Por Prensa UIT-CI
Publicado en El Socialista N° 509. 28/7/2021, Argentina
Se presentó la lista de los tres partidos fundadores del FIT (PO, PTS e Izquierda Socialista). Lamentablemente el MST /LIS, de Alejandro Bodart dividió por cargos y presentó otra lista en las primarias, ver anexo (1).
Cerraron las listas para las PASO (primarias legislativas) del 12 de septiembre. En el Frente de Todos (peronismo gobernante) se dio una particularidad, tanto en Provincia de Buenos Aires como en CABA encabezan figuras poco conocidas, lo que dio pie a que algunos periodistas hablen de “candidaturas sin liderazgos”. Pero la realidad es que, más allá de las tácticas electorales y de los repartos de cuota de poder entre los integrantes del Frente de Todos (“albertistas”, kirchneristas y massistas), la campaña sí tendrá un liderazgo claro: la vicepresidenta Cristina Fernández. O sea: el gobierno peronista sabe que se juega un plebiscito sobre su gestión en estos dos años. En el resto del país, donde el Frente de Todos es un acuerdo entre los gobernadores y el peronismo local, no ha primado mayormente la unidad en el oficialismo, el peronismo gobernante va dividido en Santa Fe, Córdoba y otras provincias.
¿Qué refleja todo esto? La crisis de un gobierno que teme verse castigado en las urnas por no haber podido resolver los problemas más acuciantes del pueblo trabajador, después de haber asumido con la expectativa de millones de que su situación iba a mejorar tras los años del ajuste de Macri. Era la ilusión de “la heladera llena”. Sin embargo, nada se soluciona. Salarios y jubilaciones siguieron perdiendo frente a la inflación, continuó aumentando la desocupación y la pobreza alcanzó niveles históricos. Todo consecuencia de un gobierno que comenzó ajustando antes de que empezara la pandemia (recordemos la eliminación de la movilidad jubilatoria), lo siguió haciendo en el primer año del Covid-19 y lo profundizó en 2021, con un recorte del gasto que se reconoce como el mayor de los últimos siete años. Todo al servicio de garantizar los pagos de deuda y las negociaciones con el FMI.
Mientras esto sucede, en el otro gran tema que preocupa al pueblo trabajador -la pandemia- tampoco aparecen soluciones. Suman más de 100.000 los muertos, y se seguirán acumulando, mientras la segunda dosis de la vacunación, avanza con una lentitud exasperante y crece el riesgo de la tercera ola. Ahora la ministra Carla Vizzotti anuncia que todo se solucionará con la llegada de 20 millones de Pfizer, en un nuevo ida y vuelta de esta crisis. Todo porque no se quiere recurrir a la solución más sencilla: incautar las 100 millones de dosis que se produjeron en el laboratorio de Hugo Sigman en Garín. ¡Eso sí que hubiese evitado muertes y la continuidad de los contagios!
Del otro lado del ring electoral está la oposición patronal de Juntos por el Cambio (del expresidente liberal Mauricio Macri). El pueblo trabajador ya los conoce: son los que nos hambrearon durante cuatro años, mientras endeudaron al país con el FMI para garantizar el negocio a sus empresarios amigos. También son los que hoy gobiernan varios distritos (como Larreta en CABA, o los gobernadores de Mendoza o Jujuy), sosteniendo sus respectivos ajustes y enviando a los docentes a contagiarse sin el más mínimo respeto por el riesgo sanitario. Son los de siempre, aunque busquen renovarse con alguna cara nueva ocultando a Macri y peleándose entre ellos por el nuevo liderazgo de la oposición patronal.
Dadas estas dos opciones electorales, que buscan polarizar y, ayudadas por los medios hegemónicos de comunicación quieren aparecer como las únicas y excluyentes, es lógico que prime en el pueblo trabajador la desilusión de los que, confiando inicialmente en el gobierno de Fernández, vieron como este los defrauda. Y que, al mismo tiempo, ya saben que nada bueno para el pueblo trabajador puede esperarse de Juntos por el Cambio.
Esa desilusión, unida en muchos casos a la bronca, muestra que queda entonces un espacio vacante. Es el que nos postulamos a llenar desde el Frente de Izquierda Unidad. El de los que estuvimos, estamos y estaremos apoyando todas las luchas. El de los que denunciamos todos los días la entrega al FMI, a las megamineras, a las multinacionales y a los bancos. El de los que planteamos un auténtico programa alternativo, de emergencia, obrero y popular. Que comience por dejar de pagar la deuda, romper con el FMI y poner un verdadero impuesto a las grandes riquezas. Para que con todo ese dinero garantizar un aumento salarial y jubilatorio de emergencia y un IFE de 40.000 para quien lo necesite. Que prohíba las suspensiones y los despidos. Que ponga todo el dinero que haga falta para dar trabajo genuino con un plan de obras públicas y para atender todas las demandas de las dos pandemias, la sanitaria y la social.
El FIT Unidad se postula como esa alternativa. El 12 de septiembre, sin embargo, tendremos además una tarea adicional. Porque lamentablemente el MST de Celeste Fierro y Alejandro Bodart dividieron presentando una lista contra los tres partidos fundadores del FIT (PO, PTS e Izquierda Socialista). Por eso tendremos que dar cuenta de una doble tarea, enfrentar a los candidatos patronales y sus falsas promesas y al mismo tiempo, defender esta herramienta que tanto nos costó construir, para esa tarea expresada en el propio nombre de nuestra lista 1A: Unidad de la Izquierda. Junto con Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Romina del Plá y Gabriel Solano, y con nuestros candidatos de Izquierda Socialista, como Juan Carlos Giordano, Mónica Schlottahuer, Mercedes Trimarchi y Liliana Olivero, entre otros. Te invitamos a sumarte a esta campaña, difundiendo nuestras propuestas y llamando a votar al Frente de Izquierda Unidad Lista 1A entre tus compañeras y compañeros de trabajo, estudio, vecinos y familiares.
(1) Las razones del divisionismo del MST (integrante de la Liga Internacional Socialista/LIS)
Lamentablemente habrá dos listas del FIT Unidad en las PASO. Es lo que desde Izquierda Socialista quisimos evitar hasta último momento. Pero en esta oportunidad el divisionismo del MST de Celeste Fierro y Alejandro Bodart lo impidió. Al presentar su propia lista para las PASO el MST divide al FIT-U ante los partidos del sistema. Por eso habrá dos opciones: la lista unitaria integrada por PTS, PO e Izquierda Socialista, por un lado, y la otra, solitaria y divisionista, la del MST.
El MST pasó de postular una “Gran Paso de toda la Izquierda” a terminar yendo solo y por separado dividiendo al FIT Unidad. Una política equivocada que toda luchadora y luchador tiene que detenerse a considerar.
En una carta que envió al resto de los partidos del FIT-U tres días antes de que venciera el plazo de presentación de las candidaturas este 24 de julio (ver Periodismo de Izquierda, 21/07/2021), el MST intentó encubrir su política divisionista con una propuesta de “último momento”, cuando lo cierto es que ya había decidido de antemano que iban a las PASO con lista propia.
Cualquiera puede consultar la página web del MST para verificar lo que estamos diciendo. Ahí va a encontrar, por ejemplo, una nota con fecha 8 de julio donde proclaman a Bodart “encabezando la lista del MST a diputados nacionales por la Provincia” y lo mismo se dice de Ripoll y de Luciana Echevarría en Córdoba, o sea, 16 días antes del cierre de las listas unitarias del FIT-U. Como parte de esa misma política también dividieron en las elecciones municipales de Santa Fe presentando el 12 de julio su lista contra la unitaria de PTS, PO e Izquierda Socialista. Bodart en Realpolitik dijo el 14 de julio ante la pregunta del periodista sobre cómo sería la competencia en provincia de Buenos Aires que anunciaba, respondiendo “Bodart-Del Caño”.
Estos hechos demuestran que el objetivo del MST no es ninguna unidad como simula, sino ir a las PASO para competir por los cargos. La misma carta deja esto al descubierto cuando dice textualmente “aunque es prácticamente un hecho que vamos en dos listas a las PASO queremos hacer el último intento para agotar la posibilidad de una lista común”. Y hacen una propuesta que nunca hicieron en la Mesa del FITU, de distribución de candidaturas buscando una mejor ubicación de cargos. Sabiendo que era imposible de aceptar.
El MST argumenta para justificar su divisionismo que “es malo que se consoliden tendencias hegemonistas y personalistas en el frente”. Claro que estamos en contra de todo hegemonismo y lo combatimos. ¿Pero que sería “hegemonismo” para el MST? Según su carta: “No es positivo que siempre encabecen los mismos compañeros o compañeras y que sería muy positivo que los diputados/as electos vuelvan a sus actividades previas después de dos mandatos parlamentarios, como señal clara de que somos distintos a la partidocracia tradicional que se atornilla en las bancas -y los sindicatos- (…) Todo esto es sano, ayuda, dinamiza, da un ejemplo a la clase obrera y ayuda a desenmascarar la práctica de los partidos burgueses”.
Este tipo de argumentación (“no atornillarse en las bancas”) puede sonar bien a los oídos de muchas compañeras y compañeros, pero esconde varias equivocaciones de fondo.
En primer lugar, pinta un panorama falso de que el FIT-U obtuviera cantidades de diputados y con mandatos de años. Es irreal. No existe tal “atornillamiento” que dice el MST. Precisamente el gran logro del FIT-U, que es hasta elogiado desde afuera de la izquierda, es que existe un acuerdo de rotación en los mandatos del cual participan todos los partidos integrantes del Frente. Esto no existe en los partidos patronales ni en los sindicatos.
En segundo lugar, es totalmente equivocado comparar a los dirigentes del FIT con la “partidocracia tradicional” o la burocracia sindical. El MST dice que deberíamos “Dar una señalar clara de que somos distintos a la partidocracia tradicional que se atornilla en las bancas y los sindicatos”. Esto no hace más que favorecer los falsos argumentos de que el problema de los gobernantes es que “se atornillan a sus cargos”, “que no dan paso a una renovación” o que llegan a los cargos y “se corrompen”. Cuando el problema de fondo de los políticos del sistema no es que se “atornillen” a sus cargos o que no se dejen “renovar”, sino que los usan para gobernar para la burguesía, las multinacionales y el FMI. También hemos visto muchas renovaciones que mantuvieron las mismas políticas de ajuste.
El MST dice también que el FIT debe dar ejemplos “a la clase obrera”. Pero la clase obrera sabe muy bien que el divisionismo es liquidador cuando se trata de enfrentar a la patronal y a la burocracia sindical. Lo mismo vale en el terreno político. Dividir para intentar hacer más conocidos a sus propias figuras es debilitar el campo de la clase obrera (en este caso la independencia política conquistada con el programa del FIT Unidad).
El MST habla de “(R)evolucionar a la izquierda” con nuevos “perfiles” y candidatos que serían las y los dirigentes del MST. Pero tampoco es cierto que sean “lo nuevo” en la izquierda. Alejandro Bodart y Vilma Ripoll son viejos conocidos en el ámbito de la izquierda. Incluso ambos ya han sido legisladores varios años. Pero el problema son las trayectorias. Alejandro Bodart fue legislador por CABA como integrante del frente de centroizquierda que encabezaba Pino Solanas enfrentando al FIT.
Ese argumento también lo usan en Córdoba para cuestionar a nuestra compañera Liliana Olivero, la referente de la izquierda más conocida y hasta reivindicada por propios y extraños, puesto que se ganó merecidamente en la lucha de clases y por ser abanderada de la unidad de la izquierda y de la lucha de las mujeres en esa provincia. En Córdoba se presenta el MST como lo “nuevo” y “renovador” con Luciana Echevarría, pero tampoco es así. Porque la compañera Echevarría, años atrás, fue candidata y legisladora provincial del MST en una alianza electoral que encabezaba Luis Juez, que terminó siendo embajador del gobierno de Mauricio Macri.
El MST dice a su vez “tenemos matices y queremos mostrar nuestro perfil” en las elecciones. Pero todos tenemos matices entre los partidos que conformamos el FITU, por eso somos partidos distintos y el FITU es una unidad. La pregunta es la siguiente: ¿Por “matices” provocan un divisionismo funcional a los partidos tradicionales? Además, decir que van a hacer valer esos matices y su perfil en las PASO, ya es un adelanto que van a direccionar la campaña contra la lista unitaria del FITU y no contra los candidatos patronales.
También dice que el FIT es “sectario y cerrado a la participación de referentes de la izquierda anticapitalista en lo social, ambiental, cultural, de los DDHH o feminista-lgbti sobre la base del correcto programa del FITU”. ¿Pero quién les ha cerrado las puertas a referentes de esos sectores? Nadie. ¿O acaso no se les ha propuesto a Luis Zamora y al Nuevo Mas a que se sumen y se han negado lamentablemente una vez más?
El MST critica al FIT por sectario y cerrado, pero su “amplitud” lo llevó a sellar acuerdos con Luis Juez y Pino Solanas. Luego fue con el Nuevo Mas contra el FIT en 2017. Y cuando decidió incorporarse al FIT, en 2019. se lo aceptó sin ninguna traba ni condicionamiento, más que aceptar el programa y un criterio sensato en su ubicación como cuarta fuerza del FIT, acorde a los resultados electorales previos de cada fuerza. Hasta se le puso el aditamento “Unidad” al Frente de Izquierda para mostrar ese nuevo paso unitario. Pero ante la primera elección que lo ponía a prueba como la de este año, y desconociendo el arduo y trabajoso espíritu unitario mediante acuerdos, consenso, equilibrios entre las distintas fuerzas y la rotación de las bancas que vinimos construyendo con el FIT, el MST divide al FIT-U en las PASO.
Llamamos a la vanguardia obrera, popular, de mujeres, juvenil y barrial a sacar conclusiones y a fomentar políticas unitarias para seguir fortaleciendo al Frente de Izquierda Unidad. Eso se concreta hoy en apoyar y votar por la izquierda que se une en estas PASO para enfrentar con más fuerza al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio. Votar a la lista 1A “Unidad de la Izquierda» que integramos unidos PTS, PO e Izquierda Socialista.
Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista
24 de julio de 2021