UIT-CI
El 15 de noviembre ha estallado una impresionante rebelión popular en Irán. Un aumento del 300% del precio de la gasolina y una mayor restricción del racionamiento del combustible a precio subsidiado, ha sido el detonante de las protestas, extendidas a más de cien ciudades, incluyendo varias zonas de la capital, Teherán.
Las consignas populares repudian el aumento de la pobreza asociado al ajuste de la gasolina y también cuestionan al régimen, pidiendo “Muerte al dictador” y “Abajo el gobierno”. Más de cien oficinas bancarias han sido incendiadas, así como decenas de comercios y dos seminarios, vinculados al régimen teocrático. Los manifestantes también han incinerado publicidad del máximo ayatolá Kamenei. Los manifestantes han realizados miles de cortes de ruta en diversos puntos del país.
Las protestas abarcan también las zonas de mayoría árabe y kurda, donde a la opresión política general se añade la opresión nacional y condiciones de mayor pobreza y marginalidad.
La respuesta criminal de la dictadura ha consistido en atacar a los manifestantes desde tierra y aire, a balazos, bombas lacrimógenas, disparando desde helicópteros. Cuando los manifestantes han usado sus vehículos para bloquear las calles, los represores los han vandalizado. Se estima que el régimen iraní ha asesinado alrededor de doscientas personas, hiriendo y deteniendo a miles. El internet ha sido cortado casi en su totalidad para impedir el flujo de la información, mientras el gobierno acusa a los manifestantes de ser agentes de potencias extranjeras. Hay denuncias de desaparecidos. La crisis incluso ha impactado en el parlamento, donde algunos diputados han renunciado.
El presidente Rouhaní, considerado un representante de reformistas y moderados del régimen, ha demostrado con creces la brutalidad de todas las alas del régimen. Ya es el segundo levantamiento durante su gobierno. Entre diciembre de 2017 y enero de 2018, enormes manifestaciones desencadenadas por el agravamiento de la crisis económica, y en las que se exigió el fin de la intervención militar iraní en Siria, fueron también brutalmente reprimidas, así como las protestas de mujeres contra el uso obligatorio del velo.
Las protestas recientes en El Líbano, donde la milicia pro-iraní de Hizbolá cogobierna, y en Irak, han puesto en jaque el dominio de la teocracia iraní en esos países. En Irak la rebelión ha sido duramente reprimida por el gobierno pro-iraní, dejando más de 330 muertos. La crisis económica no solo se explica por el desmedido gasto militar iraní, dada su intervención en apoyo a la dictadura fascistoide de Assad en Siria y en Yemen, así como su apoyo al gobierno reaccionario irakí. La economía iraní también está bajo el impacto de las sanciones yanquis desde el año pasado, como parte de la agresión diplomática y económica de Trump luego de la ruptura de los acuerdos en materia nuclear, impactando fundamentalmente en el pueblo trabajador. Rechazando las sanciones estadounidenses, no obstante reafirmamos que el principal responsable de las penurias del pueblo iraní es el régimen burgués teocrático iraní, que gobierna al servicio de los capitalistas nacionales y extranjeros, ajustando al pueblo para sostener sus ansias de dominación regional mediante intervenciones militares reaccionarias.
¡Todo el apoyo al levantamiento del pueblo iraní! ¡Alto a la represión! ¡Abajo la dictadura de los ayatolás! ¡No al ajuste! ¡Que el pueblo iraní decida su propio destino sin injerencia del imperialismo!
(read in english)