Por Partido Socialismo y Libertad, sección de la UIT-CI de Venezuela.
El próximo domingo 21 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones regionales en Venezuela, en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, concejales y miembros de los consejos legislativos de las 23 entidades federales y 335 municipios del país.
Estas elecciones se realizarán con el trasfondo de una aguda crisis económica y social, sin parangón en la historia reciente del país. En medio de 7 años de recesión y 4 de hiperinflación. Con una producción petrolera que para el pasado mes de octubre fue de 590 mil barriles diarios, una cantidad aproximada a lo que se producía a principios de la década del 40 del pasado siglo.
Con los servicios públicos por el suelo. Con graves fallas eléctricas, pésimo servicio de telecomunicaciones, sin agua en casi todo el país, y con una llamativa escasez de gasolina y gas, en un país que el gobierno se ufana en decir tiene las mayores reservas de petróleo del mundo. En un país donde el salario mínimo no llega ni a dos dólares, y con el cestaticket apenas alcanza los 3 dólares y medio.
Toda esta dramática situación ha generado un éxodo desconocido en Venezuela. Al final de este año, según la ONU, 6 millones de venezolanos habrían dejado el país, en los últimos 5 años.
Estamos a 3 días para la realización de las elecciones regionales. Lo que caracteriza el ambiente preelectoral es una proverbial indiferencia, que contrasta con la urgencia del pueblo trabajador con darle respuesta al día a día en medio de la tragedia social que padecemos.
Conseguir los alimentos cada vez más caros con salarios de hambre, erosionados por la escalada vertiginosa de la cotización del dólar. Con continuas devaluaciones de la moneda y sin planes agroalimentarios. Sortear las vicisitudes creadas por la escasez de gasolina, de gas y agua, es la preocupación central del pueblo y los trabajadores.
Toda esta situación se ha visto severamente afectada por los efectos de la pandemia, desde marzo del pasado año. En el contexto de un sistema de salud que ya estaba por el suelo, y con enfermeras, médicos y personal de salud sin medicinas ni recursos sanitarios, y con salarios de hambre.
Sin duda, las sanciones económicas impuestas por el imperialismo norteamericano, Inglaterra y la Unión Europea, avaladas por Juan Guaidó y los partidos patronales, medidas criminales que repudiamos categóricamente, han agravado la situación preexistente, pero no son la causa fundamental de una tragedia social que ya tiene una década. Este es el marco socioeconómico en el cual se llevarán a cabo las elecciones del próximo domingo.
Por su parte el gobierno logró conformar una oposición a su medida, algo que venía tejiendo desde hace algún tiempo. Pero ahora logró incorporar al proceso electoral a casi toda la oposición patronal, incluyendo al llamado G-4, la cual, después de fracasar en su política golpista auspiciada por el imperialismo norteamericano y encabezada por Juan Guaidó, optó por entrar en la vía electoral. Dirigentes como Henrique Capriles Radonski, están participando activamente en las elecciones. Incluso algunos que se habían ido del país como Manuel Rosales y Américo De Grazia, regresaron con la anuencia gubernamental, para postularse como candidatos.
Desde el Partido Socialismo y Libertad creemos que la mayoría del pueblo y los trabajadores, no ven que estas elecciones puedan resolver sus problemas más acuciantes, y lo que los ha originado, de allí su poco interés en estos comicios. El pueblo trabajador visualiza que la razón fundamental del deterioro de su nivel de vida es el gobierno chavista del Psuv, encarnado en el presidente Maduro. Lo que quiere e pueblo es la salida de este gobierno. No ve que renovando gobernadores o alcaldes se pueda resolver la grave crisis que atravesamos.
Sin duda, el referendo revocatorio podría haberse convertido en un movilizador de millones de trabajadoras y trabajadores, y el conjunto de los sectores populares. Pero ni el gobierno ni la oposición patronal tenían ningún interés en esto.
Estas son unas elecciones que se realizarán con partidos ilegalizados, como el caso de nuestro partido. Con dirigentes políticos presos, perseguidos, inhabilitados o en el exilio. Es decir, son unos comicios sin ninguna garantía ni transparencia. Y el pueblo también está consciente de ello.
Entendemos que algunos sectores del pueblo participarán con el ánimo de derrotar a los representantes locales y regionales del partido de gobierno, no obstante desde el PSL creemos que no hay ninguna razón para participar en estos comicios fraguados entre el gobierno y la oposición patronal, en medio de la crisis más severa conocida por nuestro pueblo, y sin las más mínimas garantías democráticas de participación política.
El Partido Socialismo y Libertad llama al pueblo y a los trabajadores y trabajadoras a no avalar con su voto al gobierno y a sus representantes locales y regionales. Creemos que el pueblo venezolano tiene derecho a elecciones presidenciales, parlamentarias y regionales verdaderamente transparentes y con garantías, pero esto solo se logrará con su movilización masiva.
El PSL plantea que hoy más que nunca debemos organizarnos en las comunidades, fábricas, universidades y empresas para movilizarnos, para salir a pelear por nuestros reclamos más urgentes y plenas libertades democráticas. Contra los planes capitalistas de entrega de nuestros recursos al capital privado y transnacional que adelanta el gobierno a través del Arco Minero del Orinoco, la ley de Zonas Económicas Especiales, la ley Antibloqueo, la entrega de Pdvsa y las empresas básicas, abaratando la mano de obra, eliminando los sindicatos, las contrataciones colectivas y demás reivindicaciones laborales, todo avalado por el memorando 2792.
Debemos luchar por la libertad de las trabajadoras y trabajadores presos, quienes están en esa condición por reclamar reivindicaciones y denunciar la corrupción.
En la perspectiva estratégica de lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo, llamamos a luchar por un Plan Económico y Popular de emergencia, alternativo al paquetazo del gobierno. ¡Por un salario igual a la canasta básica! ¡Por una renta de cuarentena para los trabajadores y trabajadoras informales! ¡Por un impuesto progresivo a los capitalistas, banqueros y transnacionales! suspensión de los contratos de empresas mixtas, ¡petróleo 100% estatal sin transnacionales!, eliminación de las sanciones económicas imperialistas y recuperación del dinero apropiado por EE.UU. y potencias europeas, confiscación de bienes de corruptos e importadores fraudulentos, ¡no pago de la deuda externa!, suspensión de gastos militares, y con todos esos recursos conformar un ¡Fondo Social de Emergencia para enfrentar la terrible crisis social!, impulsar un plan masivo de adquisición de alimentos, medicinas e insumos sanitarios para dotar a los hospitales.
18 de noviembre de 2021