Obama ordenó bombardeos en Irak con la excusa de «proteger a los civiles de minorías perseguidas» (cristiano, yasidíes) del ataque de ISIS (grupo autodenominado Estado Islámico de Irak), que viene ocupando zonas del noroeste del país.
El ISIS fue originalmente armado por Arabia Saudita (aliada de Estados Unidos) para intervenir en la guerra civil siria. Ahí jugaron un rol siniestro, atacando a la resistencia popular a la dictadura para imponer su propia dictadura «islámica». Ahora en Irak, se apoyaron en la rebelión popular contra el gobierno sostenido por los yanquis y por Irán de Al Maliki. También juegan un rol nefasto con su persecución de minorías religiosas y hasta de la rama chiita de Islam (ISIS es sunnita, la otra gran corriente islámica). Sin embargo los norteamericanos utilizan ese hecho como excusa para la intervención. Hay que recordar que Obama ganó las elecciones prometiendo terminar con la guerra de Irak.
Por otra parte no se preocupan de centenares de miles de palestinos sometidos al bombardeo de Israel, un drama humanitario mucho más grave de lo que ocurre en Irak y lo que hace Obama es enviarle armas a Israel.
Por eso los yanquis en Irak no van a defender a los cristianos ni a los yasidíes perseguidos. Intervienen para intentar en primer lugar defender los pozos petroleros, que están cayendo en manos de ISIS, defender a sus aliados del gobierno autónomo de Kurdistán (norte Irak) y también para apuntalar, con algunas reformas, al régimen iraquí post ocupación que hoy corre muchos riesgos de derrumbarse.
M.L.