La izquierda … internacional sufre una gran crisis»
24 de noviembre de 2014
Entrevista con Yassin al-Haj Saleh, escritor y activista sirio. Prisionero político de Bashar Al Assad 16 años entre 1980 y 1996. Ha vivido en Estambul este último año. Realizada por LI y el IDP de Turquía.
IDP y LI.- Obama amenaza con atacar al ISIS en Siria… y el régimen de Assad lo saluda ofreciéndose a sí mismo como aliado de Occidente contra el terror. Irán juega de la misma manera.
YH.- Siempre he pensado que la mejor manera de actuar contra el ISIS era ayudar a los sirios contra el régimen de Assad. No solo porque el régimen es tiránico y sectario, sino porque de hecho es un régimen terrorista, que utiliza a los grupos fascistas yihadistas y los manipulaba en Irak y Líbano en los años anteriores a la revolución siria. Veo los planes de ataque occidentales contra el ISIS -sin ayudar a los sirios contra Assad, sin abordar las raíces políticas y sociales de la lucha siria- como otra traición hacia nuestro pueblo, después de tres años pidiendo ayuda contra el régimen criminal. No debemos olvidar la vergonzosa reacción de occidente después de la masacre química de hace un año. El ISIS, con sus maneras inhumanas, capitalizó mucho de esa forma de tratar un crimen tan atroz.
IDP y LI.-¿Cómo puedes explicar el rápido crecimiento del ISIS? ¿Qué papel jugó en la 5ª columna de la revolución siria?
YH.– No hay una explicación simple para su crecimiento. Primero, han aumentado las tendencias nihilistas en la conciencia de muchos sirios (e iraquíes). Es el resultado de largas injusticias y la falta de confianza en la institución mundial. Segundo, el ISIS tiene un proyecto, una especie de »construcción nacional», aplicada con una cruel determinación.
Tercero, el régimen de Assad se alegró del auge del ISIS, una entidad ultraextremista que le da credibilidad a su discurso de lucha contra el terrorismo. Es un hecho conocido que actualmente el régimen evita al ISIS, atacando solo a la resistencia contra el régimen.
El ISIS, muchos de cuyos miembros eran baasistas iraquíes, es beneficioso para el régimen porque es una máquina de matar, aunque menos efectiva que el régimen de Assad, lo iguala en brutalidad y lo sobrepasa en el carácter espectacular de sus crímenes. Destruye los movimientos populares, secuestra o asesina a los activistas contra el régimen, y es la única cosa en el mundo de la que se puede decir justificadamente que es peor que el propio régimen.
IDP y LI.– Tres años después de que comenzara la revolución, muchos sectores políticos afirman que la revolución se convirtió en una guerra civil sectaria. ¿Estás de acuerdo con esta idea? ¿Cómo consideras la actual situación de la revolución siria?
YH.– Es cierto que hay un gran elemento sectario en la lucha siria, que ha incrementado su presencia en los últimos 2 años. Pero el mundo de las sectas no está separado del mundo de clases. El sectarismo a mi modo de ver es una ideología de clase y no una ideología de identidad.
Es una herramienta para dividir los movimientos populares y para proteger el sistema social y político establecido en base a privilegios y al monopolio del poder y la riqueza. Esto es cierto para el régimen, pero también para ciertos grupos que luchan contra él. Emplean el sectarismo como método para movilizar a la gente bajo su liderazgo.
La situación ahora mismo es muy difícil. La estructura nacional de la lucha colapsó en los últimos dos años. Tenemos iraníes, libaneses, iraquíes y otros luchando contra el régimen, y yihadistas de muchos países que están luchando con el ISIS. Creo que el papel de los EE.UU. no es menos criminal que el de Rusia en la planificación de la destrucción de nuestro país, y el papel de Israel tampoco es menos destructivo que el de Irán. Al mismo tiempo la oposición tradicional falló miserablemente a la hora de transmitir nuestros problemas o al menos para salvar la dignidad del pueblo y la dignidad de la revolución.
IDP y LI.- Parece que la resistencia se está concentrando en Alepo. ¿Es esto cierto? ¿Cuál es la situación allí?
YH.– Alepo es importante porque es el lugar con las tres facciones de nuestra lucha: el régimen, el ISIS, la FSA y grupos islámicos moderados.
También es la ciudad más grande del país. Si el régimen perdiese Alepo completamente perdería el argumento de que representa a la unidad de Siria. Parecería que se entraría en una nueva era en Siria si el ISIS o el régimen dominasen Alepo definitivamente. Hay otros frentes de la lucha en Deera, en el sur. En el este de Ghouta, cerca de Damasco, en la provincia de Idlib no muy lejos de Alepo, pero este último es vital para el destino de la revolución y para cualquier tipo de acuerdo posible en el futuro.
IDP y LI.-¿Están aún vivas las autoorganizaciones como los comités del pueblo sirio que emergieron con la revolución?
YH.– Sufrieron mucho en 2013 y 2014. Su edad dorada fue en 2011 y 2012. Había espacio para actividades creativas en los niveles de organización, protesta, documentación, cobertura de medios, logística, servicios médicos, consuelo, etc. Pero la dinámica de la militarización llevó a una situación en la que los grupos militares controlaban estas actividades, limitando las civiles al mínimo. Esto benefició la lucha contra la agresión del régimen, pero crearon estructuras de poder que no son revolucionarias.
El destino de Razan Zeitoona, la famosa y respetada fundadora de los Comités de Coordinación Local es ejemplar a este nivel. Razan fue secuestrada por el Ejército Islámico en el este de Ghouta en diciembre de 2013. Mi mujer Samira al Khalil, el marido de Razan Wael Hammada, y el abogado y activista Nazem Hammadi fueron raptados con Razan, sin que se sepa nada de ellos desde hace mucho tiempo.
IDP y LI.– Comenta el papel de los kurdos sirios en la revolución.
YH.– Es un papel contradictorio. El poder militar kurdo es más enemigo de Turquía que del régimen sirio. Están relacionados con el PKK de Turquía, el país que, miopemente ayudó a grupos islámicos contra los kurdos. Tal vez esta política del gobierno del AKP en Turquía provocó la llegada de miles de yihadistas a Siria.
Quiero decir que la lucha kurda en Turquía, uno de los mayores aliados de la oposición siria, dejó una muy mala imagen del papel de los kurdos sirios en la revolución. Nunca hubo confrontación entre el PYD y el régimen. Hay elementos aislacionistas en la política del PYD durante la revolución.
Lo correcto, en mi opinión, es hacer una amplia alianza contra el régimen y el ISIS, con kurdos, árabes y todos, orientados hacia la liberación de Siria de los dos para construir una de nueva, en la que los árabes y los kurdos fueran iguales, como individuos y como etnias.
Cuanto mayor sea el papel de los kurdos en esta lucha, tanto más compartirán en la futura Siria. El problema es que los kurdos no se han mentalizado tampoco para seguir un plan pankurdo, que les mantuviera unidos con los kurdos de Turquía e Irak, o uno propio para Siria, que pudiera hacer causa común con otros sirios.
IDP y LI.- Durante los tres años de la revolución, la izquierda internacional no pudo realmente construir una red solidaria con la revolución siria. Sin embargo, en tanto que la revolución continua, esta enorme tarea aún está pendiente. ¿Cuáles son las tareas de la izquierda internacional para el avance de la revolución siria, qué tipo de campañas internacionales concretas se pueden construir para la revolución siria?
YH.- Creo que la izquierda política internacional sufre una gran crisis, que afecta a su visión del mundo actual, su papel, su autoconocimiento, su organización… El pensamiento general de la izquierda es conservador, anticuado, cuando no reaccionario. La mayoría están satisfechos con las posiciones contra los EE.UU., con monstruos como Putin en Rusia, Assad en Siria, y el régimen de los Ayatolás en Teherán.
Hablan mucho contra el imperialismo, pero según mis conocimientos prácticamente no hacen nada para ayudar o ni siquiera entender la perseguida lucha contra los opresores locales o contra el imperialismo y sus clientes. Lo que encuentro más despreciable de la izquierda internacional es que no saben nada sobre Siria, sobre su historia, sobre nuestra lucha por la justicia y la libertad en el pasado.
Siempre identificaron nuestro país con el régimen fascista de Assad, y saben muy poco sobre el régimen. ¿Saben, por ejemplo, que Bashar heredó su puesto de jefe de la »república» de su brutal padre que gobernó el país durante 30 años? Si esto les parece bien, ¿por qué no vienen a vivir bajo este régimen cruel? En agosto de 2013 ellos pensaron que su deber dictaba estar contra las intenciones de América de castigar al régimen fascista que mató a 1.466 personas en una noche. Tranquilizaron a la administración de Obama en aquél momento, en coordinación con la »imperialista» Rusia, acordando que el régimen criminal sería desarmado de sus armas químicas, pero tendría licencia internacional para matar sirios con cualquier otra arma. Su problema no era con la guerra, porque esta servía para contener la revolución desde el primer día, su problema estaba con el castigo del criminal.
No vieron que la tarea era progresiva y que los americanos buscaban cualquier pretexto para no hacerlo. Como sirio encuentro esta posición tan sórdida e inhumana como la de la administración de Obama.
Tampoco son diferentes de esta administración. Ésta eliminó las armas químicas y permitió que el régimen siguiera con su trabajo asesino, ¡esos izquierdistas protestaron contra una guerra imaginaria contra el criminal, y nunca vieron nada malo en el régimen asesino! Hay sin embargo algunos individuos y grupos que salvaron la dignidad de la izquierda internacional y que representan la dignidad de la izquierda. Como sirio y como actor en esta terrible lucha, quería expresar mi más profundo respeto hacia ellos, en Turquía, en España y en otros países.
Entrevista realizada por IDP y LI, secciones turca y del estado español de la UIT-CI