Por Juan Carlos Giordano, Diputado Nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
El pasado sábado 16 de octubre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó un discurso en el Encuentro Nacional de Jóvenes de La Cámpora en la ex ESMA. Tocó varios temas e hizo definiciones sobre la actualidad del peronismo. Señaló “el peronismo está más vigente que nunca”. Lo hace en un momento crítico, donde el Frente de Todos que ella integra acaba de perder cinco millones de votos en las PASO y sufre una enorme crisis política.
En su conferencia buscó elevar la puntería, hasta con argumentos históricos, para tratar de poner un freno a la grave crisis que vive el peronismo y su gobierno. Millones que lo apoyaban lo abandonan o descreen. Entre ellos miles y miles de jóvenes.
Cristina lo reconoció. Dijo que entre el peronismo y el macrismo de Juntos en elecciones anteriores sacaban el 90% y ahora bajaron al 70% graficando que hay un 30% que se va a los “extremos”. Uno de ellos “son los que quieren expropiar todo”, aludiendo al Frente de Izquierda, aunque no lo mencionó explícitamente. El otro sería Milei. Mostró así su preocupación de que sectores de la clase trabajadora y de la juventud voten o simpaticen con el Frente de Izquierda Unidad.
¿Qué dijo Cristina para tratar de salvar al peronismo? Su afirmación central es que “el peronismo está más vigente que nunca”, argumentando contra la izquierda y el socialismo. Trata de demostrar que el peronismo es la alternativa porque busca un “capitalismo con control y distribución estatal”. Supuestamente sería opuesto a un capitalismo “sin el rol del Estado” como sostienen el macrismo y la ultraderecha de Milei.
Cristina dijo que el capitalismo es “el sistema económico de producción de bienes y servicios que se ha demostrado más eficiente”, y recordó la caída del Muro de Berlín en 1989, rematando su definición con que el “sistema socialista o comunista” fracasaron.
Cabría preguntarse entonces, si fuera cierto que el capitalismo “se ha demostrado eficiente” y el “peronismo sigue vigente” porque lo “regula, ordena y controla”, cómo es posible que estemos cada vez peor. Han pasado distintos gobiernos, entre ellos varios peronistas (el de los años ´70, los ´90, los doce años K y los dos años del Frente de Todos) y Argentina solo exhibe más indigencia, desigualdad social, dependencia y depredación ambiental. Desde la caída de la dictadura en 1983 ya pasaron 38 años, 30 de los cuales gobernó el peronismo. El debate es muy necesario entonces.
Hay una sola explicación. Ni el capitalismo es “eficiente” para la clase trabajadora y el pueblo, ni el peronismo “regula y ordena” en beneficios de los de abajo.
Cristina dice que el capitalismo es el sistema más eficiente, cuando es el que nos ha llevado a la amenaza actual de la humanidad y de la naturaleza. No hay un capitalismo especulativo-malo (Macri) y otro productivo-bueno (peronismo). El capitalismo es un único sistema mundial en beneficio de una minoría. Y el socialismo no fracasó. Fracasó un falso socialismo burocrático. Por eso las masas tiraron abajo el Muro de Berlín y esos regímenes dictatoriales que desde Izquierda Socialista y el FITU repudiamos.
Cristina habló de una relación virtuosa entre “capital y trabajo” … ¡pero siempre termina ganando el capital! No hay ningún “rol del Estado” que pueda evitar ese “desbalanceo”, como graficó ante los jóvenes. Las reglas capitalistas no funcionan como dice Cristina. El sistema capitalista-imperialista es para salvar a unos pocos y hundir en la desesperación a millones.
Fue Cristina quien enarboló la frase de que en su gobierno los empresarios “se la llevaban en pala”. Ella misma recordó una charla que tuvo con un importante empresario de la alimentación para recordarle que en su gobierno hicieron super ganancias, preguntándose por qué ahora “no la quieren”. “Es un problema cultural de anti peronismo”, les dijo a los jóvenes.
Recordemos cuando Cristina se sacaba fotos con los Ceos de la Barrick, cuando trajo a Repsol que nos saqueó el petróleo y el gas y luego hizo un pacto secreto con Chevron. Por eso no es cierto que en 2003 cuando asumió el peronismo kirchnerista se dieron millones de puestos de trabajo y hubo una “cadena social ascendente”. Si fuera así, no hubiera perdido las presidenciales en 2015 con el macrismo de los tarifazos y el endeudamiento sideral.
Cristina solo critica la “concentración del capital”. ¿Pero qué hizo su gobierno contra ello? Los grandes grupos siguieron manejando monopólicamente la industria alimentaria, las petroleras y gasíferas se llevaron nuestros recursos naturales, siguieron las privatizadas y los bancos fueron otros de los grandes ganadores de su “modelo”.
El rol del Estado que reivindica Cristina es para seguir salvando las ganancias capitalistas. Esa es la cruda realidad. Lo prueban los actuales incentivos a las multinacionales de hidrocarburos, el agronegocio, las retenciones cero a Toyota, los 35 proyectos mega mineros en danza y fundamentalmente el “rol del Estado” para beneficiar a los usureros de la deuda y al FMI.
Cristina les dijo a los jóvenes que “con Néstor le dijimos chau al FMI”. Pero fue para la tribuna. En 2006 le pagaron de contado 10 mil millos de dólares al Fondo Monetario predicando que se terminaba el endeudamiento y no iba a haber más dependencia económica, mientras en los 12 años de gobierno peronista kirchnerista se pagaron 200.000 millones de dólares de deuda y la misma aumentó de los 190.000 millones originarios a 240.000 en 2015. Y llevó a cabo el canje de deuda que venía de la dictadura reconociendo a los usureros bonos devaluados cuando había sido el Argentinazo el que impuso el no pago. Ahora, bajo este nuevo gobierno peronista del Frente de Todos se pagaron 12.000 millones de deuda y se está negociando el endeudamiento que nos dejó Macri hasta con el aval de una ley del Congreso. Propuesta de la cual coinciden tanto el peronismo, el macrismo de Juntos y los “libertarios” Milei y Espert. Solo el FIT Unidad está en contra.
El FIT Unidad lucha para poner las riquezas del país al servicio de combatir la miseria y la destrucción ambiental, no para beneficiar a una minoría parasitaria de empresarios, bancos y oligarcas. Solo suspendiendo los pagos de la deuda externa y rompiendo con el FMI, nacionalizando la banca y el comercio exterior, reestatizando las privatizadas bajo control y gestión de trabajadores y organizaciones de usuarios y planificando la economía en beneficio de las amplias mayorías saldremos adelante. Combatiendo al capitalismo y luchando por otro sistema, el socialista, con plena democracia para los trabajadores y el pueblo.
Pasando en limpio estas reflexiones, decimos que si se quiere tomar de referencia el histórico 17 de octubre podríamos decir que, para lograr la justicia social, la independencia económica y soberanía política tienen que gobernar los trabajadores y el pueblo. Algo que nunca ocurrió, aunque la ex presidenta haya dicho que “el peronismo tuvo la impronta de incorporar a los trabajadores al sistema de decisión de la política nacional”.
No se trata entonces de reinventar al peronismo con recetas que ya fracasaron sino de empujar denodadamente para que se siga fortaleciendo una alternativa política de los trabajadores, las mujeres, la juventud y de la unidad de la izquierda como lo estamos haciendo con el Frente de Izquierda Unidad.
Mientras seguimos este rico debate con los trabajadores y la juventud, el 14 de noviembre llamamos a votar por diputadas y diputados de izquierda que en las calles y en el Congreso sigan apoyando los reclamos obreros y populares y de esa manera se siga fortaleciendo una alternativa política obrera y socialista para combatir los males capitalistas.