Esto expresó José Bodas, Secretario General de la Federación Única de Trabajadores de Petroleros de Venezuela (FUTPV) y dirigente de la corriente clasista CCURA y del PSL, ante la explosión producida en la refinería Amuay, que es parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), que se encuentra en Punto Fijo, estado de Falcón. Calificó este suceso de «crónica de una muerte anunciada».
En la madrugada del sábado 25, una explosión generó una onda expansiva que hasta hora deja 41 muertos, más de 80 heridos y cerca de 300 viviendas afectadas.
Las imágenes son dantescas, tres tanques de gasolina que siguen incendiados, casa derribadas como si se hubiera producido un bombardeo. Todo indica que el origen del estallido fue una fuga de gas propano que generó una nube de gas.
En Venezuela se ha abierto un fuerte debate sobre las causas de esta tragedia. El gobierno, el propio Chávez en persona, y Rafael Ramírez, el presidente de PDVSA y Ministro de Petróleo, descartan que haya habido problemas de mantenimiento. Ni que hubiera habido señales de lo que podía ocurrir. Para ellos fue simplemente un «accidente».
Sin embargo otras voces dicen lo contrario: «Desde hace tres días se había detectado un escape de gas que no fue atendido…Hicimos llamados de que podía ocurrir una explosión en Amuay y nos dijeron alarmistas», nos dijo Iván Freites, Secretario General del Sindicato petrolero de Falcon y miembro de CCURA.
Pero los alertas y las denuncias de falta de mantenimiento vinieron de mucho tiempo atrás por parte de los dirigentes petroleros de CCURA. Bodas recordó que el 5 de noviembre de 2010 se entregó, a la directiva de la FUTPV y a la gerencia de PDVSA, un largo pliego destacaba las fallas estructurales, de funcionamiento y seguridad laboral e industrial de Pdvsa. Pliego que llevaba la firma de Bodas, Freites, Fran Luna y Robert González, integrantes de CCURA que son la minoría de la directiva. Pero nunca obtuvieron respuesta. Y para que no quedaran dudas, Wills Rangel, Presidente de la FUTPV y dirigente del PSUV, salió a señalar que «Deploramos a los dirigentes petroleros que han manifestado que eso se venía venir» (El Mundo, 27/8).
El documento señalaba que «Pdvsa y las empresas mixtas vienen presentando una política de violaciones de las normas de seguridad por falta de inversión y mantenimiento en sus infraestructuras y equipos en general, refinerías, taladros, muelles, embarcaciones y plataformas marítimas, estaciones de bombeo, patios de tanques, plantas y talleres de más áreas e instalaciones de Pdvsa. Poniendo en riesgo la vida y al salud de los trabajadores y terceras personas».
La refinería de Panaguaná es la principal refinería de Venezuela y la segunda en el mundo. Pero no se cumplía con los planes de mantenimiento. De nueve paradas que estaban previstas para 2011, solo se hicieron tres. La Memoria y Balance de PDVSA de 2011 señala que solo se cumplió con el 21% de las tareas programadas de mantenimiento en toda la industria.
Por su parte, Orlando Chirino, indicó «sentimos un profundo dolor todos los trabajadores por este hecho lamentable y nos solidarizamos con los familiares de los fallecidos».»El Ministro (Rafael) Ramírez debería poner su renuncia a la orden. Debe realizarse una investigación basada en la conformación de una Comisión independiente integrada por representantes de los trabajadores, de las comunidades afectadas, de técnicos y profesionales idóneos, para que se pueda emitir información veraz de lo sucedido». «No puede la gerencia de PDVSA y el gobierno investigarse a si mismo», manifestó Chirino.
Entrevista radial a Orlando Chirino sobre la tragedia de la refinería de Amuay