Los días 2, 3 y 4 de noviembre se celebró en Estambul el encuentro de organizaciones convocado por el Comité de Enlace Internacional (CEI) que agrupa al Frente Obrero de Turquía (FO) y Lucha Internacionalista del Estado español (LI). En dicho encuentro participaron organizaciones de Francia y Grecia, así como la Unidad Internacional de los Trabajadores, incluyendo un representante de Izquierda Socialista. En el Encuentro se formó un Comité de Coordinación UIT-CI/CEI donde se acordaron importantes resoluciones. Entre ellas, las que extractamos a continuación sobre la revolución siria. Recientemente trascendió que EE.UU. y Francia ratificaron que no les envían armas a los rebeldes. Y que EE.UU. tildó a una de las milicias sirias como «terrorista» (Frente Al Nosra), demostrando que no es el imperialismo el que arma a los combatientes.
1. La revolución siria que estalló en marzo de 2011 como la continuación de las revoluciones en el Norte de África y Oriente Medio es producto de la legítima rebelión democrática de las masas obreras y populares contra el régimen dictatorial encabezado por Bashar Al-Assad. Las masas se sublevaron no solamente contra las políticas de terror, represión y masacre del régimen, sino también contra las políticas neoliberales que éste puso en marcha en colaboración con el capital financiero internacional y la burguesía siria. Estas políticas causaron desempleo, pobreza e inflación crecientes […] La casta dominante del régimen, que […] usurpa más de la mitad de los ingresos del país, forma una mafia con Assad en su centro, y moviliza contra el pueblo […] los servicios secretos y el ejército, para salvaguardar su dictadura autocrática. Ante esta situación, el lugar de la izquierda revolucionaria está sin duda al lado de las masas populares sirias. El mínimo apoyo al régimen de Bashar Al-Assad, que para poder sobrevivir ha asesinado indiscriminadamente a más de 40 mil sirios, es una traición contrarrevolucionaria […]
2. La sublevación del pueblo sirio empezó primero en una ciudad, Daraa, con manifestaciones de jóvenes desempleados y estudiantes, en apoyo a las revoluciones tunecina y egipcia. La represión que ejerció el régimen sobre esos jóvenes extendió rápidamente la revuelta a todo el país, sobre todo en las zonas obreras. La respuesta del régimen a las manifestaciones pacíficas que reivindicaban libertades democráticas fue represión, tortura y asesinato, lo que desembocó en una guerra civil entre las masas y los órganos de represión del régimen. Las masas en una primera etapa intentaron dar una forma más organizada a sus movilizaciones con comités locales de coordinación, y los comités empezaron a formar grupos armados para proteger las manifestaciones contra los francotiradores del régimen.
3. Con la intensificación de las confrontaciones armadas y las deserciones del ejército del régimen, surgieron nuevas milicias armadas dando paso a la creación del Ejercito Libre Sirio (ELS) […] y luego el proceso asumió la forma de guerra civil […] entre el ELS y las fuerzas armadas del gobierno. En poco tiempo se formaron milicias en la mayor parte de las 14 provincias del país que se reivindicaban del ELS […] la formación de un Consejo Militar en el seno del ELS contribuyó a dar una forma más organizada a la lucha armada popular. Los comandantes del ELS en su mayor parte no son líderes elegidos por el pueblo y bajo de su control, sino ex oficiales del ejército regular, que cambian de bando. La mayor parte de esos comandantes pide la intervención militar del imperialismo, tratando de alejar la revolución de sus principales objetivos revolucionarios democráticos. La heroica resistencia en Alepo demuestra la disposición al combate contra el régimen. ¡Armas para la resistencia! Levantamiento de la frontera turca para la movilidad y el suministro a los combatientes.
4. La política de los países imperialistas (EE.UU, Gran Bretaña, Francia, UE) y los países de la zona dependientes del imperialismo (Turquía, Catar, Arabia Saudí) ha sido en un principio y por mucho tiempo apoyar a Assad pidiéndole «reformas democráticas». Ahora el imperialismo quiere una negociación para, con o sin Bashar, garantizar la supervivencia dell régimen y la derrota de la revolución. Busca prolongar la guerra civil para desgastar la energía de las masas, e intervenir en la resistencia para salvar al régimen de una derrota total y no controlada. No quiere repetir la experiencia de Libia, donde el régimen se vino abajo y perdió las riendas del proceso. El imperialismo se apoyó en el Consejo Nacional Sirio, que no tiene una influencia real sobre el país y que está monopolizado por los Hermanos Musulmanes. Así que definimos el carácter del CNS como una barrera contrarrevolucionaria frente a la revolución siria. Rechazamos toda forma de intervención, política o militar, del imperialismo en Siria.
5. Rusia, China e Irán están apoyando al régimen de Assad por sus intereses militares y económicos en la zona y así se colocan aparentemente contra EE.UU. y la UE; sin embargo, en realidad ellos comparten un mismo objetivo con el imperialismo: terminar con el proceso de las revoluciones y, para ello, detener el proceso revolucionario sirio salvando al régimen (sacrificando si es necesario a Assad). En la conferencia internacional del 30 de junio en Ginebra, ONU, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Turquía y la Liga Árabe sacaron una resolución que pedía la formación de un gobierno de transición por figuras del régimen y de la oposición, firmada también por Rusia y China. En sus declaraciones, CNS afirma su disposición para una «solución yemení» permitiendo que Assad se marche pacíficamente y que la autoridades del régimen actual formen el gobierno de transición. Este tipo de «soluciones» no tiene otro propósito que poner un freno a la revolución siria, conservar la hegemonía del imperialismo en la zona y garantizar la seguridad de Israel sionista como el gendarme del imperialismo en la región. ¡Fuera Rusia, China e Irán de Siria!
6. El apoyo que los defensores del «socialismo del siglo XXI», desde Chávez y Castro hasta los restos de los partidos estalinistas, dan al régimen de Assad caracterizándolo como «antiimperialista» o «antisionista» es para distorsionar la realidad y para crear confusión entre las masas.
Assad es el líder del régimen burgués sirio, que aplicaba las políticas neoliberales privatizando todo el patrimonio estatal, fortalecía la dependencia del país al imperialismo y alimentaba la casta hegemónica con la súperexplotación de los trabajadores sirios. Este régimen no solamente tomó parte en la represión a los refugiados palestinos, sino que también ha sido para Israel garantía de la estabilidad en la zona. No es ni antiimperialista ni antisionista. El propósito de Chávez, Putin, Hu Jintao y Ahmedineyad es defender en la región los intereses estratégicos y económicos de sus respectivas clases dirigentes, y para este fin salvar el régimen sirio[…] Apoyar a la revolución siria o estar contra ella es una línea divisoria en el movimiento de la izquierda revolucionaria.
7. La tarea principal de la izquierda mundial es apoyar a las masas sirias que se sublevaron contra el régimen dictatorial de Assad, sin condiciones e independientemente de sus direcciones, y también ayudar en todos los sentidos a los marxistas revolucionarios sirios en su tarea de construcción de un partido revolucionario sobre el terreno.
La revolución siria debe continuar hasta la desintegración total del régimen y esto necesariamente supone dar respuesta a las reivindicaciones de los trabajadores y los pueblos. Derecho de autodeterminación para el pueblo kurdo, eliminación de las discriminaciones étnicas, por religión y género, ruptura con las políticas neoliberales y los lazos con el imperialismo, apoyo activo a la causa palestina. Es decir, por la construcción de un gobierno obrero y popular.
8. Las organizaciones firmantes nos declaramos del lado de la revolución siria y nos comprometemos a apoyarla con todos los recursos a nuestro alcance. ¡Abajo el régimen de Al-Assad! ¡Todo el apoyo a la revolución siria! ¡No a la intervención imperialista en Siria! ¡Exigimos a los gobiernos que corten sus relaciones con Siria y dejen de apoyar al régimen dictatorial! ¡Por una Siria libre, democrática, laica y de los trabajadores!