organizaciones sindicales.
Basta de que los cuerpos de seguridad del estado (PNB, Faes, Sebin, Cicpc y GNB) arremeten, hostiguen y criminalicen a los dirigentes y las luchas obreras, campesinas y populares.
Condenamos la criminalización de la protesta como un mecanismo de terrorismo patronal.
Reclamamos la derogación de todas las leyes, prácticas y normativas que criminalizan el Derecho a huelga, paro y demás acciones de lucha, cómo un recurso legítimo.
Denunciamos los despidos, directos e indirectos, masivos de los trabajadores y las desmejoras de la condiciones de trabajos existentes.
Exigimos la reincorporación de todos los despedidos por luchar por sus derechos y por retaliación antisindical.
Exigimos libertad plena para los trabajadores, campesinos y demás presos que luchan.
Exigimos la anulación de los juicios de los trabajadores por luchar por sus derechos.
Denunciamos el robo de las prestaciones sociales a través de la reconversión monetaria y la hiperinflación. Y exigimos la indexación de las prestaciones sociales ya causadas
Basta de agresión imperialista. Nos oponemos a las sanciones económicas, y estamos por la devolución de Citgo y de todo lo confiscado.
En función de estos planteamientos, las organizaciones que conformamos este espacio, creemos que la organización y la movilización permanente es deber en la lucha por nuestros derechos a través de encuentros regionales y acciones de protesta. En este sentido nos solidarizamos con las luchas laborales que están en curso, entre las cuales podemos señalar: Hyper Mercado Modelo, Bridgettstone-Firestone, Chrysler, Metro de Caracas, entre otras.
Asimismo, convocamos a acompañar el plan de acciones y movilizaciones en defensa del salario, contra los despidos y solidaridad con los que luchan.