¡Abajo el gobierno de Martelly! ¡Fuera las tropas yanquis y de la MINUSTAH!
Movilizaciones populares masivas en Haití impidieron por tercera vez la realización de la segunda vuelta electoral. Durante varias semanas, estudiantes, jóvenes de los barrios pobres, trabajadores enfrentaron la represión policial, quemaron recintos electorales, bloquearon rutas y llenaron las calles de protesta. Obligaron así a suspender un proceso electoral fraudulento, organizado por el presidente Michel Martelly, quien debe terminar su mandato el 7 de febrero próximo. Pretendía dejar un sucesor de su misma mafia: Juvenel Moise del oficialista PHTK. Para eso hizo las elecciones de primera vuelta en octubre, con electores que votaban varias veces y miles de muertos en el padrón.
El presidente actual, Martelly, es un ex colaborador de la dictadura, amigo del ex dictador genocida ex dictador genocida Baby Doc (hijo de su padre, genocida fallecido, Papa Doc Duvalier) a quien permitió regresar al país (estaba exiliado en Francia) y lo nombró «asesor» de su gobierno. Desde el gobierno se formaron grupos paramilitares, semejantes a los antiguos tenebrosos tonton-macoutes de Duvalier, y se generalizó la represión sistemática en los barrios populares.
País invadido
Haití está ocupado por tropas norteamericanas y de la MINUSTAH (ONU) que supuestamente tienen un objetivo «humanitario», pero que en realidad van a reprimir al pueblo para sostener al régimen, y defender a las multinacionales yanquis, francesas, canadienses y brasileñas, que explotan a los haitianos como mano de obra barata en las textiles y minería. El sector textil, Levis, GAP, Wrangler entre otras, produce para el mercado yanqui en zonas francas de Haití (libres de impuestos), con salarios de 70 dólares mensuales, mucho menores a los salarios que pagan en China.
El régimen haitiano actual surge del golpe de febrero de 2004, de sectores de la derecha haitiana apoyados directamente por tropas yanquis que desembarcaron y secuestraron al presidente Aristide y lo enviaron a la República Centroafricana, en una escandalosa maniobra.
Las tropas de la MINUSTAH fueron de apoyo a los invasores yanquis, incluyendo a militares de los países gobernados por supuestos «progresistas» como Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Perú, El Salvador. Denunciamos la permanencia de las tropas de la MINUSTAH en Haití, responsabilizamos al imperialismo yanqui y todos los gobiernos serviles que la sostienen y sostuvieron, como una grave violación de los derechos y la soberanía del pueblo haitiano, y respaldamos totalmente los reiterados reclamos de sectores democráticos, revolucionarios y antiimperialistas de Haití y del pueblo en las calles por el inmediato retiro de todas las tropas de ocupación.
¡Fuera tropas invasoras de ocupación!
Ante la rebelión popular contra las elecciones truchas, repetidos comunicados del Departamento de Estado yanqui y de la Unión Europea insistían en que las elecciones debían llevarse a cabo y que «debía cesar la violencia» (atribuyendo la violencia a los manifestantes y no al presidente dictador).
Ahora una misión de la OEA busca un acuerdo para un «gobierno de transición». Los manifestantes repudiaron de inmediato la injerencia de la OEA, al tiempo que exigen la retirada de las tropas de la MINUSTAH. El candidato opositor en la segunda vuelta se retiró por el fraude y el G-8 formado por los 8 candidatos opositores también repudió a la misión de la OEA considerando que quiere prorrogar mandato de Martelly. Sin embargo, el pueblo en las calles tampoco confía en el «opositor» Jude Celestin, otro agente de la ocupación yanqui que solo se pelea con Martelly por quien es el que roba desde el Estado. La participación electoral fue del 20% del padrón. Por eso la lucha es por la total anulación del proceso electoral y porque se vaya Martelly y las tropas de ocupación.
Nos solidarizamos con el pueblo haitiano, ¡Que se vaya Martelly y su mafia! ¡fuera la MINUSTAH y tropas yanquis de ocupación y de toda injerencia imperialista! El pueblo movilizado con sus organizaciones juveniles, barriales y de trabajadores, son los únicos que pueden resolver una salida democrática para Haití.
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
2 de febrero 2016