En apoyo a luchas del mundo y por la unidad de los revolucionarios
La Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) realizará a fines junio del 2012 su IV Congreso Mundial, del que participarán socialistas revolucionarios de Latinoamérica, Europa y de otras partes del mundo.
Los que integramos la UIT-CI somos parte de la corriente histórica trotskista que fundó Nahuel Moreno, fallecido en 1987, y que hoy buscamos darle continuidad a su legado político y teórico, llamando a la unidad de todos los revolucionarios del mundo para apoyar las rebeliones obreras, juveniles y populares.
Esta convocatoria se hace en medio de la más grave crisis del sistema capitalista-imperialista mundial.
Y también en medio, de grandes lucha contra las consecuencias de esta crisis del capitalismo y el intento de sus gobiernos para que el peso de ella caiga sobre los pueblos del mundo, con mayores niveles de pobreza y de saqueo.
La decadencia del capitalismo está a la vista. Y son los pueblos los que salen a derribar a quienes los explotan y reprimen. Millones en el mundo cuestionan al sistema aunque sin encontrar cual es la salida. Para debatir todo esto es que convocamos a este Congreso Mundial.
La revolución árabe iniciada en 2011, ha marcado el camino y ha producido un giro en la situación mundial, a favor de los pueblos y los cambios de fondo. Los jóvenes, los trabajadores y las mujeres de Túnez, Egipto y Libia dieron por tierra con dictadores de décadas en el poder. Triunfaron esas revoluciones democráticas que son parte de una revolución permanente, que sigue, porque no solo son rebeliones populares contra las dictaduras sino que cuestionan a las multinacionales, a las corporaciones capitalistas y sus ajustes que llevan al desempleo masivo y a salarios de hambre. Ahora es el pueblo sirio el que está dando una feroz batalla contra la dictadura de Assad.
El impacto revolucionario de centenares de miles en la Plaza Tahir de El Cairo, detonó el Movimiento de los Indignados de España y el mundo, que ya llegó a las entrañas del imperio norteamericano. Los indignados se han globalizado y unido, de hecho, a las huelgas obreras de Grecia, España, Inglaterra, Italia, Portugal y otros países de Europa.
Esta rebelión mundial contra el ajuste capitalista se expande a China y sus huelgas, a Rusia con sus reclamos democráticos, a Quebec, Canadá, con la movilización estudiantil; a Latinoamérica con la heroica lucha de los estudiantes de Chile, México y Colombia, las movilizaciones de los indígenas en Bolivia y Perú y las huelgas sindicales en Argentina, Bolivia, Brasil, Panamá, México, Venezuela y otros países.
Millones de trabajadores, de jóvenes, mujeres, campesinos, indígenas, se preguntan a donde va el mundo y cual es la salida. La UIT-CI sigue creyendo que la única solución es lograr gobiernos de los Trabajadores, que abran el camino del verdadero Socialismo con democracia para los trabajadores y el pueblo.
El gran obstáculo a esta salida es la capitulación de las direcciones reformistas del movimiento de masas. Esto pone en el centro del debate, que gran tarea de la hora es la unidad de los revolucionarios del mundo para construir la dirección nacional e internacional que los trabajadores y los pueblos necesitan.
Del IV congreso de la UIT-CI participará, entre otros, Orlando Chirino dirigente obrero de Venezuela, que acaba de presentarse como candidato a presidente, por el Partido Socialismo y Libertad (PSL), para las elecciones del 7 de octubre, para enfrentar al falso socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez, que mantiene una política antiobrera y apoya al dictador sirio, como antes a Kadafi, ante la rebelión popular, como al candidato de la derecha proyanqui Henrique Capriles.
El congreso debatirá, junto a otras organizaciones revolucionarias amigas, como intervenir en el proceso revolucionario mundial, como seguir apoyando la revolución árabe y, en especial, a la rebelión popular siria para que triunfe, rechazando toda forma de intervención imperialista. Debatirá y aprobará resoluciones de apoyo a las huelgas y luchas de todo el mundo y por lograr nuevos dirigentes políticos y sindicales que apliquen y defiendan la democracia de los de abajo, contra todo burocratismo, en la perspectiva de lograr una nueva dirección socialista mundial.