Escribe Federico Novo Foti, para El Socialista 488 (Argentina, 3.12.2020)
Hay una crisis política en Perú donde ya cayeron dos presidentes y continúan las movilizaciones. El Partido de Trabajadores-Uníos, organización peruana hermana de Izquierda Socialista, sostiene una política de independencia de clase y promueve una salida obrera y socialista. En nuestro país, el PTS y el PO vienen realizando críticas valiéndose de citas parciales y soslayando la política de Uníos y su referente, Enrique Fernández Chacón.
El 9 de noviembre, el Congreso peruano votó por la vacancia (expulsión por juicio político) del presidente Martín Vizcarra, que había asumido en 2018 tras la vacancia del anterior mandatario. Esto puso en evidencia la creciente descomposición de la dirigencia peruana y su régimen político, asentado en la Constitución de 1993 del dictador Alberto Fujimori. Los presidentes de los últimos treinta años han sido acusados por corrupción, la cual ha servido para aceitar los acuerdos entre dirigentes y empresarios para sostener un sistema capitalista de ajuste, superexplotación y saqueo. Este año la crisis económica agudizó la pelea por el botín, que terminó con el gobierno de Vizcarra, acusado también de corrupción. El 10 de noviembre asumió la presidencia Manuel Merino. Pero la irrupción del movimiento popular, con fuerte presencia juvenil, liquidó el intento de los partidos patronales de cerrar la crisis política. Las movilizaciones, lejos de defender a Vizcarra, expresaron el hartazgo con todos los partidos tradicionales, contra la informalidad laboral, la falta de acceso a la salud, contra la violencia de género, entre otros reclamos. Las masivas movilizaciones y los cuestionamientos a la represión de Merino, tras los asesinatos de Inti Sotelo y Jack Bryan Pintado, precipitaron su caída. Tras casi dos días sin gobierno, el 17 de noviembre, el Parlamento eligió un nuevo presidente, el liberal Francisco Sagasti, con la intención de salvar al maltrecho régimen político y frenar las movilizaciones. Pero las marchas y los reclamos continúan.
Las posiciones de Uníos y Fernández Chacón
Uníos, organización hermana de Izquierda Socialista en la UIT-CI, y su referente, el histórico dirigente trotskista y diputado Enrique Fernández Chacón, vienen postulando una política independiente y una salida obrera y socialista. Por sostener esta posición Fernández Chacón viene sufriendo ataques de los partidos patronales. Es acusado de “golpista” y de “corrupto”, afirman que tuvo una causa por “delitos contra la seguridad”, cuando esta proviene de la lucha contra la dictadura de Francisco Morales Bermúdez en 1975. Sorpresivamente, desde la Argentina, el PTS y el PO se han sumado al coro de críticas.
Juan Gallardo, del PTS, acusa a Uníos y Fernández Chacón de no levantar “una política independiente”. [1] Cuestiona el voto de Fernández Chacón ante la vacancia de Vizcarra, afirmando que lo hizo “sin emitir una sola opinión al respecto” en el recinto. Sin embargo, el 2 de noviembre, Fernández Chacón presentó una moción en soledad por la vacancia “desde una perspectiva obrera e independiente”. Allí expuso que existe “una lucha entre corruptos”, llamó a terminar con el modelo capitalista señalando que “solo la lucha en las calles traerá un nuevo modelo al servicio de las mayorías populares” y planteó como salida de fondo la lucha por un “gobierno de los trabajadores”. Gallardo reconoce la existencia de dicha moción, pero insólitamente la descarta porque en las redes sociales fue compartida “por tan solo treinta personas”. Con citas parciales intenta también desconocer las posiciones públicas de Uníos y Fernández Chacón llevadas no solo al Congreso sino a las movilizaciones por medio de volantes, pancartas y banderas con consignas como ¡todos a las calles hasta derrotar al gobierno de Merino y sus cómplices! Ni Vizcarra, ni Merino. Ni el Congreso, ni la Constitución fujimorista y “¡por una asamblea constituyente! ¡Por un gobierno de trabajadores! Asimismo, la crítica de Gallardo contrasta con la política impulsada por la CST, organización peruana ligada al PTS, que ante el proceso de vacancia planteó que “Vizcarra tiene que irse”, solo criticando la vacancia por insuficiente. [2]
A su vez, desde el inicio de la crisis, la CST viene sosteniendo como única salida de fondo la elección a una asamblea constituyente. Un planteo limitado a los marcos del régimen burgués, cuando la crisis política que llegó al vacío de poder durante dos días exige difundir la urgente necesidad de luchar por un gobierno de trabajadores.
Gallardo redobla la apuesta y acusa a Uníos de adaptarse al “proyecto de colaboración de clases del Frente Amplio”. Pero Uníos tuvo siempre una posición independiente dentro del FA y la mantuvo tras el anuncio de ruptura de Uníos con el FA, el 2 de noviembre. Durante la crisis política el FA se dividió ante la vacancia de Vizcarra (no apoyaron la moción de Fernández Chacón) y terminó de sostén del nuevo gobierno de Sagasti. Hoy defienden su presupuesto 2021 de ajuste y endeudamiento. En abierta oposición, Uníos y Fernández Chacón llamaron a la movilización y a no confiar en los dirigentes patronales. Gallardo reconoce que Fernández Chacón se negó a votar por Sagasti, pero nuevamente lo soslaya intentando forzosamente ubicarlo junto al FA. Tergiversan la posición sostenida por Fernández Chacón sobrevalorando una votación circunstancial a favor de la diputada Rocío Silva Santibañez, del FA, minimizando lo esencial, que votó contra la designación de Sagasti como nuevo presidente y lo hizo “en contra del reparto de poder” que tejieron los partidos del régimen, incluido el FA. Además, ignora que Uníos viene difundiendo en las luchas, junto a las salidas de fondo, la consigna “ninguna confianza en el gobierno de Sagasti” y plantea “¡abajo el presupuesto de Vizcarra-Sagasti!”. Los hechos demuestran que no existe ninguna adaptación de Uníos al FA.
Rafael Santos, del PO, afirma que un “golpe destituyó a Vizcarra” y desde ahí critica el planteo de vacancia realizado por Fernández Chacón. [3] Pero Vizcarra fue destituido por el mismo mecanismo del régimen político peruano que lo había colocado a él en la presidencia. No hubo ningún golpe de Estado. El PO cede ante el bando patronal del vizcarrismo, que salió a agitar la idea de “golpe” aspirando a sostenerse en el gobierno. Una aspiración que enterraron las masivas movilizaciones populares. Finalmente, sin siquiera chequearlo, Santos afirma que Fernández Chacón “habría votado” por la vicepresidencia de Mirtha Vázquez (Frente Amplio), apoyando a Sagasti. Muy por el contrario, Fernández Chacón votó en contra de la mesa directiva del Congreso, donde fue elegida Mirtha Vázquez, y se negó a votar por Sagasti.
Contra el nuevo gobierno de Sagasti y su plan de ajuste, unidad de los que luchan
Uníos y Fernández Chacón vienen sosteniendo una política principista, llamando a movilizar por todos los reclamos obreros y populares, exigiendo una asamblea constituyente libre y soberana que termine con el régimen fujimorista, y por una salida de fondo por un gobierno de trabajadores. El PTS y el PO intentan desconocerlo. De esta manera solo aportan a la confusión que buscan generar los partidos del régimen para capear la crisis, debilitando así la pelea por una salida obrera y socialista.
Contra todo sectarismo o divisionismo, Uníos plantea: “¡Ninguna confianza al gobierno de transición! […] El pueblo movilizado exige grandes cambios y solo con la movilización permanente y una organización que responda a los intereses de los trabajadores y trabajadoras podremos lograrlo. ¡Organicemos la resistencia en los lugares de trabajo exigiendo el paro general y un plan de lucha a la CGTP y las centrales sindicales! ¡Asambleas en los barrios como aprendimos de la juventud que tiró la Ley Pulpín! ¡Asambleas en escuelas y universidades! Todo para poner en pie la coordinación nacional y unidad de las luchas para enfrentar el nuevo gobierno hasta conquistar la asamblea constituyente libre y soberana y que gobiernen los trabajadores y los pueblos junto con las organizaciones en lucha. Hacemos un llamado a todos los luchadores y luchadoras, organizaciones políticas y sociales, barriales y vecinales a construir juntos este instrumento de cambio que nuestro pueblo exige con urgencia”.[4]
[1] Juan Andrés Gallardo. “Las reales posiciones de Uníos y Fernández Chacón durante la crisis peruana”, LID (24/11/2020).
[2] José Rojas. “¿Es la vacancia presidencial una salida de fondo a la crisis política y a la corrupción presidencial?”, LID Perú (21/10/2020).
[3] Rafael Santos. “Perú: Uníos rompió con el Frente Amplio”, Prensa Obrera (25/11/2020).
[4] Editorial. “Una crisis que estalla, un triunfo del pueblo y las tareas pendientes”, Uníos N° 27 (24/11/2020).