Por Partido Socialismo y Libertad – 3/6/2015
Sólo al pueblo y los trabajadores venezolanos les corresponde sacarse de encima al gobierno anti-popular y anti-democrático de Nicolás Maduro
Todo hacía presagiar que Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y tras de él todos los integrantes de este «ministerio de las colonias», como lo llamara el Che Guevara, terminarían metiendo sus sucias manos en la vida política venezolana. La intensa y continua polémica del Secretario General de la OEA con el presidente Nicolás Maduro, parecía conducir a la activación de la «Carta Democrática» que no es otra cosa que un mecanismo que le asegura al imperialismo norteamericano y a los gobiernos serviles del continente, presionar, chantajear e intervenir en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas.
Para gran parte del chavismo, el gobierno de Maduro logró una victoria «antiimperialista» en la OEA. Para algunos simpatizantes de la MUD , gobiernos como el de Macri «traicionaron» la causa de la «democracia» en Venezuela. Ninguna de las dos cosas es cierta. El gobierno venezolano hace mucho tiempo que no tiene posiciones en la OEA que antagonicen con el imperialismo, y terminó firmando la misma declaración consensuada con EE.UU. y todos los demás países. El consenso con EEUU será cualquier cosa menos antiimperialista. Por otra parte, los gobiernos como el de Macri, Peña Nieto, o el primer ministro canadiense, no defienden la democracia ni en sus países ni en el continente, de tal forma que no podían traicionar algo que nunca defendieron.
En realidad, ninguna preocupación por el «pueblo venezolano» conmueve al imperialismo norteamericano, a Luis Almagro, o a los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia y Uruguay que secundan esta descarada injerencia política. Sólo les intranquiliza que sea el pueblo venezolano, quien en forma soberana y pasando por encima del gobierno, del Psuv y de los partidos de la MUD , labre su propio destino mediante su movilización independiente. Ese es el espanto que les unifica.
Es obvio que el pueblo venezolano no soporta más al gobierno del presidente Maduro, del Psuv y del Gran Polo Patriótico, porque su modelo económico condujo al empobrecimiento de más del 80% de la población y convirtió a la clase obrera en la peor paga del mundo junto a la de Haití y China. Pero también es claro que buena parte de la población que quiere sacarse de encima al gobierno no confía en la MUD. Saben que ya ellos gobernaron en el pasado y que hoy están al frente de alcaldías, gobernaciones y la Asamblea Nacional demostrando que gobiernan al servicio de empresarios y transnacionales.
Ni el gobierno ni la MUD son la alternativa
El pueblo y los trabajadores nos encontramos frente a una encrucijada ante la cual no nos podemos dejar seducir ni confundir. No se puede creer que el gobierno de Maduro enfrentará a la OEA o al imperialismo porque precisamente fueron los representantes venezolanos en ese organismo los que hicieron el cabildeo para que Luis Almagro ocupara el cargo que hoy ostenta. Fue el gobierno venezolano el que más fichas movió para que el cadáver de la OEA resucitara y actuara en la crisis política de Honduras. Es el gobierno de Venezuela el que respeta los acuerdos y compromisos pactados hace más de 30 años. Es el delegado del gobierno venezolano el que hoy hace esfuerzos desesperados para que algunos gobiernos suscriban un acuerdo de respeto a nuestra nación en semejante antro que es la OEA.
El gobierno de Maduro habla mal de la OEA , vocifera contra ella, pero a cada paso que da la legitima; esa es la tragedia y por tal razón debemos tener claro que el gobierno nunca enfrentará consecuentemente al imperialismo, porque cada vez depende más de él política y económicamente y cada vez confía más en que mediante diálogos y acuerdos cupulares y antidemocráticos por arriba podrá sostenerse en el poder. Esa es su vocación y su verdadera intención.
La MUD, por su parte, le tiene pánico al pueblo movilizado y por ello recurre a la injerencia externa. Ellos validan completamente el papel de «ministerio de las colonias» de la OEA y están dispuestos a vender su alma al diablo para que sean otros los que suplanten el papel del pueblo venezolano. Definitivamente la palabra soberanía e independencia política no existe en el vocabulario de la oposición. Llegado el caso, ellos gobernarían de la mano de la OEA , la ONU , Unasur, Mercosur, el FMI, el Banco Mundial y obviamente todas las multinacionales como lo hicieron en el pasado.
Por una salida obrera y popular a la crisis
Todos estamos conscientes que en Venezuela se está incubando un estallido del pueblo. El pueblo quiere avanzar, no quiere retroceder a tiempos vividos hace 30 ó 40 años atrás, ni mucho menos seguir bajo esta farsa de socialismo que promueve el gobierno.
Los revolucionarios agrupados en el Partido Socialismo y Libertad le decimos a todo el pueblo, a la clase obrera, al movimiento estudiantil, a los campesinos que él único camino para salir de este gobierno será mediante la movilización organizada y revolucionaria de los trabajadores y el pueblo. Enfrentando en la calle el paquete de ajuste que Maduro instrumenta con apoyo del empresariado.
La salida de fondo al a crisis es una verdadera revolución, en la perspectiva de la lucha por un Gobierno de los Trabajadores, por el verdadero socialismo, sin patrones, burócratas ni militares.
El PSL sólo confía en la movilización del pueblo. Con los trabajadores en la calle estamos dispuestos a jugarnos la suerte del país, porque será la clase trabajadora acaudillando al resto de la población, la única y real alternativa para salir del gobierno y construir un futuro que favorezca a la mayoría de la población venezolana.