Por: Prensa PSL
¿Qué está pasando en Venezuela que todos los días nos tropezamos en la calle con una protesta? Es evidente que en nuestro país hay un malestar generalizado. Largas colas para adquirir productos de primera necesidad que escasean; hay que ir de un mercado a otro para completar las compras; una elevada inflación que todos los días nos estrangula el bolsillo; continuos apagones, falta de agua, refugiados sin vivienda que protestan, trancas de calles por malos servicios públicos, o por falta de vías adecuadas. Éstas son las causas más frecuentes de las protestas.
Los saqueos y tumultos alrededor de algunas tiendas de electrodomésticos, generados por las medidas adoptadas recientemente por el gobierno, ponen en evidencia el estado de crispación en que se encuentran los venezolanos, como consecuencia de la crisis social y económica que atravesamos.
Millones de personas que honestamente creyeron que con este gobierno, que ya lleva casi 15 años en ejercicio, mejoraría su vida, ven con molestia como esta esperanza se desvanece. En aquellas ciudades y estados en los que gobierna la MUD la decepción también es general.
Todos los sectores sociales protestan y se movilizan por sus derechos, pero sin ninguna duda, son los trabajadores públicos y privados los que más luchan.
En días recientes hemos visto las protestas de los trabajadores de Aceites Diana y Lácteos Los Andes, empresas compradas por el gobierno a sus antiguos propietarios privados. La falta de materias primas, inversiones e incumplimientos los llevaron a la lucha. Los trabajadores de Dianca tuvieron que caminar kilómetros desde Puerto Cabello hasta Caracas, para hacer oír su voz en Miraflores. Los del Banco Bicentenario en El Rosal trancaron la calle protestando por el despido de más de 800 empleados en todo el país. En la empresa mixta Civetchi, se ha producido una santa alianza entre el patrono privado y el gobierno para desconocer los derechos de los trabajadores, y además meter presos a 7 de ellos por protestar. Pero la situación más grave es la de las empresas básicas de Guayana. Esa zona es un hervidero de conflictos en medio del desastre que consume a dichas empresas. Recientemente se produjo una huelga que duró 22 días en Sidor. La misma surgió desde las bases, a contracorriente de la directiva del sindicato que en un primer momento estuvo en contra del paro. Pocos días después estalló una nueva huelga en Ferrominera del Orinoco, empresa que ya había estado en huelga, hace 3 meses atrás.
Otros ejemplos son los trabajadores del sector eléctrico, que vienen enfrentando un decreto gubernamental de intervención de la empresa, y los universitarios que siguen en lucha para que el gobierno reconozca las Normas de Homologación, que se han constituido en los hechos en una escala móvil de salarios.
Los maestros y los trabajadores de la salud van a sus centros de trabajo descontentos, ya que la santa alianza de sindicatos rojos rojitos y ligados a la MUD, en conchupancia con el gobierno, les impusieron pírricos contratos que además no fueron discutidos ni consultados a las bases.
Sólo en Carabobo hay en este momento 17 conflictos obreros, de los cuales 9 son en empresas del Estado, algunas nacionalizadas hace poco tiempo, y 8 en empresas privadas.
Todo esto sucede con el trasfondo de un presidente que se autotitula «obrero», mientras que el presidente Chávez definía a su gobierno como «obrerista», pero que en los hechos resultan ser tan enemigos de los trabajadores como la derecha agrupada en la MUD.
El gobierno y los empresarios descargan la crisis sobre el pueblo
Lo que está pasando tiene una explicación. El gobierno del Psuv y sus aliados ha desatado una feroz ofensiva para hacer pagar a los trabajadores las consecuencias de la crisis económica que se ha desarrollado a lo largo de los últimos años. Esto se expresa en la no discusión de los contratos colectivos, o en los casos que sí se discutieron, en la violación sistemática de sus cláusulas. Se evidencia también en la violación de la autonomía sindical. Y el marco para desconocer los derechos laborales es la criminalización de la protesta, a través de tribunales, Fiscalía, y en algunos casos la utilización represiva de la fuerza pública. Todo con el objetivo de tratar de amedrentar, perseguir y aterrorizar, y con ello, desestimular la movilización de los trabajadores.
Sin embargo, y a pesar de estos métodos utilizados por el gobierno, los trabajadores siguen movilizándose y luchando por sus derechos. Muchos de ellos aún siguen reclamándose chavistas. A pesar de esto, muestran a cada paso su disposición a romper el miedo, a organizarse, no dejarse chantajear, y continuar peleando. El ejemplo de los trabajadores de Sidor es emblemático. Se enfrentaron a su directiva sindical, superaron las amenazas del gobierno que, con las tanquetas de la Guardia Nacional, intentó asustarlos. Se sobrepusieron a las bandas de Alianza Sindical y José Meléndez, ficha del gobernador del estado Bolívar. Y todo esto lo lograron con los métodos históricos de lucha de la clase obrera: asambleas masivas, discusión democrática en las bases, la unidad de todos los trabajadores; la movilización permanente en cada departamento, y con la huelga: la herramienta de lucha más poderosa que tiene la clase obrera.
Proponemos un Encuentro Nacional Sindical y del Pueblo en Lucha
Sin ninguna duda, es la hora de los trabajadores. Estamos porque las luchas se profundicen, se amplíen y se unifiquen nacionalmente. En ese sentido, nuestro partido y C-cura le plantean a Fadess, a la Unete, a sindicatos y corrientes sindicales de los distintos sectores y empresas en lucha, así como a las organizaciones populares y políticas dispuestas a sumarse, la propuesta de convocar a un Encuentro Nacional de Lucha para discutir un plan de movilización y articulación de todos los conflictos. En esa perspectiva, y como un primer paso, consideramos que es posible concretar esta propuesta en el estado Carabobo donde hay una eclosión de conflictos obreros contra empresarios privados y estatales. De allí que a Fusbec y los distintos sindicatos que lo integran, así como a las organizaciones que en el eje costero de dicho estado vienen conformando el Fuerza Laboral de Eje Costero, le proponemos discutir realizar un Encuentro Regional de Lucha, donde participen las empresas en conflicto.
Desde el PSL decimos que sólo la movilización unitaria de los trabajadores y los sectores populares, levantando un Plan Económico de Emergencia, puede imponer medidas que den solución a los reclamos más urgentes.
Medidas para un Plan Económico de Emergencia Obrero y Popular
Por un aumento general de salarios. Que el salario mínimo se iguala al costo de la canasta básica. Salario ajustado cada 3 meses de acuerdo a la inflación.
Eliminación del IVA. Altos impuestos especiales a las grandes empresas y multinacionales.
Respeto a los contratos de trabajo y pago de todas las deudas laborales.
Congelamiento de precios y de alquileres de vivienda y comercios.
Que se garantice el abastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar poniendo todas las empresas alimenticias (privadas y estatales) y de distribución, bajo la gestión y control de los trabajadores, técnicos y profesionales. Que a los trabajadores se les respeten sus contratos y la autonomía sindical.
Urgente reinversión en empresas estatizadas de alimentos (Lácteos Los Andes, Aceites Diana, La Gaviota, Empresa Socialista Pedro Camejo, Agropatria, Pdvsa Gas Comunal y otras), del cemento, separando a los burócratas del gobierno por una gestión y administración de sus trabajadores, para instrumentar una rápida reactivación de la producción.
Por un plan de reinversión para la recuperación de las empresas básicas de Guayana.
Por un inmediato aumento de los presupuestos de salud y educación.
Inmediata Reforma Agraria y creación de una empresa agroindustrial estatal bajo control y administración de los trabajadores.
Por el inmediato reconocimiento de la autodemarcación territorial indígena en Perijá y en todo el territorio nacional, y justicia para Sabino Romero, héroe de la lucha yukpa contra los ganaderos y los militares.
Por un gran fondo nacional para desarrollar este plan de emergencia basado en: a) la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa y la eliminación de los tratados de doble tributación; b) una industria petrolera 100% nacionalizada, sin empresas mixtas ni transnacionales. Por una Pdvsa gestionada por sus trabajadores, técnicos y profesionales, para poner los cuantiosos recursos petroleros al servicio de este Plan de Emergencia.
PARTIDO SOCIALISMO Y LIBERTAD
Orlando Chirino, Miguel Angel Hernández, José Bodas, Armando Guerra, Antonio Espinoza, Simón Rodríguez Porras