Ante un régimen político fraudulento, siempre se han burlado del voto popular
Ni Evo Morales ni Carlos Mesa representan intereses del pueblo trabajador
Por una alternativa política de los trabajadores para luchar para gobernar con nuestras organizaciones de base.
La oposición electoral de la derecha tradicional que respalda la candidatura presidencial de Carlos Mesa, con el apoyo de Comités Cívicos de varios Departamentos, el CONADE y otras organizaciones han lanzado un paro cívico nacional y están impulsando marchas y bloqueos denunciando un fraude electoral, con la exigencia de que se habilite la segunda vuelta electoral.
Protestas masivas se están registrando en las principales ciudades y expresan no solo indignación por un posible fraude, sino en enorme descontento contra el gobierno de Evo Morales y el MAS.
Gran parte del voto popular por Mesa fue sólo una expresión de voto castigo al gobierno del MAS. Que comprendemos, pero no compartimos. Y gran parte del voto de trabajadores, sectores populares, campesinos e indígenas a Evo Morales fue por la total desconfianza que inspira Mesa en la mayor parte del pueblo trabajador que consideran que puede ser peor. Es decir, se votó por el “menos malo”, sin que hubiera alternativas que expresaran los intereses y demandas del pueblo trabajador, ni de la defensa del medio ambiente, ni de las mujeres trabajadoras, no la de los pueblos indígenas.
Este descontento y desconfianza está totalmente justificada por la historia reciente. Ni Evo Morales ni Carlos Mesa representan intereses del pueblo trabajador. Ambos han gobernado durante años al servicio de transnacionales, patrones y oligarcas.
Mesa como vicepresidente de Goni Sánchez de Losada hasta pocos días antes de su caída, fue corresponsable de sus políticas neoliberales de despidos, privatizaciones y corrupción a favor de transnacionales, agronegocio y grandes empresarios, y contra los trabajadores. También fue corresponsable de la violenta represión tanto en El Alto como en febrero negro y otras.
Evo Morales utilizó el doble discurso, “popular, antiimperialista, socialista y defensor de la Pachamama”. Pero hizo todo lo contrario. Gobernó 14 años, y pese a estar beneficiado el país con altos precios de los hidrocarburos, no eliminó la pobreza campesina, ni la precariedad laboral, está descargando impuestazos contra el pueblo, consolidó la propiedad de la tierra de grandes oligarcas, y fue el máximo depredador del medio ambiente, como se vio recientemente en la Chiquitanía, y está hundido en la corrupción para beneficiar sus propios bolsillos y por favorecer a la agroindustria y transnacionales. Sometió a las organizaciones, comenzando por la COB y reprimió a las que no logró someter, como fueron los casos, entre otros de Yungas (siguen presos sus máximos dirigentes como Franclin Gutiérrez y Sergio Pampa y otros), y Achacachi.
El verdadero fraude contra el pueblo comenzó mucho antes y es un régimen político dominado por un grupo de partidos políticos de los ricos custodiados por sus Fuerzas Armadas. La ley de partidos, reformada el año pasado, excluyó a cualquier posibilidad de alternativa electoral del pueblo trabajador. El Partido de los Trabajadores fue imposibilitado de lograr su legalidad, igualmente quedaron excluidas otras alternativas populares como los yungueños que expresaron su intención de presentar la candidatura de Franclin Gutiérrez, que cumplió 14 meses de prisión con acusaciones sin pruebas. También se anularon las posibilidades de representaciones indígenas.
Carlos Mesa y la oposición política aceptaron esa ley de partidos, que fue la preparación del fraude contra el pueblo. Aceptaron además la repostulación de Evo Morales burlando el voto popular del referéndum del 21F del 2016.
Las denuncias de fraude, expresan una legítima desconfianza en un gobierno que ha mentido sistemáticamente y no tiene escrúpulos en realizar cualquier trampa y ocultación de datos. Sin embargo, también es un hecho fácilmente verificable, que la mayoría del pueblo trabajador, obreros, campesinos e indígenas, ha votado por Evo Morales, pese a su profundo descontento con su gobierno, por su repudio a Carlos Mesa, por su pasado y representar a la vieja derecha, incluso a terratenientes cruceños como su propio candidato a vicepresidente Gustavo Pedraza. Y por no existir una alternativa electoral que defienda sus intereses.
Como lo muestran las rebeliones populares en Ecuador y Chile, asi como las huelgas en Venezuela y otros países, estamos frente a una crisis y ataque capitalista, de las multinacionales y el FMI, a nuestras condiciones de vida y trabajo, que intentarán seguir aplicando en Bolivia con un futuro gobierno capitalista, con más impuestazos, tarifazos, devaluación de la moneda, sea con Evo Morales o Carlos Mesa. Para enfrentar esta amenaza debemos unirnos y prepararnos a luchar en defensa de nuestra vida, familias, derechos y trabajo.
Ante estos hechos ARPT declara
1) No apoyamos los “paros cívicos” y otras manifestaciones cuyo objetivo es la “segunda vuelta” electoral, que en realidad son sólo un apoyo a la candidatura de Carlos Mesa. Tampoco las marchas de cocaleros y otros sectores que dicen “defender el voto popular” y lo que quieren es defender es al gobierno masista.
2) Sí apoyamos, consideramos justos y necesarios los movimientos populares, incluídos bloqueos, manifestaciones callejeras o paros, para enfrentar al gobierno masista en base a la defensa de derechos democráticos y demandas populares, como el caso del COMCIPO potosinista y su defensa del litio; el pliego de demandas de la COD y Comité Civico de Chuquisaca; del magisterio de La Paz y Cochabamba; la movilización de estudiantes de la UMSS para echar al masista rector Juan Ríos de Prado y su supuesta FUL fraudulenta; las demandas de los yungueños de libertad a sus presos y defensa de su producción de hoja de coca; los movimiento en defensa de la Chiquitanía, Tariquia y otros territorios amenazados por agroindustria capitalista y minería, la de la CSUTCB orgánica encabezada por Felipe Quispe para recuperar la organización campesina, la lucha por recuperar las organizaciones de los trabajadores echando a los burócratas sometidos al gobierno, la de los gremiales contra el impuestazo y tantos otros en el país.
3) Contra el falso socialismo y corrupción de Evo Morales y el MAS, contra la vieja derecha siempre enemiga de los trabajadores, llamamos a la unidad a las organizaciones independientes de los trabajadores y de la verdadera izquierda, para construir una alternativa política de los trabajadores para luchar por gobernar con nuestras organizaciones de base.
4) Llamamos al COMCIPO de Potosí, al Comité Cívico y la COD de Chuquisaca, a las organizaciones independientes del magisterio, a la CSUTCB Orgánica, a Adepcoca y Cofecay de Yungas, a convocar a la unidad de organizaciones para defender demandas populares, recuperar nuestras organizaciones, la unidad contra los planes de saqueo y ataque al pueblo trabajador que va a seguir aplicando Evo o Mesa cualquiera que pueda ganar en este fraude contra el pueblo trabajador.
Alternativa Revolucionaria del Pueblo Trabajador (en el Partido de los Trabajadores)
24 de octubre 2019