por La Protesta – (25/4/2012)
El segundo día de huelga general transcurrió con centenares de piquetes de obreros, médicos, trabajadores de salud, estudiantes, maestros, bloqueando centenares de esquinas en La Paz y principales ciudades.
¡Hemos mostrado la fuerza de los trabajadores movilizados!
En la Avenida Blanco Galindo de Cochabamba una médica mostraba una pequeña cuchilla con la que, afirmaba, cortaría las gomas de los carros que intentaran pasar por el bloqueo. A los médicos y trabajadores de salud le aumentaron la jornada de trabajo de 6 a 8 horas, sin aumentarles los salarios. «Trabajamos con seres humanos. Al maltratarnos a nosotros están maltratando a todo un pueblo que necesita una atención de salud de calidad. No tenemos ni espacios ni medicamentes, ni otros insumos que necesitamos. No se soluciona ninguno de los problemas básicos de salud. Tenemos que atender a 30 pacientes por día. En vez de contratar más médicos y más personal, quieren que atendamos aún más gente».
La indignación era muy grande entre los huelguistas. Un trabajador de una metalúrgica, cortaba con sus compañeros de fábrica una esquina. «Esta lucha va a seguir. No vamos a aceptar un aumento del salario del 7%. Los precios aumentaron mucho más. Vamos a seguir la lucha por el salario, por lo menos un 30% de aumento general, y por el respeto a nuestro fuero sindical».
«Este gobierno sólo favorece a una minoría» – nos decía una maestra – «el pueblo se está dando cuenta y se está uniendo, hoy somos miles en la calle».
Por pan, salud y educación se gritaba en las calles.
¡Tenemos que mantener la unidad lograda en las calles para golpear aún con más fuerza si el gobierno no cede!
En La Paz ayer los estudiantes de medicina tuvieron una batalla campal con la policía frente al Ministerio de Salud con el saldo de varios heridos. En la Plaza Murillo fueron los mineros los que hicieron explotar varios «cachorros» de dinamita ante la represión policial que quería impedir que entraran a la plaza principal.
En Sucre, las movilizaciones también terminaron con violencia. Estudiantes de la Facultad de Medicina de San Francisco Xavier rompieron los vidrios de la Gobernación de Chuquisaca, realizaron destrozos en el Servicio Departamental de Salud (Sedes) y se enfrentaron a la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos.
La huelga no fue total. Trabajó el transporte y el comercio. Pero fue muy grande en los sectores productivos, enseñanza primaria y secundaria, salud y universidades. Indudablemente fue un fuerte golpe al gobierno masista y a su política a favor de las transnacionales y contra las conquistas populares. .
Iván Rodríguez, dirigente del COB señaló que han dado un plazo de 72 horas al gobierno boliviano, el cual vence el lunes, de lo contrario iniciarán una huelga indefinida. Los médicos y trabajadores de salud ya están en huelga por tiempo indefinido.
Por su parte la marcha indígena en defensa del Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) no pudo arrancar el 25, como estaba prevista, por un bloqueo organizado por el gobierno en San Ignacio de Moxos. Los dirigentes indígenas informaron que la marcha se iniciará en los próximos días desde la ciudad de Trinidad, distante a 600 kilómetros de La Paz. Es decir que repetirá el trayecto de la Novena marcha.
Estas luchas convergen en cuestionar la política del gobierno que se propone destruir conquistas obreras y a los sindicatos, penalizar las luchas, abrir nuevas áreas a la explotación petrolera y minera transnacional (parte de esto es el conflicto del Tipnis) y mantener una política agraria a favor de la agroindustria. El vicepresidente Alvaro García Linera acaba de decir que se debería trabajar de 10 a 14 horas para que el país se haga rico. Esta declaración escandalosa, precisamente a pocos días del 1º de mayo, no la hicieron ni siquiera los gobernantes neoliberales anteriores y muestra las verdaderas intenciones del plan económico que es someter a los trabajadores para atraer a inversores imperialistas.
Sin embargo el pueblo boliviano no olvida la Agenda de Octubre, el programa revolucionario que levantaron los insurrectos de la guerra del gas en octubre del 2003, que establecía expulsar a las transnacionales, nacionalizar los hidrocarburos y riquezas naturales del país para industrializar en el país y que haya trabajo digno para todos. Este programa incumplido, debe ser levantado como la bandera central del movimiento popular para construir una nueva alternativa política de los trabajadores y el pueblo que pueda realizarlo.
En ese camino es importantísimo el desenlace de esta lucha. La Protesta viene proponiendo a los sindicatos y organizaciones matrices, y especialmente a la COB, CIDOB y CONAMAQ la necesidad de la unidad de indígenas, trabajadores, los huelguistas médicos y trabajadores de salud, para golpear como un solo puño al gobierno capitalista y hambreador.