Por La Voz de los Trabajadores, órgano del MST de República Dominicana, organización simpatizante de la UIT-CI
Miles de trabajadores se concentraron la mañana del 10 de febrero en la capital haitiana, Puerto Príncipe, en la Sociedad Nacional de Parques Industriales (SONAPI) para marchar exigiendo un aumento del salario mínimo. La contundente protesta pacífica fue atacada por la policía al servicio de los empresarios y del gobierno de facto de Ariel Henry. Las organizaciones obreras denuncian que un trabajador murió y una mujer sufrió un aborto como consecuencia de los gases lacrimógenos, además de decenas de heridos y desmayados. Pese a la represión, el 11 de febrero protestaron nuevamente de forma masiva.
Los trabajadores del sector textil en Haití están en huelga desde fines de enero por un salario mínimo de 1500 gourdes diarios (USD$14,7). Actualmente el salario mínimo ronda los cuatro dólares diarios y no ha sido aumentado en los últimos tres años pese a una elevada inflación en torno al 20% anual.
El gobierno de Henry, apoyado por el imperialismo a través del CORE Group, alega que el Consejo Superior del Salario ajustará los salarios, una demanda que levantan desde hace tiempo los trabajadores en vista de la elevada inflación, pero la Central Nacional de los Obreros Haitianos (CNOHA) desconocen este organismo y consideran que en los hechos no existe, pues no se ha reunido.
El Movimiento Socialista de Trabajadores Haitianos-Red de Organizaciones de la Zona Oeste (MSTH-ROZO) emitió un comunicado expresando su profunda indignación ante la bárbara represión ordenada por la patronal.
La organización socialista recordó que el imperialismo ha financiado y asesorado a la policía haitiana. “Este comportamiento bestial no sorprende a los observadores informados que saben que fueron la ONU, los EE.UU. y Canadá los que se encargaron del la formación de la Policía Nacional de Haití desde su creación hasta la actualidad. Se trata de un defecto congénito”, denuncia el comunicado, acusando a la policía de mantener el mismo comportamiento del extinto ejército haitiano y de identificarse falsamente con la burguesía, de la que nunca formará parte.
“Esta movilización es una reacción lógica de los trabajadores ante la degradación inhumana de sus condiciones de vida. Con un salario de unos cuatro dólares estadounidenses al día, el trabajador se ve reducido a un mero a un estado de semiesclavitud”. Agregan que una familia trabajadora para cubrir gastos de alimentación, transporte y alquiler no puede depender de sus salarios sino que necesita completar estos gastos básicos con remesas familiares u otros ingresos.
“De esta miseria se deducen los gastos legales y los seguros ficticios (ONA, OFATMA) que sólo son vacas lecheras para los políticos corruptos. Para empeorar las cosas, el gobierno voraz en el poder acaba de aumentar el ya desorbitado coste de la vida subiendo el precio del combustible en el surtidor mientras el salario mínimo se ha estancado desde hace más de tres años, a pesar de la inflación galopante. Con un salario así, queda claro que el trabajador es un muerto en vida esperando a ser transportado al Sanatorio y sustituido inmediatamente por los hambrientos que esperan a las puertas de las fábricas para ser explotados en las mismas condiciones”.
El MSTH-ROZO “aporta su pleno apoyo y su inquebrantable solidaridad a la movilización de los trabajadores de la región metropolitana por un ajuste salarial e insta a los trabajadores de otras regiones a reforzar la lucha por por el cambio de las condiciones de vida de toda la masa popular, empezando por los trabajadores”. “¡Trabajadores, cerrad filas! La victoria viene de la lucha”, es el llamado final de la declaración.