Después de la votación del Impeachment viene más ajuste y corrupción!
El domingo 17 la cámara de diputados votará el impeachment de Dilma/PT. Proceso que pasa al senado y puede resultar en el traspaso del poder al vicepresidente Michel Temer/PMDB. Una disputa entre el «sucio» y el «mal lavado». De un lado Dilma, Lula, Renan y Katia Abreu, el PT, el PCdoB y un ala del PMDB, intentan comprar diputados para permanecer en el poder. Utilizan el reparto de cargos, liberación de enmiendas (modificaciones a las leyes) y ministerios, un negociado igual al de FHC (Fernando Hernique Cardozo) para aprobar la enmienda de la reelección. Del otro lado, Michel Temer, Cunha, Aécio, José Serra, el PSDB, la mayoría del PMDB, queriendo ocupar el Palacio de Planalto (sede el poder ejecutivo). Negocian un futuro ministerio, un estilo fisiológico igual al del PT. En el medio de eso, bandidos como Maluf y Kassab alquilan sus siglas. La disputa es una falsa polarización para ver quién gobierna la nación, sin que existan propuestas diferentes, tal es así que el PT y el PMDB gobernaron juntos hasta aquí y la mayor parte del congreso integró la lista de Dilma/Temer. Hace pocos meses Dilma premiaba al PMDB con ministerios y el vocero del impeachment tenía cargos en el gobierno federal.
Dilma, Temer y Aécio negocian pacto para aplicar más ajuste y saquear el país.
El PT, el PSDB y el PMDB poseen proyectos similares. La «Agenda Brasil» de Renan, aceptada por Lula y Dilma, es idéntica al «Puente hacia el Futuro» de Temer y Aécio. Programa ya aplicado vía medidas provisorias y decretos, leyes del congreso y por los gobiernos estaduales. Con Dilma o Temer habrá más ajuste fiscal, privatizaciones, pérdida de derechos y una operación para garantizar la impunidad a los corruptos, paralizar las investigaciones del Lava Jato y esconder las listas de donaciones de las empresas contratistas. Es decir, a pesar de la pelea actual, ellos van a arreglar en nombre de la «gobernabilidad», para aplicar una agenda conservadora contra el pueblo trabajador y la juventud. Por eso Dilma, Temer, Lula, FHC hablan de «reconciliación», «unión nacional» y «pacto». Ellos se acusan de «criminales» y «golpistas» pero van a terminar juntos contra los trabajadores, pues seaprados no tienen las condiciones para aplicar esas medidas. Es preciso luchar contra ese acuerdo reaccionario.
Dilma se tiene que ir! Temer no se puede quedar!
Estamos a favor del fin del gobierno de Dilma. Este gobierno del ajuste fiscal, del desempleo, de las rebajas salariales y de la corrupción se tiene que acabar. Dilma fue elegida prometiendo «cambio» pero puso un banquero en el Ministerio de Finanzas, una terrateniente en Agricultura y un industrial en Desarrollo. Hablaba de garantizar derechos, pero aplicó medidas provisionales restringiendo el seguro de desempleo, adicionales, asistencia médica, aplicó un plan que reduce los salarios de los metalúrgicos y privatizó hospitales. Hizo todo lo que Aécio y Serra harían. Dilma se tiene que ir porque no apoyamos la entrega del Pré-sal (gran yacimiento petrolífero), los recortes en las áreas sociales y la destrucción del sistema de previsión social, y una ley que encuadra las manifestaciones como actos de terrorismo. El gobierno del PT tiene que terminar para así archivar el proyecto legislativo 257 (PL 257) que pretende congelar los salarios de los estatales, impedir concursos públicos y acabar con los aumentos del salario mínimo. Dilma cometió crímenes al hacer campaña con dinero de sobornos y patrocinar la corrupción vía las empresas contratistas.
Sin embargo Temer no puede asumir. Estamos contra un impeachment conducido por un bandido como Eduardo Cunha. Esa cámara corrupta de representantes de los banqueros, contratistas y hacendados no tiene moral para decidir quién debe gobernar. Temer es tan responsable como Dilma por todo lo que está pasando. Las medidas de ajuste fiscal fueron aprobadas por medio de la articulación de Temer y Levy. Ajuste que el PSDB defiende. Estamos contra un impeachment basado en la ley de responsabilidad fiscal, una ley neoliberal creada por FHC y mantenida por Lula para garantizar el pago de la deuda al sistema financiero. Estamos contra el impeachment, pues le da el poder al senado, un establecimiento reaccionario, antidemocrático, lleno de oligargas. Además de colocar al país como rehén del Supremo Tribunal Federal (STF) cuyos integrantes no son electos, son designados políticamente, con mandatos vitalicios. Desafortunadamente los parlamentarios del PSOL optaron por votar con el gobierno contra el impeachment, en vez de mantener una postura independiente y abstenerse en esta votación del «sucio» contra el «mal lavado».
Los trabajadores y la juventud deben confiar solo en nuestras propias fuerzas. No podemos aceptar la polarización «en contra o a favor» del impeachment. No hay que confiar en las direcciones que convocan a esas acciones. La FIESP, el PSDB, el PMDB, quieren gobernar directamente porque el PT perdió capacidad de controlar al movimiento de masas y se aprovechan del sentimiento anti-Dilma. Pero el PT quiere permanecer en el poder y proteger a Lula, para eso se aprovecha del miedo a un supuesto golpe. El sentimiento opositor, contra el ajuste y la corrupción de Dilma y Lula, el sentimiento anti-Temer y anti-PSDB, contra la restricción de cualquier libertad debe ser canalizado por otra vía. La clase trabajadora, la juventud, la clase media y el pueblo deben organizarse para tomar las calles, realizar huelgas, ocupaciones para derribar al gobierno del PT y del PMDB, por Fuera Dilma, Temer, Cunha, Renán y Aécio! Garantizando que la verdadera soberanía se puede expresar en la revocatoria de mandatos, por medio de la democracia directa, a través de la movilización popular. Y así derrotar el ajuste, las privatizaciones y la corrupción, revocar la ley antiterrorista y garantizar el derecho democrático a la libertad para manifestarse. Es preciso construir una alternativa en las huelgas de profesores y empleados estatales, en las ocupaciones de escuelas en Río de Janeiro, en las manifestaciones contra el PL 257, en las luchas obreras contra los despidos, en la lucha contra los asesinatos de los sin-tierra como ocurre en Paraná. Entonces podemos construir una alternativa de clase en contra de ellos.
Necesitamos una verdadera oposición de izquierda
Lamentablemente no hay un polo de oposición clasista porque los mayores líderes de izquierda decidieron integrar el campo lulista. El sector mayoritario del PSOL junto con el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MTST), transformaron a las mayores organizaciones de izquierda en apéndices del PT en el parlamento y en las manifestaciones en defensa del mandato de Dilma. Un proceso que reoxigena al PT, su estrategia de un «frente amplio» con Lula en 2018. Mientras que deja espacio para los proyectos burgueses, como el RED. Un posicionamiento que debe ser revertido. Por eso insistimos que la mayoría del PSOL y la dirección del MTST abandonen el bando del gobierno y el frente con el PT y el PCdoB-
En este contexto, varias organizaciones no son apéndices del PT y continúan la batalla contra el PSDB. La primera expresión pública de este campo fueron las manifestaciones de la vanguardia el día 1 de abril que mostraron el potencial de un tercer campo, contra Dilma, Temer, Cunha, Renan, Aécio, los gobernadores y prefectos. Es necesario dar cohesión a quienes no son apéndices. Una unidad que pasa por el cobate frontal a la nueva derecha represenatda por el PT y a la vieja derecha lideraa por el PSDB. Una postura radical contra todo eso que está ahí, sin ceder a ninguna presión del PT. Una lucha firma contra la política de las organizaciones que integran el campo Lulista. Un bloque que se posicione categóricamente por el fin del gobierno de Dilma, contra el impeachment del congreso corrupto y de la toma de posesión de Michel Temer, y también contra los tucanos. Un bloque que evite la dispersión, parálisis y confusión que prima en varias otras articulaciones, como el bloque de izquierda del PSOL que ni siquiera es capaz de votar juntos en foros o escribir una nota política en conjunto, pues coexisten orientaciones opuestas en su interior. Un bloque que supere las insuficiencias del Espacio de Unidad de Acción de la CSP-CONLUTAS, que a pesar de haber realizado acciones importantes el año pasado y en el 1 de abril, no está a la altura de los acontecimientos, pues ya no existe la misma unidad política anterior.
Propuesta para unificar a los que luchan contra Dilma, Temer, Cunha, Renan y Aécio:
1) Construir un bloque de los que no somos apéndices del PT, un polo de oposición de izquierda, que tenga como eje la movilización, la acción directa, el fortalecimiento de las huelgas, la coordinación de las luchas. Lo que se lleva a cabo mediante una campaña en solidaridad con la huelga de maestros en Río de Janeiro y otras luchas. Buscar construir un nuevo bloque social y político con las organizaciones que no estén en el campo del PT, PMDB y PSDB. Un bloque que busque ser fiel a la radicalidad de las Jornadas de Junio, que sea la voz de un proyecto político independiente y anticapitalista y que articule un frente social clasista. Dar continuidad a las iniciativas como la del día 1°, con un eje político, contra Dilma, Temer, Cunha, Renan, Aécio con una manifestación nacional centralizada en San Pablo también en abril.
2) Que ese bloque construya un espacio unitario para discutir la mejor salida para el país desde el punto de vista de los intereses de los explotados y oprimidos, sin oficialistas, sin tucanos (PSDB), sin patrones. Un plenario sindical, popular y estudiantil, convocado por los sindicatos, centros de estudiantes, federaciones estudiantiles, agrupaciones sindicales, el CSP-Conlutas, organizaciones políticas como el MES y el PSTU, figuras públicas como Luciana Genro, Zé Maria, Babá, Raul Marcelo y todos que desean construir esta iniciativa, con la máxima amplitud, sin ningún tipo de sectarismo o hegemonismo. Dicho Plenario debe realizarse en abril en función de la votación del impeachment y los actos convocados por los tucanos y petistas (PT).
16/04/16 | Secretariado de la CST-PSOL