Por: Mechi Beauvoir
El movimiento de mujeres ha logrado que el Segundo Paro Internacional se transformara en una jornada global: millones de mujeres en todo el mundo se manifestaron haciendo oír sus reclamos volviendo al 8M un día histórico. Bajo la consigna #NosotrasParamos mujeres de más de 57 países y cientos de ciudades con realidades muy diversas salieron a las calles: desde la Huelga en España, pasando por las movilizaciones en Argentina, hasta la corrida de mujeres en Arabia Saudita, las mujeres hicimos temblar la tierra.
El Segundo Paro Internacional de Mujeres mostró el crecimiento del movimiento de mujeres en el mundo. Fue una jornada que tuvo como protagonista a las mujeres trabajadoras y que demostró que los problemas de las mujeres producto del capitalismo patriarcal sobrepasan las fronteras. La lucha contra la discriminación laboral y la desigualdad entre hombres y mujeres y por la igualdad fue un eje central. También las mujeres se movilizaron contra la violencia, los femicidios, las violaciones, las redes de trata, por el derecho al aborto y por la libertad de elección sexual.
Las mujeres españolas fueron las protagonistas de esta jornada logrando una huelga histórica dónde participaron millones de mujeres. Bajo la consigna «Si nosotras paramos, se para el mundo» se realizó una huelga de 24 horas llamada por las centrales sindicales CGT y CNT y paros parciales de UGT y CC.OO que según datos oficiales llegó a un 90% de adhesión. Se habla de que más de 6 millones de mujeres participaron del paro laboral. La jornada del 8M comenzó con cacerolazos la noche anterior y terminó con enormes movilizaciones en diversas ciudades del país con epicentro en Madrid, pero también en Barcelona, Bilbao, Santander y otras ciudades siendo millones las que salieron a la calle contra la brecha salarial y la violencia machista.
En Argentina miles de mujer se movilizaron en todo el país contra el ajuste de Macri y los gobernadores, los despidos, la violencia machista, y muchos otros reclamos. Salvando algunas excepciones como el gremio docente, la burocracia sindical no convocó a un paro efectivo pero las mujeres realizaron en muchos lugares de trabajo «paro activo» con ruidazos, cartelazos y otras acciones para visibilizar nuestros reclamos. A partir del histórico #Pañuelazo que se realizó hace pocas semanas por el aborto legal, seguro y gratuito el gobierno se vió obligado a dar «luz verde» para que se discuta en el Congreso Nacional. Por eso, la consigna «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir» fue uno de los ejes del movimiento de mujeres y fueron miles las que marcharon con sus pañuelos verdes, símbolo de la lucha por este derecho en el país.
En México se movilizaron miles de mujeres en muchas ciudades del país. La principal reivindicación fue contra la brecha salarial ya que a pesar que el 53,4% de los titulados universitarios son mujeres, los hombres ganan casi un 17% más. También el reclamó fue contra la violencia machista. Las mexicanas levantaron el lema «queremos ser libres y no valientes», pues solo en 2016, se registraron 2.746 femicidios en el país.
En Turquía las mujeres desafiaron el régimen reaccionario de Erdogan y salieron a las calles en 16 ciudades del país con epicentro en Estambul. Con la frase «el Lugar de las mujeres es la resistencia» las turcas salieron por la igualdad de derechos y el fin de la violencia machista, entre otros reclamos. En Francia, el eje del 8M fue contra la diferencia salarial. A las 15,40hs, en distintos puntos del país, se convocó un cese del trabajo y se realizaron varias manifestaciones.
También ocurrieron movilizaciones importantes en países donde la discriminación hacia las mujeres es moneda corriente: en Indonesia, Pakistán, Irán se movilizaron contra la discriminación que sufren por ser mujeres. En Arabia Saudita las mujeres realizaron una corrida por las calles de la ciudad, ya que desde el año pasado conquistaron este derecho junto con la licencia de conducir. En Corea del Sur las mujeres levantaron la consigna MeToo denuncia la violencia sexual.
Nuevo salto en lucha de las mujeres del mundo
Desde que la ONU declaró el 8 de marzo «día de la Mujer» en 1977, intentó convertirlo en un día festivo donde las mujeres independientemente de su clase y condición social, reciban «flores y bombones», con el fin de quitarle el carácter de lucha que las socialistas revolucionarias en 1910 le otorgaron, cuando el segundo congreso de mujeres socialistas revindicó esta fecha como el «Día Internacional de la Mujeres Trabajadoras».
Desde el NiUnaMenos en la Argentina en 2015 se desarrolló un efecto expansivo generando una nueva ola en las luchas del movimiento de mujeres. La pelea contra la violencia machista despertó a las mujeres en su pelea contra el patriarcado pero también contra las diversas formas de opresión y explotación capitalista. Por ello, el primer Paro Internacional de Mujeres fue acompañado por un progresivo llamamiento de reconocidas feministas norteamericanas para desarrollar un «feminismo del 99 por ciento», es decir, de todas las mujeres no explotadoras, que impactó en amplios sectores. Asimismo, la propuesta de Paro de Mujeres retoma la experiencia de las islandesas que en 1975 paralizaron el país para reclamar por la igualdad.
Durante el 2017 las luchas de las mujeres no cesaron, sino que siguieron creciendo. Primero las norteamericanas repudiando a Trump al asumir, luego el paro de las polacas por el derecho al aborto, las iraníes contra el uso del hajid hasta llegar al movimiento MeToo en Estados Unidos contra la violencia sexual, anticipó la enorme jornada del 8M.
La Unidad Internacional de las y los trabajadoras-Cuarta Internacional (UIT-CI) impulsó y participó en esta jornada mundial desde todos sus organizaciones. Sabemos que no habrá plena emancipación de las mujeres hasta que no acabemos con la explotación capitalista y triunfe la revolución socialista, pues el capitalismo se sirve de los diversos modos de opresión para lograr sobrexplotarnos. Cada derecho que se conquista lo arrancamos con la lucha. Por eso somos parte y apoyamos las luchas de las mujeres en todo el mundo y nos planteamos la necesidad de empujar la pelea antipatriarcal hacia posiciones anticapitalistas y por socialismo para acabar con la opresión y la explotación y lograr «un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres«, tal como lo señaló Rosa Luxemburgo hace más de un siglo.