Por: Mercedes Petit
La violencia de todo tipo contra las mujeres es un flagelo mundial, producto de la discriminación de la sociedad machista y patriarcal. En República Dominicana, por luchar contra la dictadura genocida de Trujillo, fueron brutalmente vejadas y asesinadas tres mujeres, las hermanas Mirabal. Ese crimen nunca fue olvidado. Su conmemoración dio lugar desde 1981 al “Día mundial para la eliminación de la violencia contra las mujeres”.
En 1916 la República Dominicana fue invadida por su poderoso y agresivo vecino Estados Unidos. Los ocupantes fundaron un cuerpo represivo, La Guardia Nacional, de cuyas filas surgió el siniestro general Rafael Leonidas Trujillo, un delincuente de origen oscuro y pobre. Desde 1930, Trujillo instauró una feroz dictadura fascistoide, y manejó un multimillonario monopolio familiar sobre los principales rubros productivos del país, con la protección del imperialismo vecino. Fue un dictador despiadado y cruel, asesino de opositores y que se dedicó al abuso y vejación de las mujeres que le despertaban interés (ver El Socialista Nº 291, 13/5/2015).
Don Enrique Mirabal era un acomodado comerciante y hacendado, productor de cacao, en Ojo de Agua, en la pequeña provincia de Salcedo, centro-norte del país. Tuvo cuatro hijas mujeres: Patria (1924), Dedé (1925), Minerva (1926) y María Teresa (1935). Las jóvenes recibieron una esmerada educación. Desde 1949 Trujillo comenzó a acosar a Minerva y la joven siempre rechazó sus pretensiones. Tenía afinidad con el Partido Socialista Popular. Desde entonces, la familia, que era parte de la oposición a Trujillo, incluyendo a los esposos de las hermanas, fue sufriendo la persecución policial, con detenciones reiteradas, en particular del padre, que murió en 1953.
El último vuelo de “las mariposas”
A fines de la década de los cincuenta se debilitaban las dictaduras proyanquis en América del Sur y el Caribe. En Colombia caía Rojas Pinilla, en Venezuela Pérez Jiménez, y el 1 de enero huía de La Habana el dictador Batista, derrotado por la revolución encabezada por el Movimiento 26 de Julio y el Che Guevara.
En Dominicana crecía la oposición popular y democrática contra el dictador. El 14 de junio de 1959 se organizó desde Cuba una expedición armada con el objetivo de derrocar al dictador. El intento fracasó, pero en enero de 1960 se formó en la clandestinidad el opositor Movimiento 14 de Junio inspirado en la revolución cubana, del cual formaban parte las hermanas junto a sus esposos. El seudónimo de Minerva, una dirigente reconocida, era Mariposa. Así, las hermanas eran “las mariposas”.
La persecución represiva se exacerbó a medida que la dictadura se debilitaba. Fueron presos sus esposos y sobre ellas se libró una orden de detención el 25 de noviembre. Ese día, las tres fueron en un jeep hasta la prisión de Puerto Plata, a visitar a los esposos de las dos mayores. Cuando regresaban a sus casas el jeep fue interceptado por miembros del Servicio de Inteligencia Militar y reubicadas en otro vehículo que se internó por carreteras secundarias hacia una zona selvática. Las tres hermanas fueron violadas. Junto con el chofer fueron apaleadas brutalmente por los esbirros de Trujillo, hasta matarlas. Posteriormente lanzaron el vehículo por un precipicio.
La dictadura intentó ocultar el crimen diciendo que había “ocurrido un accidente”, pero el hecho conmovió al país y trascendió las fronteras. Temiendo que la movilización contra la dictadura se desarrollara y tomara un camino semejante al de la Revolución Cubana, los Estados Unidos consideraron que ya Trujillo había cumplido su ciclo, mientras distintos sectores burgueses y grupos de funcionarios se dedicaban a conspirar. Apenas seis meses después fue ametrallado por gente de su entorno. Las armas habrían sido suministradas por la CIA.
Los dominicanos y el mundo recuerdan a las hermanas Mirabal
Desde aquel nefasto día, la única hermana sobreviviente, Dedé, dedicó su vida a la denuncia del crimen y al homenaje a la memoria de las mujeres masacradas, que están presentes en todo el país. Hay calles con el nombre de las hermanas, que también fue adoptado por la exprovincia de Salcedo, de donde eran oriundas. Allí están enterradas y un museo evoca su memoria. En 2002 se hizo la película En el tiempo de las mariposas, que contó también con la colaboración de Dedé, quien murió en febrero de 2014, a los 88 años.
La violencia contra las mujeres, simbolizada en el martirio de las hermanas Mirabal, tiene un peso tremendo en todo el mundo. En 1981, en el primer Congreso Feminista Latinoamericano, que se reunió en Colombia, se decidió impulsar cada 25 de noviembre una jornada mundial contra la violencia hacia las mujeres. Fue adquiriendo tanta aceptación que incluso lo adoptó también la Organización de las Naciones Unidas, desde el año 1999.
De la mano de las millones de víctimas de violencia machista, muchas de ellas solo niñas, las mujeres pelean cada vez más en los distintos países. Este año hubo marchas importantes en Argentina y Madrid (ver recuadro). Izquierda Socialista convoca (ver contratapa) para el próximo miércoles 25 de noviembre: ¡mujeres a las calles!
Mujeres a las calles
Según la ONU, en 2012, un estudio realizado en la India, en Nueva Delhi, reflejó que el 92 por ciento de las mujeres comunicó haber sufrido algún tipo de violencia sexual en espacios públicos a lo largo de su vida. En la Unión Europea, 43 por ciento de mujeres de los 28 estados miembro, ha sufrido algún tipo de violencia psicológica por parte de un compañero sentimental a lo largo de su vida. Así mismo, el Estado Español es uno de los que encabeza las estadísticas de la violencia de género.
Madrid: una multitud contra la violencia machista
El pasado sábado 7 de noviembre, más de 200.000 personas se movilizaron desde distintos puntos del país hasta la Plaza de España, en Madrid, en lo que fue una de las movilizaciones más importantes del año, en medio de la crisis económica y social que vive Europa.
En el Estado Español en lo que va de 2015, según el ministerio de Sanidad, 84 mujeres fueron asesinadas en manos de sus parejas o ex parejas, mientras que los juzgados reciben cada día 266 denuncias. Por eso, más de 400 organizaciones feministas reclamaron el fin de la violencia machista y denunciaron los recortes presupuestarios del gobierno de Mariano Rajoy (Partido Popular) a los programas de atención y prevención de las violencias.
El documento acordado por las organizaciones convocantes y leído al culminar la movilización, señalaba que la violencia machista “es la más grave violación de los derechos humanos de las mujeres”. Y recordaron que se han asesinado a más de 1300 mujeres desde 1995, siendo esto solo “la punta del iceberg”.
La negación del derecho al aborto legal, seguro y gratuito es otra de las nefastas expresiones de violencia contra las mujeres. En 2012, mujeres de todo el Estado Español se movilizaron defendiendo la legislación que les otorga importantes derechos en relación al aborto, cuando el mismo gobierno y el Vaticano intentaron asestarle un fuerte golpe a esa ley vigente.
El 3J y la marcha de Mar del Plata
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no lleva cifras oficiales de las mujeres muertas por violencia machista y deja en el abandono a las que son maltratadas y golpeadas. Gran parte de los femicidas logran librarse de la cárcel. La entidad civil La Casa del Encuentro viene denunciando estos hechos, y registrando por los medios disponibles las estadísticas. En Argentina, cada 36 horas muere una mujer como resultado de la violencia machista.
Las movilizaciones de más de 500.000 personas el 3 de junio de este año en Buenos Aires y todo el país, marcó un verdadero hito en la lucha contra los femicidios y la impunidad contra los responsables de los mismos. Con la consigna de “¡Ni una menos!”, se colmaron la Plaza de los Dos Congresos y varias cuadras con muchísimas mujeres, y también hombres y familias con sus hijos (ver El Socialista Nº 293, 10/6/2015). La presidente Cristina Kirchner no solo impide el derecho al aborto, sino que ha negado el presupuesto y las distintas medidas imprescindibles para que se aplique en los hechos la ley que supuestamente estaría defendiendo a las mujeres de la violencia doméstica y los femicidas.
El 11 de octubre, culminando el exitoso XXX Encuentro Nacional de Mujeres, una marcha de más de 60.000 personas recorrió las calles de la ciudad de Mar del Plata reclamando por los derechos de las mujeres, y en particular contra la violencia y por el derecho al aborto.