En los próximos días se dará la votación en el Senado sobre el impeachment (juicio político) que ya fue aprobado en Diputados. Está en disputa quién ocupa el Palacio de Planato (sede del gobierno en Brasilia) en medio de la bancarrota del lulismo. A pesar de la polarización entre Dilma-PT y su vice Michel Temer-PMDB no existen proyectos distintos. Los trabajadores necesitan una salida y una alternativa obrera y de izquierda independiente.
Escribe: Silvia Santos • (Dirigente de la CST-PSol)
Lula y el PT, el PMDB y el PSDB (del ex presidente Fernando Henrique Cardoso) coinciden en el ajuste y la corrupción. Por eso están hablando de “conciliación nacional” luego del impeachment, apuntando a más ataques antiobreros y el fin del “Lava Jato” (la escandalosa operación de corrupción que detonó la crisis actual).
Desde la CST-PSOL le decimos no a Dilma y no al impeachment de la oposición patronal. Ni los diputados ni los senadores tienen legitimidad para decidir sobre quién debe gobernar. Hay sectores de la burguesía y del imperialismo que lo perciben y por eso proponen la renuncia de Dilma o elecciones anticipadas. Los trabajadores y el pueblo deben organizar una salida independiente. Luchar para echar a Dilma, Temer, Cunha, Renan y Aecio Neves, derrotar el ajuste y castigar a los corruptos.
La bancarrota del PT
No estamos ante ningún golpe de la elite patronal brasilera contra algún aspecto progresista del gobierno. Ni Dilma ni Lula anunciaron ningún tipo de medida que pudiera ir contra los intereses de la burguesía y el imperialismo, como podría ser una auditoria o la suspensión del pago de la deuda pública, o una reforma agraria, o alguna medida que afectase las ganancias de los empresarios. Tampoco combatieron la corrupción ni denunciaron a los corruptos. Todo lo contrario: se sumaron ellos de manera escandalosa.
La bancarrota del PT surge de su estrategia y de sus largos años de gobierno de conciliación con los burgueses. Hoy el PT no tiene nada que ver con un partido obrero o de izquierda. Es un partido del “orden”, que desde hace 13 años es parte del mismo Congreso Nacional con los partidos patronales que hoy lo cuestionan. Las bases petistas están rompiendo no porque se sumen a posiciones conservadoras, sino porque rechazan la aplicación de las innumerables medidas antipopulares que vienen empeorando sus condiciones de vida, aumentando el desempleo y la violencia urbana. En la medida en que los trabajadores se alejan del PT, Dilma y Lula ya no le son útiles a la burguesía y al imperialismo para seguir conteniendo las luchas del movimiento de masas y por eso la cuestionan.
Unificar las luchas
Hace falta construir una alternativa de los que están luchando, en las huelgas de docentes y empleados públicos y en las ocupaciones de escuelas de Río de Janeiro, las manifestaciones contra el Proyecto de Ley 257 que alienta nuevas privatizaciones, las acciones buscando acabar con el congelamiento salarial y la destrucción de los servicios públicos, en las luchas obreras contra los despidos o en la lucha contra los asesinatos de los sin tierra.
Hace falta un movimiento para derogar la ley antiterrorista que restringe el derecho democrático a la libre manifestación. Hay que cuestionar la realización de las olimpíadas, que significa gastos millonarios mientras el pueblo muere cuando se caen las obras mal construidas por los negociados. Hay que unificar las luchas y las campañas por los salarios del mes de mayo y lanzar un calendario nacional y unitario de movilizaciones.
Así podremos avanzar en la construcción de una alternativa de clase contra todos los que siempre gobernaron, a la que convocamos a todas las organizaciones de izquierda y movimientos combativos.
Estaremos en las calles buscando construir un frente de las organizaciones que rechazan auxiliar al PT. Para fortalecer las luchas en curso y por la convocatoria a un plenario sindical, popular y estudiantil para discutir éstas y otras medidas y fundamentalmente una salida de fondo ante la crisis, que defienda los intereses obreros y populares. Defendemos la lucha por un gobierno de la izquierda, de los trabajadores y el pueblo, para aplicar un programa alternativo que comience a atacar los problemas económicos y sociales más urgentes.
Ese frente o bloque unitario permitiría discutir en un espacio común la mejor salida para el país desde el punto de vista de los intereses de los explotados y oprimidos, sin oficialistas del PT y del PMDB, sin tucanos (PSDB) y sin patrones. Un plenario sindical, popular y estudiantil convocado por los sindicatos, los centros y federaciones estudiantiles, agrupaciones sindicales, el CSP-Conlutas (Corriente Sindical y Popular), organizaciones políticas como el MES y otros integrantes del PSOL y el PSTU, figuras públicas como Luciana Genro y Zé María (que han sido candidatos presidenciales), Babá que es concejal en Río por la CST-PSOL, Raúl Marcelo y todos los que estamos dispuestos a construir esta iniciativa, con la máxima amplitud, sin ningún tipo de sectarismo o hegemonismo. Es urgente tomar esta decisión unitaria.