Las grandes manifestaciones de ayer 25 de septiembre en Madrid (a simple vista de la foto se nota que no son «6000» como dijo la policía) expresaron la indignación de gran parte de los habitantes del Estado español ante los redoblados recortes a todos los beneficios sociales, baja de salarios, baja de subsidios al desempleo, corte de presupuestos de salud y educación. El 26 de septiembre se cumple una huelga general en Euzkadi. Y si no hay una huelga general en todo el Estado es por el freno de los burócratas de la UGT y Comisiones Obreras.
Madrid. 26/09/2012.- Miles de personas, sobre todo jóvenes, indignados por las políticas de austeridad del gobierno, marcharon ayer con la consigna de “Rodea el Congreso” y en varios choques con la policía se produjeron al menos 64 heridos y 26 detenidos. Rodearon el Parlamento para repudiar las políticas de recortes del gobierno de Rajoy. Un imponente operativo policial, con 1.350 agentes y decenas de camionetas antidisturbios, había también blindado el parlamento con vallas para evitar que los manifestantes ingresaran al edificio.
Dos marchas convergieron en los alrededores del Congreso. Fue el momento en que más personas se reunieron en el Paseo de la Castellana y en accesos al Congreso que estaban bloqueados.
En la zona, donde se encuentran los principales museos de Madrid, la multitud intentaba llegar hasta las vallas pero la policía lanzaba carga tras carga con los vehículos antidisturbios.
Los primeros choques se produjeron cuando, según la policía, varios jóvenes intentaron pasar por encima de las vallas. Los encontronazos se sucedieron con la policía, que utilizó porras de goma y disparos de pelotas de goma.
Chicas y muchachos respondieron con objetos que recogieron en las inmediaciones. Fue así que se produjeron los primeros heridos y detenidos. Se desplegaron una gran cantidad de periodistas y fotógrafos, que registraron los apaleamientos, algunos de los cuales causaron heridas cortantes entre quienes participaron en la protesta.
Hace meses que se preparaba la manifestación pero hubo mucha confusión sobre quiénes eran los convocantes porque lanzaban consignas que alejaron a muchos indignados. Por ejemplo, “Tomar el Congreso” y “Renuncia del gobierno”.
Al final, estos últimos lemas fueron reemplazados por “Rodea el Congreso” y una ristra de consignas contra la política de austeridad y recortes del gobierno , sobre todo en sanidad y educación.
Las consignas que más se corearon pedían la dimisión del gobierno mientras otros pedían “Menos policías, más educación”. Con los brazos en alto y mostrando las manos abiertas también se gritaba: “Manos arriba, esto es un asalto”.
Aitor Llores, programador desempleado de 27 años que se encontraba en la marcha, consideró que las manifestaciones deberían ser más grandes. “Con lo que nos está tocando deberíamos ser 100 veces más personas aquí. La gente está empezando a resignarse, sienten que no puden hacer nada, que da igual qué partido esté en el poder”, proclamó.
“Los políticos se interesan sólo por las grandes empresas y en lo que quieren los mercados”, precisó.
Mientras pasaban las horas se producían momentos de más tranquilidad, seguidos de otros muy tensos, dramáticos, donde se prolongaban los enfrentamientos y se escuchaban explosiones por las bombas de gas y las escopetas de pelotas de goma.
Pronto a este paisaje sonoro se sumó el estruendo de las ambulancias que en algunos casos atendían a los heridos menos graves y en otros acarreaban a personas con cortes y un persona en estado de gravedad.
En el interior del parlamento, unos 50 legisladores participaban del debate. Los diputados de Izquierda Plural salieron del edificio y cruzaron las líneas policiales y se acercaron a la multitud para dialogar.
En el Paseo de la Castellana, muchos participantes en la protesta se habían sentado en el suelo frente a los antidisturbios pero no se produjeron enfrentamientos.
España se debate en su segunda recesión en tres años y con una tasa de desempleo cercana al 25%. El gobierno ha adoptado medidas de austeridad y reformas económicas en un intento por convencer a sus socios del euro y a los inversores de que ha tomado en serio la meta de reducir su abultado déficit presupuestal al 6,3% del producto interno bruto en 2012 y a 4,5% el año en 2013.
Los convocantes de la protesta acusan a los políticos de tener “secuestrada” la democracia y demandan un nuevo proceso constituyente en España, donde, según aseguran, se vive una grave crisis económica como consecuencia de “un sistema condicionado y coaccionado por los mercados, que es a todas luces insostenible”.