Por Partido Socialismo y Libertad – Sección de la UIT-CI en Venezuela
Un nuevo giro se ha producido en el escenario político. El diálogo y las negociaciones entre el gobierno y la MUD han venido avanzando en los últimos días.
Nicolás Maduro se reunió con el Papa en el Vaticano. Mientras que el pasado domingo se inició el proceso de diálogo entre la MUD y el gobierno con el representante del Papa, Unasur y los expresidentes socialdemócratas Torrijos, Rodríguez Zapatero y Leonel Fernández.
Maduro y la MUD se reunieron por separado con Thomas Shannon, subsecretario de Estado norteamericano, a pesar de que Maduro vocifera contra el «imperio», mientras paga la deuda externa y sigue con el cuento de la «guerra económica».
A propósito de este encuentro John Kirby, portavoz del Departamento de Estado, dijo: «Queremos alentar a que continúe este diálogo que está empezando». De esta forma se evidencia que el imperialismo le está dando un espaldarazo a las negociaciones que comenzaron el domingo con la bendición papal.
En el marco del diálogo, el gobierno liberó a los dirigentes de la MUD a Carlos Melo, Marco Trejo, Andrés Moreno y Angel Coromoto Rodríguez. Se habla incluso de la posibilidad de convocar a elecciones adelantadas, entre otros temas.
Por su parte, el Papa Francisco pidió tanto al gobierno como a la MUD suspender las marchas previstas para mañana jueves. Ya la MUD anunció la suspensión de la movilización que estaba pautada llegar a Miraflores.
Queda claro que está en marcha todo un operativo envolvente donde el imperialismo, el Vaticano, la socialdemocracia internacional y Unasur, buscan bajar las tensiones sociales y políticas, y evitar que el pueblo trabajador se movilice. En la práctica le facilitan la tarea al gobierno para que este continúe aplicando el paquete de ajuste en acuerdo con el empresariado reunido en el Consejo Nacional de Economía Productiva.
Tanto el gobierno como la MUD, el Vaticano y el imperialismo, le tienen terror a la posibilidad de que haya un estallido social, en un país sumido en una profunda crisis económica y social.
Entendemos que muchos trabajadores, jóvenes y habitantes de las comunidades populares tengan alguna expectativa en el diálogo, esperanzados en conseguir una salida a la grave situación social y económica que vivimos. No obstante, tenemos la responsabilidad de advertir que no esperamos nada bueno para los trabajadores de este diálogo.
El pueblo trabajador no puede albergar ninguna confianza en el rol del Vaticano y la Iglesia Católica, los cuales nunca han favorecido a los pueblos, y por el contrario, siempre han avalado a los de arriba. Tampoco podemos tener expectativas en la socialdemocracia europea representada en Rodríguez Zapatero, que en Europa gobierna contra el pueblo trabajador y a favor de sus multinacionales. Ni mucho menos en el imperialismo, que le ha dado su respaldo a las reuniones del gobierno y la MUD.
No queremos ser aguafiestas, pero lo decimos con toda claridad: este «diálogo» no va a significar ninguna solución para el pueblo trabajador. Sólo con la movilización obrera y popular podemos cambiar el curso de esta debacle social. Debemos salir a las calles a movilizarnos para que de una vez se vaya Maduro y derrotar su paquete de ajuste hambreador y represivo.
De lo que no hablan ni el gobierno ni la MUD, mucho menos el imperialismo y el Vaticano es sobre los graves problemas que viven los trabajadores y el pueblo. Ninguno dice nada de la escasez de comida, de los salarios, de los altos precios de los productos de primera necesidad, de los miles de despedidos en empresas públicas y privadas. Como nos decía una trabajadora: «liberaron a unos presos pero nosotros lo que queremos es comida».
Por otra parte, el gobierno sigue pagando puntualmente la deuda externa. Sólo en mayo se pagaron 713.240.782 dólares por concepto de intereses de bonos de Pdvsa. Esta semana se continuó pagando intereses de bonos de Pdvsa, mientras millones pasan hambre, no hay leche, harina, café, y otros alimentos, y se tienen que hacer largas colas para comprar pan y productos regulados.
Nuestro partido plantea la necesidad de que los trabajadores y el pueblo nos movilicemos para levantar un Plan Económico y Social Alternativo que contemple un programa alimentario de emergencia, el rechazo a los Clap, y su sustitución por comités elegidos democráticamente en las comunidades para luchar por comida y medicinas; aumento general de salarios y salario mínimo igual a la canasta básica ajustada cada 3 meses de acuerdo a la inflación; contra los despidos y reenganche inmediato de los despedidos. Contra la represión a los que luchan o disienten políticamente; y contra la criminalización de la protesta.
Sin duda dinero hay para enfrentar el hambre y la escasez pero hay que parar la corrupción de funcionarios y boliburgueses, terminar con el pago de la deuda externa y la entrega de las riquezas a las transnacionales.
En ese sentido, exigimos la suspensión de todo pago de la deuda externa. Estamos contra la entrega del Arco Minero del Orinoco y por petróleo 100% venezolano sin transnacionales ni empresas mixtas.
El PSL apoya la convocatoria a encuentros regionales hecha por la Plataforma del Pueblo en Lucha y del Chavismo Crítico, en la cual nuestro partido participa. Estos encuentros deben convertirse en espacios abiertos a todos los sectores sindicales, de las comunidades, de la juventud que quieran luchar contra este gobierno. Para discutir un plan de lucha y movilización a partir de las propuestas antes mencionadas, y preparar el terreno para organizar un gran encuentro nacional de organizaciones políticas, sindicales y populares que discuta la conformación de una alternativa de los trabajadores y el pueblo que luche contra el paquetazo y se postule como opción política independiente del gobierno y la MUD.
Caracas, 3 de noviembre de 2016