Por La Voz de los Trabajadores, órgano del MST de República Dominicana, organización simpatizante de la UIT-CI
La clase trabajadora puertorriqueña viene dando una ardua batalla por sus salarios y el derecho a una jubilación digna, contra la resistencia del gobernador Pedro Pierluisi y de la junta designada por el gobierno yanqui para supervisar las finanzas de Puerto Rico desde 2016.
El magisterio ha estado a la vanguardia en esta lucha desde inicios del año, realizando caravanas y empleando masivamente la figura ausencia por enfermedad para responder a la ofensiva del gobierno. En su prepotencia burguesa, el gobernador llegó a decirle a los empleados públicos que si no les gustaban las condiciones laborales renunciaran, lo que indignó más a la clase trabajadora. El 2 y el 4 de febrero se movilizaron miles de maestros. Se sumaron otros sectores como los bomberos y el miércoles 9 de febrero se realizó una paralización de todo el sector público y una enorme marcha. La lucha ocurre en medio de un alza del costo de la vida, particularmente el de los alquileres.
La junta de supervisión fiscal y administración, repudiada por el pueblo puertorriqueño por su función groseramente colonial y autoritaria, más bien recomienda despidos masivos en el sector público bajo la consigna de «reestructuración», y condiciona los aumentos salariales a recortes presupuestarios en otras partidas y medidas de fiscalización antiobreras.
En el enfrentamiento al gobernador Pierluisi resurgieron las consignas por su renuncia, recordando las masivas movilizaciones que llevaron a la caída del gobernador Ricardo Roselló en 2019. Y en esa creciente politización de la pelea de la clase trabajadora también cobran fuerza los elementos antiimperialistas, el cuestionamiento a la supervisión financiera del gobierno federal yanqui y el rechazo al pago de la deuda a los buitres financieros. Al cabo de una década de ajustes antipopulares, la población ha disminuido un 12% por la emigración, cayendo a 3.3 millones de personas en la isla.
Producto de la lucha, con acatamientos a la huelga de más del 80% del magisterio en varias jornadas, el jueves 10 de febrero el gobierno se comprometió a aumentar de manera permanente el salario al magisterio en USD$1,000 mensuales, el primer aumento en 13 años. Inicialmente se había ofrecido el aumento pero de forma temporal, pero finalmente las autoridades tuvieron que comprometerse a que el aumento sea permanente. Así, el salario base para los maestros será de USD$2,700 mensuales. Los bomberos tendrán un aumento de USD$1,000, luego de 22 años sin aumento, quedando el salario base en USD$2,500 mensuales.
Sin embargo la exigencia de un aumento a las jubilaciones quedó pendiente para su tratamiento en una mesa de diálogo. Se exige un retiro con el 75% del salario a los 30 años de servicio. También ha quedado en veremos si el gobernador aprobará un nuevo pago de deuda que atentaría contra la posibilidad de un aumento a las jubilaciones.
En un artículo titulado El magisterio puertorriqueño: lección de dignidad, la presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico, Mercedes Martínez, señala que «(el) gobierno que hasta hace una semana señalaba que no había dinero y que lo buscarían el año entrante, de repente por arte de magia identificó los fondos recurrentes para dicho pago. Esto solo demuestra que la presión que sienten del magisterio es monumental y que nuestros reclamos se han hecho escuchar. La Junta Dictatorial ha señalado lo avala según informa Fortaleza. Estos días se verá si es cierto o no. Sin embargo, el magisterio no puede por ningún motivo o circunstancia bajar la guardia. El gobierno trata de apaciguar los ánimos y neutralizar la protesta con el anuncio relacionado al aumento salarial y pago de carrera magisterial, para que el magisterio olvide el tema del retiro… El gobierno va cediendo, pero la lucha no termina hasta que logremos nuestros reclamos completos. Nos falta el retiro digno y lo vamos a defender».
Solidaridad desde República Dominicana
El presidente de la Federación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (FAPROUASD), Pastor de La Rosa, expresó mediante una carta el 11 de febrero su solidaridad incondicional con la lucha del magisterio puertorriqueño. «En estos tiempos en nuestros países los trabajadores enfrentamos la embestida del gran capital financiero que, con el apoyo de los gobiernos títeres, busca asaltar y apropiarse de los servicios sociales, entre estos la educación (convirtiéndolos en mercancías) y eliminar las conquistas de los asalariados», reza un extracto de la carta. «Les reiteramos nuestro total apoyo y nos ponemos a disposición de su causa, ya que su lucha también es la nuestra», agrega.