Por Partido Socialismo y Libertad (PSL). Caracas, 8 de enero de 2021.
Diversas organizaciones de mujeres han impulsado una campaña en rechazo a la injusta detención de Vannesa Rosales activista feminista, maestra y defensora de los derechos humanos en la comunidad de Pueblo Nuevo, una comunidad popular al sur del estado Mérida.
Vannesa fue detenida el pasado 12 de octubre de 2020 se le acusa de aborto asistido a terceros sin consentimiento, asociación para delinquir y agavillamiento. Lo que no dice esta acusación es que la compañera defensora y promotora de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer acompañó e informó sobre la interrupción de un embarazo a una niña de 13 años que fue violada por un hombre mayor de edad, plenamente identificado y que se encuentra en libertad plena.
La acusación contra Vannesa ocurre en un país en el que las niñas y adolescentes están expuestas a diversas formas de violencia sexual incluida la violación que muchas veces termina en embarazos forzados. Según un reporte de 2018 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS y UNICEF), Venezuela es el primer país sudamericano en volumen de embarazos no planificados, en el país ocurren 98 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años[1]
En Venezuela el aborto se mantiene bajo el manto de la ilegalidad. El gobierno nos ha negado la posibilidad tan siquiera de debatirlo, dando la espalda a una realidad que obliga a la mujer y a las niñas venezolanas a tener la responsabilidad de un ser humano en un país en el que el salario mínimo es de menos de 1$ mensual, donde acceder a los anticonceptivos es un lujo para la mujer trabajadora y de sectores populares, tal como es el caso de la niña a la que asistió Vanessa.
El gobierno mantiene una política de Estado centrada en la maternidad, afianza el perfil de la mujer – madre – reproductora – cuidadora, sin control sobre sus cuerpos sexualizados y maternizados, mientras el Estado patriarcal y el capital privado se beneficiaban del trabajo flexible, no remunerado, comunitario y solidario de las mujeres.
Los gobiernos machistas y patriarcales de Chávez y Maduro se han concentrado discursivamente en la atención a la maternidad de manera tal que no está sujeto a debate, la división sexual del trabajo, el papel del hombre proveedor, la esposa madre y el Estado garante de este contrato que tanto beneficia y sustenta las relaciones de producción y poder capitalista.
Con esta acusación contra Vennesa Rosales el Estado venezolano pretende invisibilizar el debate sobre el patriarcado, la violencia y la supremacía masculina que se ejerce sobre los cuerpos de las mujeres y las niñas y por el contrario se hace eco de la violencia machista y potencia su poder en forma de violencia institucional.
El ensañamiento con la que se aplica la legalidad contra una feminista contrasta de manera grotesca con la libertad del violador un sujeto plenamente identificado y con orden de captura. Por todo esto es urgente que se libere a Vannesa Rosales, que se encarcele al violador, que se debata ampliamente sobre el aborto en Venezuela hasta lograr la legalización para que las mujeres y las adolescentes dejen de morir, que el feminismo, la defensa de derechos humanos y la sororidad no sean delito, para que las jóvenes puedan acceder a métodos anticonceptivos, que todas podamos contar con educación sexual para decidir y sobre todo para que se reconozca socialmente la autonomía sobre nuestros cuerpos.
En el mundo las mujeres se organizan para exigir la legalización del aborto hasta conquistarlo, tal como ha pasado recientemente con la marea verde en Argentina que producto del debate amplio a nivel social y político, en las casas y en las calles y gracias a las masivas movilizaciones, forzaron al cuerpo legislativo y al gobierno hasta aprobar la ley que saca de la clandestinidad la interrupción del embarazo en Argentina
Mientras tanto en Venezuela impera la penalización y clandestinidad del aborto y hasta del debate sobre el mismo. Ni siquiera existen estadísticas oficiales en las cuales basarse para demostrar que es un asunto de salud pública. Lo que sí es claro y notorio, es que todas, todos y todes conocemos más de un caso de interrupción voluntaria del embarazo.
Una de las razones por las que no se habla abiertamente sobre el tema es que en Venezuela el aborto es penalizado e ilegal, solo es permitido en caso de riesgo de muerte para la madre, y sin embargo queda a juicio de cada médico si practicarlo o no, lo que quiere decir que la mujer aún no tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su propia maternidad, ni siquiera en riesgo de su muerte o cómo consecuencia de una violación.
La lógica burguesa del Estado venezolano pisotea los derechos de las mujeres hace del cuerpo de la mujer y las niñas venezolanas un botín de guerra en medio de una disputa clandestina por la vida, nosotras nos cuidamos entre nosotras mismas para sobrevivir a duras penas al maltrato cruel inhumano y degradante al que estamos sometidas en un sistema machista y patriarcal.
No somos cuerpos inertes a merced de la violencia, el disfrute de otros o a la maternidad obligatoria; la hipocresía, la clandestinidad y el silencio ya no podrán seguir imponiéndose después que Vannsa Rosales la han privado de libertad por ser solidaria y consecuente con los derechos sexuales y reproductivos.
Desde el Partido Socialismo y Libertad invitamos a las compañeras feministas, organizaciones sociales, políticas, mujeres y jóvenes de Venezuela, firmantes del comunicado en defensa de Vannesa Rosales que se exija su inmediata libertad, la encarcelación del agresor de la niña de Pueblo Nuevo en Mérida y que se impulse la movilización y el debate público sobre la interrupción voluntaria y clandestina del embarazo en Venezuela.
¡Aborto legal seguro y gratuito ya!
¡Ni una muerta ni presa por abortar!
¡Abajo el patriarcado!
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir!
[1] https://www.paho.org/venezuela/index.php?option=com_content&view=article&id=407:america-latina-y-el-caribe-tienen-la-segunda-tasa-mas-alta-de-embarazo-adolescente-en-el-mundo&Itemid=0