Llamamiento de la UIT-CI
El ascenso a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump constituye una amenaza grave para los oprimidos y explotados del Mundo. Trump es la cabeza del imperialismo mundial y es la expresión de un sector que pretende lanzar una nueva contra ofensiva contra los trabajadores y los pueblos, precarizar aún más el trabajo especialmente de los jóvenes, profundizar la depredación de la naturaleza, contra los derechos más básicos de las mujeres, de los pueblos oprimidos, de los migrantes pobres, con el único objeto de preservar el sistema capitalista-imperialista, las ganancias de las multinacionales y grandes capitalistas.
Esta ofensiva es económica y puede traducirse también en acciones militares directas o indirectas y alentar una escalada represiva de los regímenes burgueses contra sus pueblos.
Trump está apoyando el endurecimiento de la política genocida de Israel contra los palestinos. En Grecia, Brasil, Francia y decenas de países se atacan brutalmente todas las conquistas sociales de los trabajadores. Las multinacionales y la banca siguen tratando de hundir a los pueblos en nuevos montos de deuda externa para seguir dominando y explotando a los pueblos y saqueando a las naciones. El hambre en el mundo vuelve a crecer. Mientras un reducido número de ultra millonarios controla gran parte de la riqueza mundial. La crisis que profundiza sin pausa la miseria de las masas y amenaza la supervivencia de la especia humana, hunde sus raíces en la existencia misma del capitalismo, en su etapa imperialista de decadencia y putrefacción.
A 100 años de la revolución rusa nunca como ahora sigue vigente que la humanidad no tiene otra salida que luchar por reemplazar el sistema capitalista imperialista por el socialismo con democracia para los trabajadores. Hay que expropiar a las multinacionales y a los bancos de los EE.UU, la Unión Europea, del Reino Unido, de Japón y hacerlos propiedad colectiva y social. Lo mismo hay que hacer con las grandes empresas y los latifundios de todos los países. Para ello los trabajadores, la juventud, las mujeres y los sectores populares deben luchar por gobiernos de los trabajadores en cada país.
En esa perspectiva hay que enfrentar la nueva contraofensiva imperialista. La rebelión de los trabajadores, los pueblos oprimidos, las mujeres, la juventud es la respuesta a la política reaccionaria de los Trump, Merkel, Macron y Cía. Pese a la derrota de la revolución siria expresada en la masacre de Alepo, continúa la rebelión de los pueblos árabes hoy con las movilizaciones en el Rif de Marruecos y la heroica resistencia del pueblo palestino. En Francia y en Grecia las huelgas obreras enfrentan los planes de austeridad y la reforma laboral.
En Latinoamérica cayó por la falta de apoyo popular Dilma Rousseff del PT y tambalea Temer. La rebelión popular aumenta en Venezuela contra el ajuste e intento dictatorial de Maduro. Las grandes huelgas, especialmente de los docentes, se extienden en Colombia, Perú, Argentina y otros países. Las grandes movilizaciones de mujeres contra los feminicidios, la violencia patriarcal, por el derecho al aborto, igualdad de derechos, es otro nuevo fenómeno internacional en ascenso. Y el movimiento independentista en Cataluña es otra expresión de esta rebelión de los pueblos por su autodeterminación.
Estas luchas son boicoteadas por las direcciones reformistas y las burocracias sindicales. La confusión política de sectores obreros y populares que votan por alternativas de derecha, es causada por la traición abierta a todas las demandas populares, tanto de los partidos y gobiernos socialdemócratas en Europa, como de nuevas variantes de izquierda reformista como Syriza en Grecia o Podemos en Estado español o los falsos gobiernos «progresistas» en Latinoamérica. Es el caso del fracaso del «Socialismo del Siglo XXI» de Chávez y Maduro como de Lula-Dilma del PT de Brasil o Evo Morales en Bolivia que gobernaron pactando con las multinacionales y ajustando a sus pueblos.
Ante esta situación llamamos con urgencia a la más amplia unidad de acción de las luchas para enfrentar a Trump y a los gobiernos imperialistas y capitalistas. Unidad de acción internacional contra el ajuste a los trabajadores y los sectores populares, contra la criminalización de la protesta, por el no pago de la deuda externa; contra la destrucción de la naturaleza, defensa de los derechos democráticos, de las mujeres, de la salud y educación popular, de nuestros trabajos, de nuestro alimento, nuestro futuro, expuestos a despidos, hambre, represión y desastres climáticos. Unidad para apoyar la lucha de la resistencia palestina, la rebelión popular en Venezuela contra el ajuste y el totalitarismo de Maduro.
La necesidad más importante que tienen hoy las masas es superar su crisis de dirección revolucionaria. Ante la traición de los aparatos reformistas necesitamos nuevas direcciones socialistas revolucionarias en cada país y en el mundo. Necesitamos construir fuertes partidos revolucionarios que luchen por la independencia de clase y por el internacionalismo. Hay que retomar el camino revolucionario que nos legaron Lenin y Trotsky.
El VI Congreso de la UIT-CI ratifica el llamado a unir a los revolucionarios en cada país y en el mundo en una organización internacional revolucionaria hacia la reconstrucción de la IV Internacional. La UIT-CI rechaza todo sectarismo y autoproclamación en ese camino. Por eso hacemos un nuevo llamado a todas las organizaciones que reivindican la vigencia de la lucha por la revolución socialista mundial y por gobiernos de los Trabajadores a realizar acciones en común y buscar pasos hacia la unidad de los revolucionarios en cada país y en el mundo.
¡Por la unidad de las luchas contra los ajustes económicos y la represión antipopular!
¡Por la unidad de los revolucionarios para reconstruir la Cuarta Internacional para luchar por derrotar al capitalismo, por gobiernos de verdadero socialismo de los trabajadores!
VI Congreso de la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
Julio de 2017