La Protesta
El minero asalariado Héctor Choque Gutiérrez (22), que resultó gravemente herido en la violenta arremetida de los cooperativistas contra la sede de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, perdió la vida la tarde de hoy en la clínica Asunción de la ciudad de La Paz, confirmó el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez. Cooperativistas atacaron con dinamita la sede de los mineros asalariados, sin que la policía haga nada. Mientras que, unos días antes había reprimido a los mineros asalariados.
El conflicto se da en el marco de una dura disputa por la mina Colquiri, originalmente en manos de la transnacional Glencore que a su vez pactó con “Cooperativas” mineras (exentas de impuestos). La lucha de los asalariados llevó a una nacionalización parcial. Pero dejando en manos de los “Cooperativistas” (en realidad manejados por empresarios) la veta “Rosario”, la más importante. Los asalariados reclaman nacionalización total y contratar a los verdaderos trabajadores cooperativistas como trabajadores estatales en la COMIBOL, la empresa nacional de minería.
En ese marco miles de cooperativistas con dinamita entraron a La Paz y atacaron la sede sindical de los mineros asalariados, ante la total inactividad policial, que practicamente les abrió las puertas para el ataque. Los mineros cooperativistas empresarios son aliados privilegiados del MAS gobernante. Se dice que hay 120.000 mineros en la actividad de las cooperativas. Pero la mayoría de ellos son trabajadores sin derechos. Sin embargo es la minoría de cooperativas de empresarios ricos los que llevan la voz cantante y tienen incluso un viceministerio. .
El gobierno intenta aparentar “edquidistancia” de ambos sectores y llama al “diálogo”. Sin embargo, es la política del gobierno la que llevó a este enfrentamiento entre asalariados y cooperativistas, que no es el primero que ocurre. Recordemos en gravísimo enfrentamiento con varios muertos en Huanuni en el 2006. Recién después de ese desastre el gobierno tuvo que ceder a las demandas de los asalariados y nacionalizar todo el cerro Posokoni en Huanuni, tomando como trabajadores asalariados a 4.000 trabajadores cooperativistas. Evo anunció solemnemente que el 2007 iba a ser “el año de la nacionalización de la minería”. ¡Otra mentira más! En la realidad el gobierno mantiene el neoliberalismo en la minería (así como en el conjunto de la economía). Las pocas nacionalizaciones que hubo, como la de Huanuni fundamentalentne, se debió a la lucha de los trabajadores.
Al estar la minería en manos principalmente de las transnacionales, que se llevan la tajada mayor de la renta minera, pagando muy pocos impuestos (entre impuestos y regalías se calculan 500 millones de dólares) sobre una exportación que ya supera los 4.500 millones de dólares (esto según lo que declaran las propias empresas, lo más probable es que salgo otro tanto sin declarar), y al no haber industrialización de la minería, no se generan fuentes de trabajo. Pero además el gobierno exceptúa de impuestos a las cooperativas, entre ellas a grandes empresas que tienen acuerdos con transnacionales, como es el caso de la Cooperativa en Colquiri aliada a la Glencore- Sinchi Waira, la empresa de la que es accionista en Goni. Mediante estos acuerdos la transnacional y su socia “cooperativa” pretenden adueñarse de una veta Rosario, que se calcula tiene más de 5.000 millones de dólares en mineral.
Los trabajadores que trabajan para las cooperativas ven irrespetados totalmente sus derechos laborales, seguridad industrial, pero no tienen salida de otro trabajo en Bolivia. No son los auténticos trabajadores cooperativistas los enemigos. Son fuerza de trabajo barata para las multinacionales que saquean Bolivia y a la vez su escudo político y humano. Sería impensable en Bolivia que nadie salga a la calle a defender a las transnacionales. Por eso se disfrazan detrás de los “cooperativistas”, dirigidos por grandes empresarios.
Insistimos, que eso pueda ocurrir es responsabilidad del gobierno que no cambió nada en la minería y permite que continúe el saqueo transnacional que ya lleva 500 años.
Por eso, junto a la COD de Posotí, y a lo decidido por el Congreso de la Federación de Mineros Asalariados del año pasado, el Congreso de la COB realizado en enero en Tarija, así como la reciente resolución de la CONAMAQ (Consejo de Ayllus y Markas del Qolasuyo) reclamamos sean expulsadas y expropiadas de todos sus bienes y maquinarias las transnacionales (que ya se cobraron con creces todo lo que invirtieron), y que el 100% de las minas vuelva a manos del Estado para su explotación, bajo control de los trabajadores y el pueblo. Y que se haga un plan estatal para dar trabajo a los auténticos trabajadores cooperativistas, sea en las minas nacionalizadas o en la industria que tendrá que crearse, con los enormes recursos que se llevan hoy las transnacionales, para aprovechar la minería en función de los intereses de la mayoría del pueblo.
En lo inmediato exigimos la inmediata nacionalización 100% de Colquiri, contratando como trabajadores asalariados a los auténticos trabajadores cooperativistas de Colquiri.
¡La COB tiene que actuar ya, convocando a los sectores populares a preparar una gran huelga con esta exigencia!