En los últimos días un importante avance de las milicias del EIIL (Estado Islámico de Irak y Levante) ocupó las principales ciudades del norte de Irak, entre ellas Mosul, la tercera ciudad en población del país, llegando a sólo 80 kilómetros al norte de la capital de Bagdad. El ejército iraquí huye en desbandada. Obama e Irán coinciden en el apoyo al régimen iraquí.
Escribe: Miguel Lamas
El EIIL se formó en Irak posteriormente a la invasión norteamericana, aunque tiene una minoría de voluntarios de diversos países. Es un sector escindido de la organización islámica Al Qaeda (que dirigiera Bin Laden), que se propone construir un «emirato» islámico uniendo a Irak, Siria y Líbano bajo la sharia o ley islámica, dentro de la corriente islámica sunnita.
Derrota yanqui en Irak
La ocupación militar de los yanquis y sus aliados (al principio incluyó británicos y otros europeos) duró desde el 2003 hasta 2011, cuando se retiraron todas las tropas norteamericanas. Obama ganó las elecciones a Bush diciendo que iba a retirar todas las tropas. Fue claramente una derrota de los yanquis ante la resistencia armada popular. A diferencia de lo que les ocurrió en Vietnam en 1975, los yanquis pudieron negociar su salida relativamente ordenada con el régimen iraquí en acuerdo con Irán. El régimen iraní de los ayatolás, el país vecino, colaboró para intentar estabilizar al régimen post ocupación de Irak, presidido por Nuri Al Maliki, un musulmán chiita ligado a Irán. Al Maliki no solamente garantizó la retirada ordenada de los yanquis de Irak, sino también la protección a las inversiones petroleras imperialistas, es decir, el saqueo imperialista del país.Irak: 32 millones de habitantes. Su gobierno presidido por Al Maliki es aliado de Irán y de Estados Unidos.
Para sostener a Al Maliki se apoyaron en los chiitas, una rama del islam, que son supuestamente el 60% de la población iraquí. El resto, 40%, se identifican con el sunnismo (o sunnitas), la otra gran rama del islam. Los chiitas son también el sector religioso que domina el régimen en Irán. Pero el conflicto religioso expresa deformadamente, como siempre sucede, un profundo descontento social. La invasión yanqui produjo un retroceso del país, destruyó muchas de sus estructuras. Redes eléctricas, hospitales y otros servicios funcionan mucho peor que antes de la invasión en tiempos de Saddam Hussein. También hay más desocupación y miseria. El dominio de la burguesía chiita, aliada a Irán y también al imperialismo yanqui, es lo que ahora está en crisis.
De la primavera árabe a la actual rebelión
Los motivos de la rebelión no son religiosos. Desde hace dos años, cuando comenzó la primavera árabe, se iniciaron manifestaciones populares de descontento en Irak. Las más fuertes, en la parte sunnita del norte. En Ramadi había desde comienzos de 2013 un campamento de protesta, que fue violentamente desalojado por la policía el 30 de diciembre pasado, matando a 13 manifestantes, provocando una explosión de descontento mayor en todas las ciudades del norte y la renuncia de 44 diputados al Parlamento nacional. Esto fue aprovechado por la milicia del EIIL para tomar las ciudades de Ramadi y Faluya, con el apoyo de la población y la deserción de la policía local, en el mes de enero.
El EIIL también interviene en la guerra civil de la vecina Siria, donde en teoría combatía contra el dictador Al Assad, pero intentó imponer su propia dictadura en las zonas liberadas y se enfrentó en forma armada a sectores populares rebeldes. Algunas informaciones indican que recibieron armas de Qatar y Arabia Saudita, países aliados a Estados Unidos, para influir en la crisis siria.
En el caso de Irak, su actual avance, está directamente relacionado con una rebelión popular. Por eso una milicia que tiene entre 5.000 y 10.000 soldados, avanzó rápidamente, poniendo en fuga a más de 30.000 soldados del ejército iraquí que desertaron o escaparon, abandonando muchas armas, artillados y tanques. Según informaron, con el claro propósito de provocar el terror, los milicianos del EIIL fusilaron a 1.700 soldados prisioneros y también a 12 imanes (sacerdotes) que se negaron a jurarle fidelidad. Como ya ocurrió en Siria, sus métodos terroristas y dictatoriales pueden terminar enfrentándolos a la población que hoy los apoya porque odia al régimen de Al Maliki.
El EIIL por su programa sólo islamista sunnita, no puede ser alternativa para el conjunto del pueblo iraquí, chiitas, sunnitas y minoría kurda del norte, que necesita unirse para echar al gobierno capitalista semicolonial de Al Maliki, como lo hizo para echar a los invasores yanquis. Solo un gobierno de los trabajadores y el pueblo será salida. Que respete el derecho a una real autonomía a todos los sectores étnicos o religiosos, recuperar el dominio de su petróleo y riquezas naturales, y en lo inmediato rechazar la intervención yanqui o iraní y unirse en la lucha al pueblo sirio que también enfrenta a su propio dictador Al Assad.
¡No a la intervención yanqui o iraní!
Tanto Irán como Estados Unidos se han ofrecido a «ayudar» enviando armas y tropas «en caso de que el gobierno de Irak se lo pida». Denunciamos que tanto Estados Unidos como Irán están sosteniendo a un régimen dictatorial, odiado, ilegítimo, continuador de la ocupación yanqui y electo en condiciones fraudulentas. ¡No a la intervención yanqui o iraní! ¡Abajo la dictadura de Al Maliki! ¡Autonomía para sunnitas y kurdos! ¡Fuera las transnacionales que se roban el petróleo iraquí!
Datos
Irak: 32 millones de habitantes. Su gobierno presidido por Al Maliki es aliado de Irán y de Estados Unidos. Cultural y étnicamente se divide en 3 sectores: árabes chiitas 60%, árabes sunnitas 25%, y Kurdos no árabes (también sunnitas), 15% (tienen una fuerte autonomía).
Irán: 80 millones de habitantes. Gobierno capitalista islámico. Después de muchos años de enfrentamientos, llegó a un acuerdo con Estados Unidos para estabilizar la región. Es aliado de las dictaduras Siria y la de Irak.
Siria: 20 millones de habitantes, en guerra civil. Alzamiento popular contra la dictadura de Al Assad desde hace 3 años.