Por Juan Carlos Giordano, Diputado Nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad, sección argentina de la UIT-CI
17/11/2021. Los resultados del 14 de noviembre volvieron a confirmar la derrota del gobierno, aunque la quiera disfrazar de “triunfo”. Juntos por el Cambio ganó, pero esperaba más. Se produjo un repunte de los neofascistas Milei y Espert. Y la izquierda logró una votación histórica. El FIT Unidad obtuvo 1.264.238 sufragios en todo el país, conquistando la mayor bancada de la izquierda en el Congreso con cuatro diputadas y diputados nacionales. Y otro hecho inédito, el logro de varios concejales en el conurbano bonaerense, mostrando que la izquierda crece paralelamente a la ruptura obrera y popular con el peronismo.
El gobierno peronista del Frente de Todos fue el gran derrotado. Bajó al 33% actual, su porcentaje más bajo de todas las legislativas desde 1983. “Se pasó de un peronismo unido que le permitió ganar las elecciones en 2019 a una derrota estrepitosa en tan solo dos años, mostrando su crisis y a una base obrera y popular que en gran parte le dio la espalda”, decíamos en el balance de las PASO. Ese quiebre con el peronismo se ratificó el 14 de noviembre. La desazón y el descontento con el gobierno se transformaron directamente en ruptura, yendo una parte muy importante a engrosar los votos de la izquierda.
El gobierno perdió por nueve puntos en el país. Fue derrotado en las provincias con mayor caudal electoral, empezando por la estratégica Provincia de Buenos Aires (contra Santilli que hasta hace poco era vicejefe de gobierno porteño), CABA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza. Ganó solo en provincias pequeñas. El dato de color fue en la Santa Cruz “de los Kirchner”, donde gobierna Alicia: el Frente de Todos salió tercero. A esto hay que sumarle que Cristina perdió el quórum propio en el Senado, una catástrofe directa contra el kirchnerismo puro.
El gobierno quiere transformar la derrota en triunfo por haber acortado unos puntos en Buenos Aires (del 33 al 38%) y haber revertido los resultados en Chaco y Tierra del Fuego. En todo caso, estos datos impidieron un mayor desbarranque político, al no evitar su traspié.
El gobierno apeló al aparato tradicional y presionó a sectores que no habían votado en septiembre. El macrismo de Juntos, aunque volvió a ganar, no logró superar su porcentaje de las PASO. El gobierno podría mantener la primera minoría en Diputados, y aunque Cristina y el Frente de Todos perdieron el quórum propio en el Senado, al macrismo no le alcanza para controlarlo. Ante esto el gobierno “festeja”, pero el proceso de crisis del peronismo sigue vigente.
La nueva derrota electoral se da por la pérdida de amplios sectores obreros y populares, que le volvieron a dar la espalda al peronismo de Alberto, Cristina, Massa, a la CGTCTA y a los referentes de los movimientos sociales afines. Rompieron con un falso discurso “contra la derecha” que encubre un ajuste al servicio del FMI.
Mientras el gobierno pedía el voto para frenar al macrismo, les robó a los jubilados y es el responsable del crecimiento de la indigencia, de una inflación que llegó al 52% interanual y la permanencia del robo salarial y jubilatorio. En esto no hay diferencias entre Alberto y Cristina, más allá de los desplantes públicos entre ellos. Cristina acaba de dar la orden para avanzar en el acuerdo con el FMI que representará un mayor ajuste.
El discurso de Cristina a los jóvenes de La Cámpora el día anterior al 17 de octubre pasado, recordándoles los años excepcionales de 1945 donde hubo enormes conquistas sociales, que no volverán, diciéndoles “el peronismo está más vigente que nunca”, fue un intento para evitar que una parte de los votos se le vayan a la izquierda. No le funcionó. La histórica votación del FIT Unidad servirá de acá en más para redoblar la pelea por superar al peronismo, por una alternativa obrera y socialista que combata los males capitalistas, no que conviva con ellos.
El macrismo y la UCR de Juntos ganaron, pero…
El PRO y la UCR de Juntos fueron ganadores, aunque no era el resultado que esperaban. Se reflejó en las caras largas del domingo, en especial en el búnker de la Provincia de Buenos Aires. Esperaban una mayor diferencia y se quedaron solo un punto arriba del Frente de Todos (39,81% a 38,53%). En todo el país no lograron el número de diputados que necesitaban para controlar solos la Cámara. No obstante, lograron resultados muy elevados en algunas provincias, como el 54% en Córdoba y Entre Ríos. Juntos por el Cambio se postula ahora como posible recambio electoral para 2023, ante una mayor debacle peronista.
Parte de la ruptura y descontento lo capitaliza electoralmente esta oposición patronal, aunque el porcentaje del 42% que sacó es similar a elecciones pasadas, con el dato de que bajó en CABA con Vidal. Fue beneficiado por “un voto dirigido a castigar al gobierno más que a beneficiar a la oposición”, según describió muy bien en su editorial del pasado lunes 15 el director de Clarín, Ricardo Kirschbaum. Es decir, se usó al macrismo de Juntos para repudiar al gobierno, más que por apoyar su programa, sin generar entusiasmo en su electorado ante una coalición que cuando gobernó lo hizo a tarifazo limpio y endeudamiento serial. No hubo giro a la derecha sino voto castigo. Sale beneficiado el tándem Larreta-Vidal-Santilli versus Macri-Bullrich. Y los radicales con Morales o Cornejo darán pelea en la interna presidencial. Este triunfo no puede ocultar su crisis, como se vio en el propio anuncio de los resultados con caras largas y sin festejos. Siguen las peleas internas que vienen desde la derrota de 2019.
El voto a Juntos no significa una salida favorable para el pueblo trabajador. Por eso seguiremos insistiendo a los trabajadores y jóvenes con que, para enfrentar al peronismo, no va el macrismo. Uno de sus slogans de campaña fue “hay que frenar” al Frente de Todos en el Congreso. Pero sabemos que en muchos temas cruciales “no hay grieta”, ya que cuando se trata de votar leyes para garantizar los pagos de la deuda, por ejemplo, o salvar las ganancias capitalistas de multinacionales, petroleras, el Biodiésel o al “productor de ovejas” Benetton, votan juntos, tanto macristas como peronistas.
El voto a Milei y Espert
Milei creció del 13 al 17% en CABA, logrando dos diputados nacionales (310.000 votos), y Espert sacó 596.723 sufragios y tres diputados al Congreso. Este es un resultado muy negativo porque se trata del crecimiento de figuras neofascistas en el país. Lamentablemente, canalizan el voto equivocado de sectores juveniles y populares que rechazan la corrupción y la miseria que provoca el sistema capitalista y sus políticos patronales tradicionales.
Se denominan “economistas no políticos” y levantan propuestas ultraderechistas, antiobreras y retrógradas. La escena del patotero armado que apuntó al público en el acto de Milei lo muestra de cuerpo entero. Lo mismo la reivindicación por los ataques vandálicos a locales de partidos de izquierda. Espert llegó a decir que hay que meter bala tipo pena de muerte a los delincuentes (queso gruyere), y defiende a rajatabla a la policía bonaerense. Milei y Espert se dicen “antisistema” pero defienden lo peor del sistema capitalista, desconociendo incluso el cambio climático.
Milei recoge el voto más de derecha de los halcones macristas, que quedaron con la sangre en el ojo por no aplicar un mayor ajuste cuando gobernaron. Por eso Milei le comió bancas al macrismo, tildando de tibio a Larreta y hasta de “comunista”. También los apoya un sector juvenil de derecha que odia a “la política”, a las conquistas de derechos de las mujeres, o dice que el encierro en la cuarentena fue criminal, muchos de ellos antivacunas como Milei. Espert, quien hasta último momento negoció ir en las listas de Juntos, recibió el voto de sectores derechistas o de listas evangelistas que no pasaron las PASO, y de algunos sectores fundamentalistas anti K. Otros son atraídos por el discurso contra la “casta política”, pero se les está cayendo la careta. Milei se reunió con Macri diciendo que no era parte de la casta y que con Bullrich podrían ir juntos en 2023.
Milei y Espert copian a Trump, Bolsonaro y a la ultraderecha de Vox del Estado Español. Habrá que ver si estos personajes crecen por fuera de sus distritos. Algunas listas provinciales se han referenciado en Milei, quien fue a hacer un acto en La Rioja. No son una expresión nacional organizada. Se verá más en concreto hacia las masas su verdadero rostro en su actuación como diputados. Estos son políticos que hay que combatir, llamando a la juventud trabajadora y estudiantil a no dejarse engañar por sus frases rimbombantes.
Elección histórica del Frente de Izquierda Unidad
El FIT Unidad otra vez volvió a ser noticia nacional, generando un alto impacto y reconocimiento entre los luchadores no solo de Argentina sino también de otros países. Nunca la izquierda logró cuatro bancas nacionales en una misma elección. Tampoco había logrado concejales en el conurbano bonaerense, mostrando su inserción en las barriadas obreras y populares. Lo mismo podemos decir del diputado nacional conquistado desde Jujuy. Y en CABA conquistó una diputación nacional que no lograba desde hace veinte años con Zamora, aunque ahora lo hace la izquierda unitaria y revolucionaria. Si a esto le sumamos que obtuvimos 1.264.238 votos, siendo tercera fuerza nacional, ya no estamos hablando sólo de una gran elección sino de registros históricos que nunca se dieron. Estamos en presencia de un giro a izquierda de una importante franja obrera y popular, del movimiento de mujeres y de la juventud, de vecinas y vecinos de los barrios populares, jubiladas y jubilados y de la simpatía que recoge el Frente de Izquierda con el sindicalismo combativo, que va en sus listas contra la burocracia sindical. Es un premio a la unidad de la izquierda que conquistamos desde el 2011, donde nuestro partido Izquierda Socialista ha sido el gran impulsor y defensor. Este gran paso se dio también por la coherencia en haber enfrentado consecuentemente a todos los gobiernos capitalistas, del color que sean. Y porque hemos postulado una salida de fondo, defendiendo el salario, las jubilaciones, enfrentando los despidos, contra la megaminería, el saqueo y la contaminación, y señalando que el país se sigue hundiendo por pagar la deuda externa y cumplir con el FMI. Somos los verdaderos antisistema, contra este capitalismo explotador y depredador del ambiente.
En provincia de Buenos Aires fue donde más crecimos, con un 33% más desde las PASO, logrando 596.723 votos y con excepcionales performances en el conurbano. Esto posibilitó conquistar dos bancas nacionales por Provincia de Buenos Aires, con Nicolás Del Caño (PTS) y Romina Del Plá (PO), que las compartirán con nuestros compañeros y actuales diputados nacionales por Izquierda Socialista, Mónica Schlotthauer y quien escribe esta nota, entre otros. Se conquistaron también dos legisladores por la Tercera Sección electoral, con Guillermo Kane (PO) y Graciela Calderón (directiva de Suteba La Matanza y dirigenta de Izquierda Socialista). Y se lograron dos concejales por La Matanza, Merlo, Moreno, José C. Paz y en Pringles, uno en Morón y en otros distritos se está peleando en el escrutinio definitivo (ver páginas 8 y 9).
También logramos una banca por CABA encabezada por Myriam Bregman (PTS), que compartirá con Vanina Biasi (PO) y Mercedes de Mendieta (Izquierda Socialista), y dos legisladores, con Gabriel Solano (PO) y Alejandrina Barry (PTS), quienes compartirán con Pablo Almeida y Mercedes Trimarchi respectivamente, ambos de Izquierda Socialista. Y otra banca nacional por Jujuy encabezada por Alejandro Vilca (PTS).
Resultados y perspectivas
La elección dejó huellas de preocupación. Distintos analistas han dicho que tanto el Frente de Todos como el macrismo “no enamoran”. Que ambas opciones patronales tienen un “límite” de crecimiento, y que tienden al declive. Hacen referencia a que en Argentina como en Latinoamérica hay un descontento “contra el sistema político” y que en particular el peronismo ya no es garante como “capitán de tormenta”. Esto refleja el hartazgo de amplias mayorías populares contra quienes vienen gobernando, que vienen siendo repudiados en las urnas y en las calles. Esta preocupación se liga al crecimiento de la izquierda. El famoso tercio del que habló Cristina, que perdieron el peronismo y el macrismo en estos años y del que, según sus dichos, una parte fue al “extremo” de la izquierda.
El gobierno queda más débil para aplicar el mayor ajuste que se viene. Por eso llama al consenso y al diálogo. Le quedan dos años de mandato mientras crecen la miseria y la marginalidad social, como se vio al grito “que se vayan todos” en la marcha de repudio al asesinato del kiosquero de La Matanza. Las luchas seguramente crecerán, augurando un 2022 caliente. Y allí daremos batalla por una nueva dirección sindical y política. En lo sindical, se acaba de ganar ATEN Capital y otras seccionales y el gremio docente de Chubut (Atech), ambos contra burocracias peronistas. Se ratificó la conducción del Sutna y se prepara para dar pelea el Sarmiento, con el “Pollo” Sobrero y la Bordó contra la Verde de los asesinos de Mariano Ferreyra. Y en lo político, surgió una esperanza con la histórica votación del FIT Unidad. Un gran aliciente que fortalece la pelea por una alternativa política, que luche por un gobierno de las y de los trabajadores y por otro sistema, el socialismo, con democracia obrera y popular. Saludamos a quienes lo hicieron posible, a toda nuestra militancia aguerrida y a los cientos de miles que nos votaron, invitando a sumarse a Izquierda Socialista para afrontar los desafíos venideros.