El anuncio de la expropiación del 51% de YPF en manos de Repsol tuvo un alto impacto nacional. La medida causó simpatía entre trabajadores y demás sectores populares. Millones palpan que las privatizaciones son un robo. Repsol nos saqueó el petróleo y el gas teniendo que Argentina destinar más de 10 mil millones anuales para importar combustible.
Compartimos el anhelo de millones de que YPF vuelva a ser del pueblo argentino. Pero consideramos que la expropiación del 51% es una medida insuficiente. Para recuperar realmente el petróleo y el gas necesitamos una YPF 100% estatal. Con la medida del gobierno, ni YPF, ni el conjunto del negocio de hidrocarburos pasará de manera completa a manos del Estado. Hay que expropiar también al grupo Eskenazi y demás socios extranjeros y privados de Repsol-YPF.
Esta medida -aunque insuficiente- al tocar intereses de una multinacional, ha provocado el rechazo del gobierno derechista español de Rajoy y del Rey de España, el FMI, la Unión Europea y Estados Unidos, con amenazas de represalias para Argentina. ¡Repudiamos cualquier tipo de medida sancionatoria contra nuestro país, más allá de las diferencias que tengamos con el gobierno! ¡Defendemos el derecho soberano de Argentina de ir contra intereses explotadores y antinacionales! ¡Y si nos sancionan planteamos que hay que expropiar a todos los intereses imperialistas en el país!
Tampoco hay que indemnizar a Repsol. Es Repsol quien tiene que indemnizar al pueblo argentino devolviendo todo lo que se robó. Compró YPF por 13.000 millones de dólares y sus ganancias ascendieron a 20.000 millones, dejándonos además profundos daños ambientales. ¡El pueblo argentino es el acreedor y Repsol la deudora, no al revés!
El gobierno de Cristina -que en los años 90 avaló la privatización menemista y vino permitiendo el saqueo de Repsol desde 2003- estuvo obligado a tomar esta medida ante el evidente vaciamiento y la necesidad de hacerse de la “caja” que antes controlaba Repsol: una facturación anual de 65 mil millones de pesos. ¿Recién ahora se da cuenta del vaciamiento de Repsol? ¿Por qué dejó que se llegara a esto? ¿Por qué el director que tenía el gobierno en la empresa vino permitiendo que Repsol se llevara las ganancias al exterior?A su vez, una YPF 100% estatal debe ser controlada, gestionada y administrada por sus trabajadores y técnicos especializados. No por La Cámpora, los gobernadores o De Vido, quien vino permitiendo el saqueo y vaciamiento. Nada de esto dice el proyecto de ley enviado al Congreso.
La propia presidenta dijo que no se trata de ninguna estatización, sino de un “modelo de negocio” que el Estado compartirá con capitales privados, sean nacionales o extranjeros, como lo siguen haciendo la Shell, Esso, Bulgheroni o el propio Eskenazi. De Vido ya habló con la francesa Total que controla la mayoría del gas del país y la inglesa British Petroleum para que ocupen el lugar de Repsol. Una empresa de “economía mixta” que no será salida.
Muchos compañeros dicen con razón: “fracasaron las privatizaciones, hay que estatizar”. Llamamos a luchar por esa salida de fondo, tanto para YPF como para todas las empresas que fueron entregadas. Decimos: ¡Fuera todas las privatizadas! ¡Fuera TBA! ¡Que se reestaticen los ferrocarriles bajo control de trabajadores y usuarios! ¡Fuera Telefónica y Telecom! El Estado debe hacerse cargo del petróleo, el gas, los ferrocarriles, teléfonos, empresas de agua y electricidad, invirtiendo los fondos que van a parar a la deuda externa. En ese camino, llamamos a reclamar que tengamos una YPF 100% estatal ya, y que pase a manos del Estado toda la industria de hidrocarburos (petróleo, gas y derivados), bajo control de sus trabajadores, técnicos y profesionales.
La simpatía por la medida contra Repsol no cambia la grave realidad cotidiana que vivimos los trabajadores. Aumentó el pan, la carne y la yerba se transformó en un artículo de lujo. El ABL subió hasta un 500% y el subte sigue en 2,50 pesos. Mientras el gobierno y las patronales quieren en las paritarias techos salariales del 20%… ¡mucho menos que la inflación real!
Moyano critica y “amenaza” con lucha, pero no pasa a los hechos. Es necesario un plan de lucha nacional por aumento de salarios para todos los trabajadores hasta lograr el valor de la canasta familiar que ronda los $ 6.000, Sin depositar ninguna confianza en la burocracia sindical. Por eso hay que apoyar a los nuevos dirigentes democráticos y combativos.
En este 1º de mayo llamamos a apoyar a los que luchan y por recuperar el patrimonio nacional. El acto que haremos con el Frente de Izquierda estará puesto al servicio de estas y otras urgentes necesidades del pueblo trabajador.