La fotografía del niño Omran, con la cara cubierta de sangre y polvo tras resultar herido en un bombardeo en la ciudad de Alepo, recorrió el mundo. Se convirtió en una nueva imagen del horror de la guerra y de los bombardeos criminales del régimen de Al Asad y de la aviación rusa. El sitio de Alepo y el bombardeo sistemático busca liquidar la resistencia heroica de un pueblo que, pese a estar atacado por una dictadura feroz y por grandes potencias militares que la apoyan, sigue peleando.
Escribe: Miguel Lamas
En la primera semana de agosto las milicias rebeldes rompieron el cerco de Alepo por parte del ejército de Bashar al Assad. La respuesta, devastadora, fue una contraofensiva de la dictadura con masivos bombardeos de los aviones de Putin sobre las zonas rebeldes de Alepo. La novedad es que Rusia hizo un pacto militar con Irán para poder usar sus aeropuertos militares para sus gigantescos aviones (que no puede usar en el aeropuerto más chico que tiene Rusia en su base militar en Latakia, Siria). Así, toneladas de bombas caen a diario sobre Alepo rebelde. Cerca de 300 mil personas están bajo sitio, entre ellos muchos niños han muerto y miles están afectados directamente por el derrumbe de sus casas.
Ahora bombardean a los kurdos
Por primera vez, desde el comienzo de la guerra, el ejército de Al Assad bombardeó las bases militares kurdas en Siria, con ayuda de los enormes superbombarderos rusos que despegaron desde Irán, pese a que esas milicias kurdas y rebeldes combaten en ese lugar al ISIS.
Ni el ejército sirio, demasiado ocupado en intentar contener la rebelión popular en Damasco y Alepo, ni sus aliados rusos habían atacado hasta ahora a los kurdos. Este ataque tiene que ver con un nuevo aliado que ha pactado con Putin, el primer ministro turco Erdogán. Turquía es miembro de la OTAN, es por tanto aliado de Estados Unidos, pero ahora también pactó con Putín para luchar cotra los «terroristas», que en el concepto de Erdogan son fundamentalmente los kurdos.
¿Y Estados Unidos?
Teóricamente está en contra del bombardeo a Alepo, del que se «lamenta». Obama incluso se permite hacer chistes, diciendo que le salieron canas por tantas reuniones sobre Siria. Pero deja actuar a los rusos. El importante diario norteamericano Washington Post critica: «Mientras Alepo es destruida, el Señor Obama está en pausa». En la misma nota el diario yanqui cita una declaración reciente de los médicos de Alepo: «La carga de la responsabilidad de los crímenes del gobierno de Siria y su aliado ruso debe ser compartida por todos aquellos, incluyendo a Estados Unidos, que le permiten continuar».
Está claro que Putin está haciendo el trabajo sucio. Mientras Obama habla de «combatir al terrorismo» (del que excluye a Assad y a Rusia), hay una aprobación tácita de la dictadura de Al Assad. Estados Unidos envía algunas armas (jamás armas pesadas y menos armamento antiaéreo que les permitan defenderse) y asesores a los rebeldes kurdos, pero sólo para controlarlos y exigirles que no combatan a la dictadura sino sólo al ISIS. Cabe recordar que ISIS fue originalmente armado por Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, aunque ahora se salió de control y todos lo consideran un enemigo.
Es necesario que la izquierda, el movimiento obrero internacional y todos los sectores democráticos y realmente antiimperialistas nos unamos para la solidaridad con el pueblo sirio que resiste heroicamente en Alepo y decenas de ciudades. En la batalla por Alepo se está jugando el destino del pueblo sirio y el desenlace tendrá consecuencias mundiales. Llamamos a los pueblos del mundo a solidarizarse con el pueblo rebelde de Alepo y de toda Siria. Desde la UIT-CI apoyamos a los combatientes y a las milicias rebeldes sin dar apoyo a sus direcciones políticas. ¡Abajo Al Assad! ¡Basta de bombardeos de Rusia y del imperialismo! ¡No al ISIS! ¡Fuera Turquía e Irán de Siria! ¡Unidad de los rebeldes sirios y kurdos! ¡Que los gobiernos rompan relaciones con Bashar Al Assad! ¡No a los muros europeos! ¡Libre circulación para los refugiados!